sábado, 30 de octubre de 2021

Reactivación de paseos sabatinos: Ritoque

Ya hace un tiempo, que Camarón creó un nuevo grupo de Whatasapp para anunciar los paseos. Es solo para publicar el paseo programado, no para responder, confirmar asistencia o comentar. El objetivo es que sea fácil encontrar la información de si hay paseo o no, cual es la ruta y el destino, y el lugar y hora de encuentro.
Así las cosas, este paseo fue convenientemente anunciado en el guasá, palabreja en la  que ha derivado el vocablo anglosajón.
El destino era la muy agradable playa de Ritoque, y su restorán al lado de la arena.
El pronóstico del tiempo era despejado, asi que hasta era viable llevar trajebaño o al menos tirarse un rato en la playa, aunque la indumentaria de moto no fuera la más cómoda.
Camarón, y su evidente ascendiente en la manada de gatos, ha pensado que es mejor salir temprano, para evitarse los tacos de media mañana que ya son la norma, llegar no justo a la hora de almuerzo al restorán lleno, y disfrutar del destino antes de sentarnos a la mesa, recorrer el lugar si es el caso, o tomarnos una cerveza con todo relajo. Debo decir, que esta vez concuerdo con Camarón.
Por lo tanto, la junta sería en Cochi, a las 9:00 - 9:15 para salir a las 9:30.
Para alguno@s (me incluyo) es un sacrificio estar tan temprano, pero el esfuerzo vale la pena!
La ruta era por Quilapilún,  TilTil, La Dormida, Lo Gamboa, Limache, Tabolango, Valle Alegre, Quintero y Ritoque.
A la convocatoria llegamos Camarón, sin la Arepa, Rana, Brujo y Co. y yo. Llegamos bastante puntuales, y salimos entre una cosa y otra, poco antes de las 10.

Como éramos pocos, nos fuimos bastante juntos y nadie se escapó. El día estaba rico, soleado pero no caluroso. Quilapilún está mas deteriorado, normal considerando que es un camino usado por camiones de la minera Angloamerican.
Ya en el camino a TilTil se veía que había que avisparse para adelantar filas que iban bastante lento en el primer día del  fin de semana largo por el día  de Todos los Santos acá y el Día  de los Muertos en otros países.
En la La Dormida me quedé inevitablemente a la cola, mientras el Brujo y el Rana avanzaban raudos cuesta arriba.
En alguna parte del camino los adelantados me esperaron a mi y a Camarón que me acompañó en el retraso. Y seguimos hacia Limache.
En la entrada había bastante congestión a pesar de que no era la hora peak.
Saliendo de Limache, el Rana que es conocedor de la zona, propuso seguir directo a Tabolango, por Peñablanca. Todo bien, mejor camino, salvo porque tuvimos que esperar que pasara un tren eterno. Según el Rana era la primera vez que eso ocurría.

Con todo, el camino igual me gustó más. Sobretodo la parte de un camino estrecho en medio de campos que ya están verdes en esta época.
Dar con la entrada al camino a Ritoque no es fácil, de hecho, una de las últimas veces que fuimos para allá, con Ojitos  nos pasamos y llegamos casi a Ventanas.
Pero Camarón cacha perfecto y llegamos sin dificultades como a las 12.
La sorpresa fue que a pesar de que era temprano, el estacionamiento estaba lleno, y la playa también. Costó harto encontrar un espacio para dejar las 4 motos. Camarón pilló uno para él casi bloqueando la salida. Yo por supuesto, paré justo antes que empezara el arenal. Uno de mis compañeritos (no me acuerdo quién, sorry) se paletió y me la llevó a un  rincón desocupado que si era un montón de arena blanda.
Ahí quedaron las otras 3 motos, incluído el Titanic del Brujo.
Resultaba que había un evento a beneficiencia de una de las chicas del restorán que estaba en una emergencia de salud. Entonces se habían desplegado canchas de voleyball de playa, parece que para un campeonato, y una mini feria donde vendían artesanías, y variedad de productos naturales para distintas cosas.



Mientras estacionaban las motos me adelanté para reservar una mesa buena. No me acordaba lo difícil que es caminar por la arena con ropa de moto hasta la entrada al restorán. El esfuerzo de la caminata por la arena, con traje de moto, casco incluido, se hizo sentir pero llegué y tomé posesión de una mesa en la terraza al lado de la playa.


El día estaba con algunas nubes, caluroso al sol y fresco a la sombra. Llegaron los demás, nos instalamos y pedimos unas cervezas. Eramos los únicos comensales a esa hora. Después de un rato nos acaloramos y pedimos cambio de mesa a una con sombra.

Pedimos la comida, que como casi siempre estaba muy buena. La conversa también que evidentemente tocó los temas políticos y eleccionarios.
Después del almuerzo nos volvimos a la mesa al sol, y alguien pidió un café. Cerca estaba un perro grande medio flojo, que sitió la urgencia de vaciar la vejiga o marcar territorio, o ambas, y le meó la chaqueta al Brujo, que estaba colgada en el respaldo de la silla.

Melon y Melame
Como a las 15:30 decidimos volver, pagamos y nos fuimos a las motos. No era opción quedarse en la playa porque estaba muy concurrida.
Llegamos a las motos que estaban enterradas en la arena. Se organizó el equipo para sacarlas sin caerse. Yo por supuesto me hice a un lado a sacar fotos de la proeza. Primero fue la mía, después el Titanic y al final la del Rana.





Nos volvimos a Santiago por la cuesta Nogales, que va avanzando en las obras de mejora vial.
En la 5 Norte el calor se hacía sentir, varios grados más que en el litoral.
Como era tan temprano, paramos en LlayLlay a tomar algo y conversar.
Hacía un viento impresionantemente fuerte. Se volaba hasta mi pelo super corto.
A pesar del viento lo pasamos muy bien. 



Nos despedimos y seguimos camino a Santiago, sin contratiempos y llegamos tod@s bien.
Un rico día, para repetirlo!
Hasta la próxima !!







sábado, 23 de octubre de 2021

Caballito de Palo con caballito nuevo!!

Muchas coincidencias favorables se dieron para que hoy presentara en sociedad mi nueva joyita, que llegó sin buscarla y que me tiene chocha chocha.

Es bajita, llego al suelo sin problemas, tiene un motorazo, es muy suave y casi me parece que es más fácil de manejar. Solo falta ponerle un alzador del manubrio para no ir tan agachada y quedar más cómoda en viajes largas.

Capítulo aparte fue el show de sacar el TAG. Como no pude hacerlo, básicamente porque fui en el horario indicado en la pagina web, llegué media hora antes y ya habían  cerrado. Reclamé a Linea Directa de El Mercurio, como en los viejos tiempos, y de la autopista me respondieron que mirara la página  web, que ahí se indicaban los horarios... broma!

Dado lo anterior salí con pase diario. No me animé a salir ilegal sin la patente y solo con la factura como me insistió Camarón. El único  detalle es que el permiso diario no sirve para la Radial Nororiente... así  no más ... un ejemplo de preocupación por el usuario.

Me levanté temprano, demasiado temprano, y llegué a Cochi con media hora de anticipación. El plan era juntarnos ahí, y hacer la ruta Los Libertadores, de ahí por la 57 hasta LlayLlay y de ahí  a Nogales y Rungue que es el nombre de la localidad donde está el restorán que al parecer, logró sobrevivir a dos temporadas prácticamente cerrado por los confinamientos y las restricciones en los aforos, producto de la pandemia.

Al poco rato llegó Camarón con la Arepa, Pancho, Wirito, Mamón, el Topo, Spoiler, y el Brujo con la Cristina. Se juntaron 9 motos y 11 participantes. La Copec estaba llena, colapsada diría yo. Con autos y también con motos. Había un grupo grande la mayoría  BMW grandes, estacionadas donde nos ponemos normalmente nosotr@s, detrás  de los conos.






Luego de las felicitaciones de rigor, nos pusimos en marcha, no sin antes que Wirito nos avisara que él  iba a Viña a ver a su mamá, que nos acompañaba hasta el desvío que le servía para llegar a la Ciudad Jardín.

Yo iba super nerviosa, manejando la moto por primera vez por más de 5 Km seguidos. Aún sin familiarizarme con los miles de símbolos y funciones del manillar y de la pantalla.

Obviamente se hicieron dos o más grupos, los que van más rápido, los que paran a fumar, los que se adelantan, y yo, que no me atrevía a sacarle mas de 110 a la joyita jajajajaja.

El día estaba despejado pero fresco, primaveral total. La idea era salir bien temprano para evitar los tacos, y la cola en el restorán. Camarón, uno de los autores intelectuales de mi nueva adquisición fue casi todo el camino, cerca de mi. Entre otras cosas porque habíamos quedado en que ellos me pagarían el peaje para no demorarme tanto.

Los Libertadores estaba con poco tráfico, lo que es siempre un agrado. Avanzamos más o menos rápido, mientras yo me iba acomodando en la máquina nueva y desconocida, paradigma de la tecnología de punta de estos tiempos.

Llegamos al final de Los Libertadores, en el puerto terrestre y empalmamos con la ruta 57. Recién inaugurada, es autopista era un lujo que atravesaba campos de la zona, alejada de los pueblos y poblados. Ya no es así. Igual que en la antigüedad, cuando en cada lugar donde había un río surgía un asentamiento humano, ahora, sucede lo mismo con los caminos y las autopistas. Han ido apareciendo conjuntos habitacionales que verán en la autopista una oportunidad de conectividad y plusvalia.

Llegamos a LlayLlay al peaje que estaba bastante concurrido. Nos reunimos a la salida de las casetas de cobro. Ibamos de lo más  bien a buen ritmo y buena hora.De ahí, a La Calera y la salida a la cuesta Nogales.

Spoiler, que maneja información privilegiada, nos advirtió de las obras que hay en la cuesta, con alto trafico de camiones, que desparraman tierra en la calzada, lo que afecta la adherencia de los neumáticos. Así  que yo al menos, iba muy atenta y alerta a esa situación. En efecto, las obras son monumentales. Me dio la idea de que el plan es hacer un camino de dos pistas por lado en toda la cuesta. Yo creo que quedará super mega bueno!

Pero el camino estaba mas bien despejado, y limpio. En ese tramo nunca fuimos todos juntos. A lo más grupos de tres. Seguimos a Puchuncaví y avanzamos hacia Rungue, el destino final. Los vehículos transitaban a ritmo vacacional.

Llegamos temprano al Caballito de Palo, por lo que no hubo problema ni con el estacionamiento, ni con la mesa.



Elegimos una en la terraza y nos instalamos cómodamente. Tópico ineludible fue la contingencia política y el crecimiento en las encuestas del candidato de ultra derecha, el Pepe Kast. Otros le dicen el Jose, sin acento, y los más circunspectos, lo llaman José Antonio.





Pedimos los platos elegidos por cada uno, en un ambiente distendido. 

Fue un almuerzo agradable, sin estridencias ni exabruptos, la comida "correcta" como dicen ahora los especialistas para decir que algo estaba bueno. Yo pedí porotos granados, que estaban correctísimos jajajaja.


Terminamos de almorzar temprano, lo que daba tiempo más que suficiente para ir a la casa de  Spoiler en Maitencillo a tomar el café. Para allá partimos. La entrada al camino que lleva al condominio sigue siendo terrible. Como para que los invitados nunca lleguen! Había que pasarse para no parar en la calle y te choquen por detrás, ir a dar una vuelta en U en la salida a Marbella creo, devolverse y achuntarle a la entrada que no tiene mayor informacion. Pero igual llegamos. Algo me acordaba, lo suficiente para dar con la entrada al condominio donde está la casa del ministro.

El ministro, muy acogedor, ofrecía café a dos lucas, baño a 3 lucas, dormitorio a 10 lucas.jajajajajaja

Nos instalamos en la terraza, mientras el ministro, la Cristina y yo preparábamos café. Fue un grato y relajante momento, en las reposeras al sol. Camarón propuso volver por ConCon, y otras ideas que no cuajaron. Yo quería volverme por el túnel  nuevo, El Melón  pero tampoco hubo quorum.




Yo andaba, como recordarán,  con el pase diario que no sirve para la radial nororiente, pero quería volverme por ahí y saltarme Vespucio, sus obras viales y sus tacos. Solución, sacar la patente y convertirme en irrastreable, como sentenció Spoiler, experto en el tema. Dicho y hecho, sacamos la patente y problema resuelto.

Al final nos devolvimos por donde nos habíamos ido. Paramos a echar bencina en Puchuncaví, Camarón y Pancho nunca llegaron, así  que nos fuimos.

Más  juntos que a la ida eso si. Paramos en LlayLlay a despedirnos, donde llegaron Camarón  con la Arepa y Pancho. Se separaron del grupo porque la Arepa y Pancho estaban antojados con estar cerca del mar, idealmente en la playa, y se fueron a dar una vuelta a la costanera.

Y calabaza, tod@s a sus casas y a sus vidas, por la Radial.

Rico paseo, buen grupo, buen clima y moto nueva. Qué más se le puede pedir a la vida!!

Hasta el próximo raid!!

PD Cada vez es más difícil tener la foto grupal de la manada de gatos.