El Pirata Suizo, paseo de entresemana

Para mí, que todavía no me jubilo, salir a andar en moto un jueves, hace toda la diferencia.

Me perecía criminal perderse un día tan lindo, puro sol, ni una nube, tibio, en pleno agosto, cuando hace pocos días helaba y llovía.

Pero no logré convencer a nadie… mejor no especular acerca de las razones por las cuales los cualtaqueros no salen en moto cada vez que se puede, como si la vida fuera eterna, en fin.

Yo estaba antojada con el Pirata Suizo, y casi decidida a ir,  aunque fuera sola.

Propuse una ruta “para rudos motoqueros”, Santiago, San Felipe, Putaendo, Cabildo, Artificio, Longotoma, Los Molles. 270 Km aprox

La vuelta por la 5 Norte, rápida, 180 Km. En un día precioso, templado desde la mañana.

El único que se apuntó fue Camarón con la Rossana que hoy si podía salir a pasear.

Y partimos los tres, tempranito en Vilola, a las 10 estábamos saliendo.

Pocos autos, que rico era volver a sentir que el sol pica en la cara! 
Ya saliendo de Putaendo nos topamos con un grupo de motos multipropósito, con el cual nos encontramos varias veces en el camino, entretenido.

El camino, exquisito, las curvas justas, casi nada de tráfico, paramos a sacar unas fotos. La cordillera nevada hasta bien abajo, Portillo debe haber estado sensacional.

Y el pasto verde, ese que se ve blanco de escarcha en las mañanas, en los campos con espinos, tapizaba cada centímetro de cerro por donde anduvimos. Bello!!

 En San Felipe compramos unas alcachofas espectaculares que vende un comerciante en un carrito en una esquina, 6 por luca, nada mal.

El túnel en Artificio me encanta,  completamente oscuro, la roca viva alumbrada sólo por las luces de los autos es entre fantasmagórico y sicodélico.

En el camino, Camarón me mostró donde fue que se cayó el año pasado yendo a Los Molles por ese mismo camino. Eso es matar el chuncho, o no?

Acercándonos a la costa empezó una bruma tenue, la güevada, perdón, vaguada costera, que no disipaba aún, y que enfrió el ambiente.

Llegando a la 5 norte, a miserables 23 K de Los Molles, el panorama era otro: nublado, frío y la carretera llena de autos buses y camiones,  claro, el primer día del feriado, para algunos, largo ¡porca misera! Había estado tan rico hasta ahí!  Me felicité de haber elegido la vuelta larga, haberse ido por la panamericana hubiera sido una tortura, incluída la fila eterna a uno por hora en la pista única de la Cuesta Las Chilcas, que está en arreglos.

Llegamos finalmente al destino, estacionamos las motos, Camarón yendo a inspeccionar el terreno, se tropezó con la cuneta y se sacó la cresta! Con casco puesto y todo. Además es super aparatoso para caer, como los futbolistas, terminó cuan largo es tirado en la vereda. Y se pegó en la misma rodilla que se pegó el año pasado. Muchas coincidencias.

Las penas las pasamos con la comida de Giorgio, el pirata suizo y hippie, en el día de aniversario del festival más grande de la historia, Woodstock, ocurrido hace  44 años ya. Saboreamos los platos, todos ricos, en este refugio,  no restorán, como le gusta decir a él.

Volvimos por la 5 norte, que seguía fría pero despejada de vuelta a Santiago.

Ya 10 o 20 Km más al sur teníamos sol de nuevo.  Y calorcito. Paramos e la Copec  después del túnel, para un cafecito.

La llegada a Santiago por Quilapilún, totalmente expedita. 

Harto paco si, muchos sobre todo en la calzada sur – norte. Tuvimos suerte, porque todos los que controlaban en el lado hacia Santiago, estaban ocupados con otros menos afortunados, cuando pasamos nosotros.

En resumen, un paseo de casi 500 Km, redondo, como dice Camarón, en el sentido que no nos fuimos en línea recta, sino haciendo una vuelta, como los Harlystas, y también en el otro sentido, que todo salió bien, salvo el porrazo de Camarón, que no alcanzó a empañarnos  lo bien que lo pasamos.

Llegamos antes de las 6 a la casa, hasta alcancé a ir supermercado y escribir el blog.

Pp hoy con alma de hippie!!