lunes, 27 de abril de 2015

El GS DAY

Una vez más fué muy simpática la reunión de motoristas con motivo del GS DAY, que en un inicio
parecía que sería con la participación de muchos cualtaqueros, sin embargo solo fuimos 4, Perro, Elmer, Rana, Camarón, acompañado por Rossana, que hizo de ocacional fotografa.
Mucha chacota, especialmente en el baño de barro de nuestro Elmer, que curiosamente no gruñó, pero no paraba de reirse orgulloso de su "embarrada".
Rana al parecer terminó de convencerse que es una opción comprarse una GS y participar en paseos todo terreno, y nos contó de muy buenos paseos, con muy buenas carreteras a la zona Norte.
Un canqueto que vendió su Harley, y compró una GS, (no me recuerdo su nombre, pero ha compartido con nosotros en el Tutta Pasta), también compartió con nosotros y se propone a postular a Cualtaco.
Por suerte, no había tantos participantes como la vez anterior, por lo que nos podíamos regodear con la prueba de motos, esta vez solo modelos cero kilómetros.
Fué un día de motos total, compartiendo y "chochando"con lindas motos y buena conversa, un relajo total.





domingo, 26 de abril de 2015

La Esmeralda: avant premiere del mes del mar

Hasta ayer en la mañana el único paseo programado era la edición 2015 del GS day de la WBM, entretenido evento para los amantes del off road, en que se pueden probar en terreno ad hoc las últimas joyitas de la línea.
Este año según entiendo fueron Camarón, que quería probar la GS 1200, Elmer, y Canil en pleno. También había confirmado Sobrino, pero no sé si fue.
La entrada al campo de práctica
Canil en pleno




Camarón incursionando en tierra
Elmer se atrevió con el barro!
Como alternativa a los que no iríamos, yo propuse ayer en la mañana ir al mentado Dominguito, en Santo Domingo, ya que tengo mucho antojo de conocerlo. Confirmaron Topo, Wiro y la Leo, eso sí nos iríamos por la 68, Algarrobo y San Antonio, para saltarnos la pesadilla de la 78.
La reunión sería a las 10:30 en la Copec Veneno.
Y el destino quiso que siga con el antojo del Dominguito, pero se justificó plenamente!
Ocurre que al llegar Wirito y la Leo al sitio de reunión, nos comenta, con una humildad franciscana, como dice él, que es solo una sugerencia, que no me sienta pasada a llevar, que no es su intención generar un problema, etc. etc., que le dijeron que la Esmeralda, el buque escuela, está atracado en Valpo y se puede visitar. Que qué nos parece si vamos para allá.
A mi me pareció buena idea, siempre y cuando no tuviéramos que andar por los cerros en moto.

 Además como nadie mas había confirmado, y ya eran las 10:50, siendo muy poco probable que a alguien le afectara el cambio de planes, partimos al puerto, a su otra faceta, la que está ligada a su historia naval, a pocos días de partir el mes del mar, en que recordamos a los héroes de Iquique.
 (Excede al objetivo de este blog la discusión acerca de la naturaleza del heroísmo). 
El protagonismo esta vez lo tuvo la atmósfera. Estaba enrarecida, opaca, poco transparente, igual que la atmósfera política, con tan poca visibilidad que no se alcanzaba a ver desde la Costanera Norte el cerro de Renca que dice "Renca la Lleva", sino hasta estar muy cerca.
Ahí debería verse un cerro...
A pesar de estar despejado, la sensación era de bruma, que no se sabía bien que era, neblina, smog o cenizas del Calbuco que se han desparramado por el cono sur desde el martes en que hizo erupción violentamente, con una columna de material piroclástico de 15 km de altura.
Ya sabíamos que desde Curacaví estaba más frío y mas nuboso, asi que nos abrigamos, menos el Topo que no quería pasar calor.
Y por supuesto que después del peaje, paramos a que se abrigara. Wirito discretamente hizo lo propio, mientras se fumaba su puchito.




Seguimos camino por una 68 bastante expedita, los cuatro juntos todo el rato, volvimos a pasar por donde anduvimos hace apenas una semana. 
En Peñuelas y hasta Valpo nos sorprendió una neblina de esa que moja y da frío,  pero que no afectaba la visibilidad.
 Llegamos al puerto por Santos Ossa, liderados por Wirito, que nos llevaba al restorán elegido para hoy. 
En el plano un poco de taco, pero solo unas pocas cuadras, donde se instala la feria libre, y donde escuchamos a lo lejos los tambores y los pitos característicos, un ensayo de las marchas que se oirán en las celebraciones del 21 de Mayo.
El plan era juntarnos a almorzar en ese sitio con la mamá de Wirito y su marido, Ricardo, (ambos miembros de la familia naval),  que era el que le había dado el dato de la visita a la Esmeralda, en la cual él navegó más de una vez en los viajes de instrucción.
El sitio se llama Portofino y es extraordinario!
Y para llegar no fue  tan terrible para mi y la Leo, que le hacemos el quite a las calles difíciles.
Llegamos muy temprano y pudimos admirar la bahía, todavía con bruma, con las siluetas de los buques flotando en el mar.




Desde lo alto también se ve la caleta Portales, límite natural entre Valparaíso y Viña, con todo el ajetreo de los pescadores y las gaviotas sobrevolando a ver si consiguen algún apetitoso desecho de las pescaderías.


También se divisaba el señorial edificio  Universidad Federico Santa María, que recuerda las postales de Oxford y de Harry Potter.


El almuerzo 10 cascos!! puras delicias y una esmeradísima y cuidada atención.
Mas felices que perro con pulgas, después del almuerzo partimos al motivo de estar en Valpo nuevamente, visitar la Esmeralda.
Llegamos allá con Ricardo, que, para efectos de la Esmeralda es "mi comandante Díaz", con todas las consecuencias que este hecho tiene! 
Osea, nos metimos donde quisimos, donde el público general no tiene acceso.


Aquí no entran civiles!, la cabina de mando









La proa























Linda la Esmeralda, mucho más grande de lo que yo pensaba, y la visita extraordinaria, con las sabrosas anécdotas de quien ha pasado meses a bordo, viviendo el día a día del mundo que es un buque navegando.
Aprendimos que cuando la bandera blanca y negra está en el mástil, significa que el capitán no está a bordo, no que sean del Colo.
Nos despedimos agradecidos, y como a las 4 emprendimos el regreso por el camino La Pólvora. 



Wirito, su santa madre y Ricardo
Esta vez en dirección a Santiago, recorrimos el camino costero y el camino La Pólvora, por donde llegamos a Valpo la semana pasada.
Justo después de que un letrero luminoso advertía de niebla en el camino, nos metimos en nubes bajas por varios kilómetros. Me recordó cuando fuimos al Col de Tourmalet el 2013, en el viaje a los Pirineos.
Un camión sin carga, nos adelantó feliz de la vida, obvio que su conductor se lo conoce de memoria y podía hacerlo casi con los ojos cerrados.
Cuando la niebla disipó, retomamos un ritmo más normal y paramos en Curauma a echar bencina y programar un café llegando a Santiago.
En Curacaví nos reencontramos con el calorcito y el sol, pero el aire enrarecido seguía igual, igual que en la política.
En vez de tomar el café en la Copec Veneno se nos ocurrió llamar a nuestro averiado Ojitos, en plena recuperación, para tomarnos el café con él, donde él prefiriera. Y el lugar elegido fue la Copec Canqueto, donde nos reunimos. 
Qué bueno fue verlo y copuchar un rato con él! El café duró hasta pasadas las 8, hora a  la que el frío nos correteó y nos despedimos.


Un día muy muy entretenido!
 Y el antojo del Dominguito queda pendiente para un próximo paseo.