lunes, 1 de enero de 2018

Pique corto a Villa Alemana en vísperas de Año Nuevo

Fue muy buena cosa que el recién reintegrado Vitrola, (pero no necesariamente re-adapatado al cualtaquerismo) sugiriera ir a Villa Alemana.
Nadie se había pronunciado para salir el último sábado de 2017.
Y porqué Villa Alemana, que es cualquier cosa menos un destino para un paseo en moto?
Porque se encontró en una esquina con un motorista en una Husqvarna, pero con un sonido particular y muy bonito en opinión de Vitrola. Y se entabló una conversación entre los dos motoristas acerca del tópico.
Resulta que ese sonido único era producido por un escape especial, inventado, diseñado y construído por un inventor que vive y trabaja en Villa Alemana.
Vitrola consiguió el contacto y quiso ir a ver de qué se trata todo esto y propuso ir para allá.
Yo contesté altiro que iba. Me daba lo mismo donde, porque ya llevaba mucho tiempo sin subirme a la moto.
Luego confirmó Camarón. La ruta sería por la 68, juntándonos en Copec Veneno
(quien a todo esto, ha tenido una increíble recuperación y se encuentra cerca de ser dado de alta despues de 2 meses de estar hospitalizado. Esto nos tiene a todos y todas muy muy contentos y contentas)
Nos juntamos a las 10:30.
Wirito estaba en la Copec cuando llegamos Camarón con la Marcella y yo.
Estuvimos mucho rato esperando al Vitrola hasta que lo vimos llegar. Pero después no lo vimos otro rato largo. No sé en qué se demoró tanto. (solo un cualtaquero puede perderse de los otros en una Copec...)


En el intertanto ya nos habíamos percatado del mega taco en la ruta 68. Comprensible si pensamos que era el día en que las hordas de compatriotas festejantes del año nuevo que eligen Valpo para recibir el nuevo año viendo el espectáculo pirotécnico, se desplazan en masa al puerto.
 Desde la Copec se veían los buses avanzando muy lento en una cola interminable.
Por ese motivo pensamos que sería mejor devolvernos por la Costanera Norte y salir en alguna parte hasta la 5 norte o Los Libertadores e irnos por La Dormida hasta Limache y Villa Alemana.
 Finalmente nos encontramos con Vitrola y acordamos la nueva ruta.



Por suerte Wirito cachaba bien como salir en la salida al aeropuerto,  y de ahí a Vespucio.
Finalmente nos fuimos por Los Libertadores.





El día estaba muy seco y caluroso. El paisaje pasó del verde primaveral al amarillo del verano. A mi por lo menos me gusta el contraste de los cerros y campos amarillos y el verde oscuro de los espinos, que nunca cambian su color.

Las parras cultivadas tecnológicamente creo yo, han crecido un montón y le agregan verde al camino.

Salimos en Quilapilún, que estaba convertida en una zona de práctica de deportes que no logro comprender, los ciclistas como un enjambre en ropa de lycra y los runners.
Alcanzamos a ver una avant première de la temporada de incendios, propia de la época estival y la regla de los 3 30.



Antes de llegar a Til Til hacemos una parada técnica para el puchito.


Había un hombre ya mayor, al menos de aspecto, sentado en un banco mirando y admirando las motos, y después nos dimos cuenta, sin ninguna cercanía con la tecnología. La Marcella le pidió que nos sacara una foto y asi salió jajajajaja.
La Dormida estaba exquisita, con poco tráfico y fresca en la cumbre, como si hubiera aire acondicionado.

La entrada a Olmué está en remodelación, y parece que quedará muy bien.
Habíamos pensado ir donde el fabricante de escapes. Vitrola tenía la dirección, ya había hablado con él, y después ir a almorzar a alguno de los reductos típicos de la zona.
Buscando la dirección


Taco en Villa Alemana

Finalmente dimos con el inventor, que se llama Luis, que nos cuenta que trabajó 10 años en la mecánica de la  aviación naval. 
El y su mujer (ambos andan en moto) nos reciben, nos hacen pasar, nos ofrecen bebidas y Luis se extiende en una presentación no improvisada acerca de su trabajo y las bondades de sus inventos: los tubos de escape, que no solo proporcionan un sonido especial, que hasta hace que se liberen endorfinas, sino que aumentan la potencia de los motores hasta en un 25%, y un aditivo para la bencina que según él, aumenta el rendimiento, aumenta la potencia y protege el motor, porque no tiene solventes y trabaja en la tensión superficial del combustible. Si non è vero, è ben trovato.
Vitrola con el escape de sus sueños


Poniendo el logo de Cualtaco


Examinaron detenidamente cada moto para evaluar la posibilidad de un escape nuevo. En la mía era donde más fácil resultaba. Camarón dijo: "a la Pinpón no cuesta nada ponérselo, dos minutos y listo" Jajajajajaja


En un descuido de Vitrola, Camarón le puso un logo en la moto. Lo gracioso fue que Vitrola le pedía dos logos, uno para la moto y otro para el computador, y Camarón, lo columpiaba diciéndole que para qué quería dos logos. Hasta que Vitrola se dio cuenta de la situación y reconoció que todavía le falta en la sintonía fina de Cualtaco.
Wirito se prestó para hacer la prueba en su propia moto, aceptando que le echaran el aditivo a la bencina, e hiciera una prueba. Salió a dar una vuelta y quedó satisfecho con el resultado.


A probar la bencina pichicateada
Después de eso nos echó el aditivo a todos jajajajaja y es verdad que la moto anda más rápida y más suave. Camarón escéptico dice que es acetona y que no hay ningún misterio ni genialidad en el asunto
Se nos hizo super tarde, y cerca de las 3 nos despedimos y nos fuimos a almorzar al Parque China, en Limache. El antiguo puente Chaparro, de solo una pista y semáforo para ordenar el tráfico fue reemplazado por un estupendo puente de dos pistas. Si Camarón no me dice, no me hubiera dado cuenta.




La comida estaba muy buena, y la mesa con el disco giratorio hizo las delicias de los niños interiores de los comensales, especialmente de Camarón.
Nos matamos de la risa con diferentes temas, y un pequeño bullying a Vitrola que todavía no está completamente asimilado a la cultura cualtaquera.



Teníamos que volver luego porque a las 7 PM teníamos la reunión de planificación del viaje a Foz de Iguazú en Febrero.
Rajamos de vuelta, echamos bencina para diluir un poco más el aditivo en una Copec nueva en TilTil, y preferimos seguir por la 5 Norte en vez de Quilapilún que sería más rápido. 
En La Dormida había harto tráfico hacia Olmué, pero casi nadie hacia Santiago.
Paramos en el peaje Lampa para despedirnos.

La foto grupal
Resultó un gran día de lo que fue un paseo con ninguna expectativa salvo poder andar en moto un rato, el día antes del último día de 2017.





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