martes, 27 de febrero de 2024

Minivacaciones en las sierras cordobesas. Dia 1 De Santiago a San Luis

Segunda vez que el Vampi inventa un viaje a Argentina en verano.
Ya es tendencia.
El año pasado (2023) fuimos a la zona de San Luis y conocimos varios lugares en paseos por el día.
Este año el destino fue Villa General Belgrano, en adelante VGB, en la provincia de Córdoba.
De sábado al domingo de la semana siguiente, 9 días en total.
Sin tener como saberlo antes, coincidió con la semana más calurosa en Chile, en la zona central, y también con una ola de calor en Córdoba, tanto que fue noticia en los diarios locales.
El grupo quedó conformado por los Vampis, los Paparazzi y yo. Camarón estuvo en la duda y al final se bajó.
Los Vampis se fueron adelantados el viernes en la tarde hasta Uspallata.
Paparazzi, la Margarita y yo partimos el sábado a las 7:30. Dependiendo de cómo fuera nuestro viaje, en términos de tiempo, nos juntaríamos con los Vampis en Uspallata. Y si no, en San Luis que era la primera parada antes de seguir a VGB.
La Margui, o Chichi como le dice Paparazzi, lo había aleccionado de que no adelantara dejándome atrás, que suelo ser más prudente/cobarde para adelantar en caminos de una pista y poca visibilidad en la curvas.
 Nos juntamos en la Petrobras Vitacura/Vespucio muy puntuales y a las 7:30 ya estábamos en ruta.
Yo me puse un polar y el forro del pantalón por los 13º que haría a esa hora en Santiago y los 10º que había en la aduana.
Nos fuimos por la Radial hasta Los Libertadores a buen ritmo y con muy poco tráfico hasta el camino a Portillo.


Ahí nos encontramos con muchos autos, pero sobre todo camiones de los más diversos rubros. Yo tenía la esperanza que fueran de la industria minera y se desviaran hacia Saladillo, pero no fue tan así.
Solo algunos abandonaron el convoy.
Nos fuimos adelantando donde se podía, haciendo patente la diferencia que hacen los 1250 cc en una moto versus un auto.

En el camino nos topamos con un grupo de motoristas en choppers con chaquetas con calaveras, chascas y parejas ad hoc, incluso uno iba con una guitarra en su funda en la espalda. Ese está muy seguro de que no se caerá jajajajaja
(Para ell@s no aplica el comentario de los 1250 cc)
Los adelantamos sin ningún problema, colándonos en su fila, y luego los perdimos. 
Había arreglos en la ruta y por suerte no nos tocó tener que esperar en todos los  bandereros. Solo en uno, y no fue tan largo.




La subida a Caracoles estuvo bien porque pude adelantar un camión que tenía el taco para atrás. Paparazzi no tuvo esa suerte porque venía harto tráfico en contra.

Llegamos a la Aduana con no tanto turista (comparado con las horas de cola que había hasta hace un tiempo) y los trámites anduvieron relativamente  expeditos.
El cambio ya no está tan conveniente para Chile, y los precios en Argentina han subido un montón, así que la gente ya no va a hacer la compra mensual de supermercado a Mendoza.
Pero igual fue más de una hora desde que llegamos.
Control de barrera





Seguimos a Uspallata, con el camino bastante despejado.
Los Vampis avisaron que iban a desayunar en Uspallata y que seguían a San Luis.
Después de la curva Soberanía Nacional (desde donde se tiene la mejor vista del valle donde transcurre el río Mendoza, y la extraordinaria geología de la zona) nos fuimos bordeando el río que ahora si traía agua! Años que no se veía así, como un río y no una cuenca seca.

En el camino pudimos ver una procesión o algo así. Parecía la conmemoración de alguna fecha histórica porque algunas personas iban con disfraces o trajes, de soldado argentino, como del ejército libertador, con esos sombreros altos. 
Le seguían otro grupo de personas con ropa normal y varios a caballo. Además había unos autos con guardias de algún tipo, con luces azules titilando en el techo, y una camioneta de Gendarmería Nacional estacionados en la berma donde se desarrollaba la actividad.


Llegamos a la YPF como a las 11:30 Ya hacía calorcito, 29º.
Echamos bencina, que se mantenía  más barata que en Chile.
En eso estábamos cuando llegó  el grupo de los rudos motoqueros choperos. Creo que intercambiaron algunas palabras con Paparazzi, siempre abierto a socializar.
Cambiamos dólares en una especie de casa de cambio, ahí mismo en la bomba, que funciona como otro servicio de YPF, junto con  la cafetería y los servicios higiénicos.
Yo cambié  US$ 200 y me entregaron un fajo (o fardo como le dice Camarón) de billetes de 1000 pesos que no cabían en ninguna parte.

 
El cambio estaba a mil ciento y algo pesos argentinos por dólar por lo que el calculo a pesos chilenos es muy simple. Pesos más, pesos menos, 1 luca chilena= 1000 pesos argentinos. Eso significa que el fajo eran mas de 200 billetes de $1000
La cola para comprar algo en la tienda era enorme. En parte porque había mucha gente y en parte porque había solo una chica atendiendo. 
Se comprende, por la situación  económica que atraviesa Argentina y todos los ajustes que está tratando de implementar el flamante presidente Milei, en su 6ª semana de gobierno. El se propone reducir drásticamente el gasto del estado, en todo lo que se pueda.
Mientras Paparazzi hacía la cola, fui al baño a desabrigarme.

Después de comer algo seguimos camino a Mendoza y San Luis. 
Ibamos de lo más bien hasta que, un poco pasado el puente sobre el río Mendoza, después de los túneles, el Paparazzi pone luces de emergencia y se para en la berma. Hice lo mismo, sin saber qué pasaba.
Y lo que pasaba era que la Margarita venía escuchando un ruido raro en la moto, como algo que golpeaba, con un cierto ritmo.
Nos bajamos y... horror!! El neumático trasero, casi nuevo, tenía atravesado de lado a lado un fierro como de 20 cm y unos 0,5 cm de diámetro, extrañísimo. Eso era lo que golpeaba contra el pavimento.
Después de mirar perplejos lo que había ocurrido, sin saber bien qué hacer, el Paparazzi sacó un caimán, agarró un extremo del fierro y empezó a tirarlo de a poco, para sacarlo.


Yo me imaginaba que al terminar de sacarlo, iba a salirse todo el aire del neumático. 
Y para nuestra sorpresa no pasó nada!! El fierro había atravesado solo el caucho, de entrada y salida, sin tocar las telas.

Paparazzi guardó el caimán y el objeto misterioso como un recuerdo.
Quedé muy metida con el objeto en cuestión, sin poder imaginarme qué sería. Además se veía como nuevo, sin uso.
Un par de días después, en Villa General Belgrano, me di cuenta que era muy parecido a alguna chaveta que alguna vez había visto, pero mucho mas grande.
Busqué en Internet y encontré la foto de una igualita a la atravesó el neumático de Paparazzi.

Seguimos camino por la Ruta 7 hasta Mendoza y hacia el empalme para San Luis.
El rio Mendoza, caudaloso como nunca, ahora si merece decirse que se hace rafting en él! 
De hecho, cerca de Potrerillos dejó bajo el agua un conjunto de cabañas construidas demasiado bajo y demasiado cerca del cauce.

El embalse Potrerillos está super lleno, hasta muy arriba y mucha gente va a pasar el día, a hacer windsurf y velerismo.


Después de llegar a Mendoza, dar una tremenda vuelta y empalmar con la Ruta 7, paramos en una YPF en la Ruta 7, ya en dirección a San Luis. El neumático accidentado venía perfecto, y no había perdido nada de aire.
Nos refrescamos un poco con el aire acondicionado, tomamos algo y seguimos.  

La temperatura ya había subido a cerca de 35º y se hacía sentir.
De ahí en adelante la tónica fue el calor, y el aire seco caliente que entraba por el casco al abrirlo. Llegamos a tener 39º la mayor parte del camino, recorriendo la recta infinita con luminarias pintadas como arcoiris .



El marcador llegó a indicar  hasta 41º  cerca de Desaguadero. 
Como nunca paramos dos veces más a refrescarnos e hidratarnos para poder seguir. La última parada fue a 50 Km de San Luis. Normalmente el pique Mendoza San Luis lo haríamos sin detenciones... pero esta vez fue imposible. Estábamos con 40º.


Con la guía de Maps.me entramos a San Luis y llegamos al hotel.


No fuimos al hotel de siempre, el Aiello, porque no hubo manera de hacer las reservas. Así que optamos por uno en la misma calle, el Quintana. Super bueno!! mejor que el Aiello, más bonito, mejor desayuno, y mejor precio.
Los Vampis nos estaban esperando, preocupados por el incidente del neumático y por todo lo que demorábamos en llegar. No contaban con todas las paradas que hicimos  por el calor.
Pasadas las 19, osea casi 12 horas después de haber partido el viaje, llegamos, estacionaron las motos, (incluida la mía), y nos registramos. Yo me fui sin pensarlo a la piscina y estuvo super agradable.

Después nos arreglamos un poco para ir a comer a nuestro restoran favorito en San Luis, Los Robles.
Para allá nos fuimos caminando, pasando por la plaza Pringles y la catedral (la historia de Pringles, que no son las papas fritas, está desarrollada en otra publicación con estadía en San Luis)



Son 2 Km que se cubren en media hora a paso tranquilo.
Nos sentamos en la misma mesa que la ultima vez hasta donde recuerdo. 
Comimos muy bien, y pasamos un muy buen rato. 


Nos volvimos caminando, con la temperatura muy agradable para la noche.

Llegamos al hotel y a dormir para salir al día siguiente  a VGB.
Primer dia, con incidentes, ✅






Minivacaciones en las sierras cordobesas. Dia 2. De San Luis a Villa General Belgrano

 Habíamos quedado en desayunar a las 9 y partir a las 10.
No eran demasiados Km. (360) y teníamos todo el dia para llegar. 
A las 9 bajé y me encontré con los Paparazzis que ya estaban en una mesa. El comedor era muy amplio con mesas redondas como las de los matrimonios, para 6 u 8 personas.


Lo raro era que los Vampis no habían bajado, porque en general son muy puntuales, especialmente cuando el Vampi ha puesto la hora de salida.
Lo que había ocurrido era que él había pasado pésima noche. Parece que algo le cayó mal en la comida, o se empachó con tanta carne.
Bajaron más tarde y creo que tomaron algo muy liviano.
Las masitas, las facturas y las medialunas son de otro planeta en estoas lugares!


Entretanto, hicimos el check out, cargamos las motos y partimos más o menos a la hora programada. El Vampi sacó mi moto del estacionamiento.





Primero a echar bencina en la Shell a la vuelta del hotel.
Con los estanques llenos nos dirigimos a la salida de San Luis que hicimos varias veces el año pasado cuando estuvimos recorriendo la zona. Teníamos agradables 30º jajajajaja Lo que es la relatividad de las cosas. En Chile 30º es directamente calor!

El paisajismo de las carreteras es una belleza! Con frecuencia se ven cuadrillas de trabajadores manteniendo los pastos cortos y los arbustos perfectos.
En esta zona que llueve harto, los jardines y la vegetación en general se mantienen solo con la lluvia; no es necesario regarlos. Y por lo mismo, las bermas son de pasto y por eso, me imagino,  hay que mantenerlo corto.


Volvimos a ver esculturas urbanas, alusivas a diferentes temáticas locales en el bandejón central de la autopista. Y también murales en las laderas del cerro, como también la efigie del ciclista que se divisa en una de las curvas. 


La Margarita nos había contado como la familia peronista Rodríguez Sáa había ejercido el poder en la provincia de San Luis durante un siglo. Siendo elegidos, período tras período, con altos grados de corrupción y nepotismo para conseguirlo, se instalaron sin mayor oposición en el estado autogobernado, heredándose el poder como una monarquía.
Recientemente un candidato no peronista ganó las elecciones de gobernador de la provincia y se rompió la historia sin fin.
Bueno, el detalle farandulero de esta historia es que a uno de los  miembros de esta conspicua familia, Alberto,  gobernador de San Luis en dos períodos, se le cuelga que ha afirmado tener contacto con extraterrestres y que es un estudioso del tema. Prueba de eso es un mural que mandó a hacer en la ladera de un cerro en la salida de San Luis, que representa el sistema planetario.
Al menos se puede afirmar que al hombre le interesan las temáticas cósmicas. 

Nos fuimos por esa autopista hasta el desvío a Saladillo, La Punilla, Achiras y Rio Cuarto. Paramos en la berma un par de veces a esperar a Paparazzi, en los desvíos, y alguna vez a chequear el navegador.
Una de las paradas fue debajo de un paso bajo nivel, que en vez de estar convertido en un basural o baño público, estaba pintado, con un mural de un ciervo. Muy civilizado lo encontré. Vampi pudo tomar agu y ver el mapa.



Esa parte del trayecto fue la mejor! Estaba un poco nublado y la temperatura bajo a 25º, un agrado. El tráfico era prácticamente cero,  nos cruzamos con algún auto cada muuuuchos km. Y los paisajes quitan el aliento, las plantaciones, especialmente de girasoles son un espectáculo!! Lo disfruté a concho!
En esta zona es muy común que las cigüeñas aniden en los postes del cableado eléctrico y las torres de alta tensión. Los nidos se ven desde lejos y a ratos son muy numerosos.






Ya cerca de Río Cuarto el tráfico aumentó mucho y se hizo más difícil seguir juntos porque no se podía adelantar.
Paramos en una bencinera de marca desconocida, yo no sabía bien a qué, por lo que me puse en la fila de la bencina. A mi lado había un chico con bermudas y zapatillas en una Ninja, muy sociable y conversador. Mantuvimos la única conversación posible entre nosotros, considerando la brecha generacional del tamaño del Cañón del Colorado (por no decir que podría ser mi nieto jajajajaja) y que es el tema relacionado a las motos, el torque que ayuda con el viento, los viajes, las distancias, etc etc. De cualquier modo fue muy simpático.

Como no se veía nada que nos tincara para almorzar, sin entrar a la ciudad, decidimos seguir a una YPF que quedaba cerca... unos 20 Km.
Resultó que tal YPF no existía y tuvimos que seguir 100 Km. para poder rellenar los estanques y los estómagos.
Nos quedaban unos pocos Km. para llegar a VGB.

La última parte del camino que pasa por Embalse, es muy lindo, sinuoso y con mucha vegetación.
Se atraviesa un puente multicolor desde donde se aprecia el lago (embalse en rigor)
Ministro Pistarini, más conocido como Río Tercero. Es el más grande de la provincia de Cordoba con 5600 hectáreas y 120 Km. de costa, o como se diga el borde del lago.
Ahí se encuentra el pueblo Embalse, que a mi me pareció muy chico, pero parece que no lo es tanto, ya que tiene 15.000 habitantes.
Más adelante pasamos por las afueras de Santa Rosa de Calamuchita y finalmente llegamos a Villa General Belgrano.



Llegamos al alojamiento, que era una casa arrendada por Airb&b, donde nos esperaba el hijo de la dueña.
La calle para llegar a la casa

La casa
Muy conversador él, con un acento tan pero tan argentino al marcar las y y las ll como sh, que costaba entender.
El no decía Villa, decía Visha, y ni les cuento cuando nos explicó las excursiones que el recomendaba, a La Olla 😖, o Villa Yacanto... la frase "yo les recomiento Villa Yacanto" era difícil de procesar jajajajajaja.
Nos explicó el funcionamiento de la casa, y había que pagarle en efectivo. Asi que sacamos el turro y a contar los billetes, de a uno hasta completar el monto correspondiente por persona. 
El confió en nuestra contabilidad y partió con los billetes.
Entre el Vampi y el Paparazzi entraron las motos. 
La de Paparazzi y la mia quedaron en un garage techado que funcionaba como comedor, al lado de la cocina y la del Vampi en el antejardín.



Nos duchamos, cambiamos ropa, y partimos caminando al centro, a unos 2 Km.
Estaba bien lleno de gente, y mientras más tarde, más gente.
Sacamos fotos en los lugares más característicos  y buscamos un lugar donde comer.





Dimos con un restorán donde nos atendió Santiago, un lujo de mozo!
Cuando se acercó no le tuve ninguna fe, flacuchento, medio chascón, con tatuajes y aros varios... puro prejuicio!
Resultó ser inteligente, vivo, simpático, eficiente, un amor de cabro. Le dejamos doble propina. Realmente merecida.
Estábamos comiendo cuando apareció uno de los personajes de la Star Wars, con su arma en ristre, muy amenazante. Tanto, que no sabíamos que pensar y daba miedo sacarle fotos. 
No queríamos que se nos acercara jajajajaja. Nunca supimos de qué se trataba. Después lo vimos paseando por la calle principal.
Como no soy entendida en la saga en cuestión, tuve que hacer la investigación. 
Para los que, como yo, no saben como se llaman estos personajes, les cuento que son los Stormtrooper, o Soldados Imperiales. 

La comida estuvo rica y muy abundante. Me llevé media pizza para la casa.
Nos fuimos por otro camino hasta la casa. Con restoranes tiendas y heladerías bien bonitas. 
Llegamos muy cansados y nos fuimos a dormir altiro. 
No en vano el teléfono registró una caminata de 5,5 Km!