El desayuno, como el hotel, más o menos nomás pero el agregado de la compañía de los amigos y de andar paseando en moto, lo convierten en un lujo asiático que muchos envidiarían.
Quedamos de juntarnos a las 8, porque el día era largo y no sabíamos cómo estaría la aduana.
La conversa derivó en lo bien que hace la meditación, ahora denominada mindfulness. En simple, cómo detener los pensamientos y relajar la mente.
Para Camarón eso resulta impensable, a pesar de que ha tenido experiencias de ese tipo, sin saberlo. Con la Veti nos esforzamos por persuadirlo, pero no hubo caso.
Sacaron las motos de la cochera para cargarlas en la vereda.
Mamón que no daba más con el poto, se fabricó un cojín improvisado con el forro de la chaqueta jajajaja pobre...
A las 8:30 salimos a echar bencina y a las 9 ya estábamos partiendo.
El día estaba bien soleado y ya había como 20 grados. Yo no me abrigué y pasé un poco de frío hasta Uspallata.
La salida de San Rafael
El camino estaba muy despejado, y nuevamente una línea recta hasta los primeros pueblos antes de Mendoza.
Al ir acercándonos a la capital de la provincia, aparecían los pueblos con semáforos.
Inexplicablemente el Wiro paró en una sombrita, diciendo que más allá no había más sombra... jajajajaja y qué más da????
El Wiro y Vampiro pudieron fumarse su puchito.
Y Mamón pudo descansar sus posaderas.
Se imaginarán el largo listado de sugerencias para resolver su problema, surgido de la creatividad de la manada de gatos.
Más allá el paisaje era precioso, con el cielo limpio y la cordillera blanca producto del temporal del jueves, que dejó Santiago inundado y la montaña nevada.
Milagro que cuando tuvimos que tomar el desvío hacia Uspallata y Chile, nadie se pasó y seguimos ordenaditos en filita.
Acordamos parar en Potrerillos a echar bencina, para no ir tan justos, y porque la moto de Mamón combinado con su modo de manejar, no tenía la autonomía necesaria.
La bomba está muy cerca de la carretera pero el acceso estaba muy malo. Es un camino de tierra, muy disparejo, con hoyos y pozas de agua.
Echamos bencina, descansamos un rato y seguimos.
Camarón me corrió la moto más cerca de la salida y Wirito me la dejó al lado del pavimento. Eternamente agradecida.
Justo después de Potrerillos está el embalse que supongo que se llama Potrerillos, lo encontré mucho más bajo que otras veces y hay dos puentes que no estaban en mis registros.
Como sea es un punto alto del paisaje.
Después venía la parte que le gusta al Mamón. Las curvas del camino hasta Uspallata. Iba harto auto y camiones, por lo que los adelantamientos no estaban fáciles.
Y no faltó el desvío, un poco de tierra y otro poco, pavimento malo
Camarón me avisaba que no venía nadie y yo adelantaba en lo que se llamaría un acto de fe, porque mi visibilidad era cero.
Llegamos a Uspallata con la promesa de un bife chorizo, mejor que el que comí en Malargüe, con la lección aprendida de pedirlo jugoso y no a punto, porque si no, llega muy cocido.
Paramos en la parrilla La Estancia de Elías, al frente de la bomba de bencina.
En buena hora llegamos muy temprano, cuando había pocos comensales, porque después se llenó y el trámite de pagar fue muy lento.
Camarón: el mozo se llamaba Fabián.
Pedimos sendos bifes de chorizo, ensaladas mixtas y fritas.
La carne estaba buena pero no maravillosa, porque aunque la pedí jugosa, me llegó muy cocida. Definitivamente no fue mi fin de semana en lo que a carne se refiere.
Pero el chacoteo estuvo muy entretenido! Me acuerdo de haber llorado de la risa, pero no me acuerdo porqué fue...
En cuanto pudimos partimos rumbo a Santiago, con la duda de cómo estaría la aduana. Yo me abrigué harto y le achunté porque el cruce de la cordillera hasta Saladillo estaba bien helado.
Bien poco tráfico, el camino bastante bueno, y no tanto viento al principio. Pero sí más cerca de la subida a la cordillera.
En el cobertizo largo, después de los túneles, había barro y agua en la calzada en una curva. Como por ahí uno pasa rápido, me alcancé a asustar y a frenar un poco pero no mucho para no patinar.
Llegamos a la aduana con muy poca cola. El trámite fue expedito, y luego ya estábamos listos para seguir camino.
Sacamos la foto de despedida en el letrero de bienvenida a Chile.
La fila de autos argentinos volviendo a Argentina, repletos de compras era bien impresionante y no paraba hasta abajo.
La bajada de Portillo estuvo muy bien.
Más allá habia arreglos y banderero. Yo encuentro que hice una maniobra nivel experto, porque vi la fila desde arriba, vi las motos que se habían ido por la berma hasta el principio de la cola, y en un acto de decisión total, me tiré por la berma, llegué al principio cuando indicaro seguir, y pasé entre una moto y un cono, quedando creo que la primera de la fila. Eso sí, con la maleta derecha topé y boté un cono al que le hice el quite.
Paramos en Saladillo a echar bencina. A Vetu la moto se le puso caprichosita y no quería partir. Pero después el le hizo saber quién manda, y partió.
Ahí también nos dimos cuenta que yo traía el neumático trasero en las telas.
Según Camarón no era necesario rellenar bencina y yo le hice caso.
Seguimos a Santiago, y todavía se veían argentinos volviendo a su tierra.
El resto del camino, agradable y conocido.
Completamos 1600 Km mas o menos, de asfalto, aventuras, chacota y camaradería.
A mi casa llegué con cero neumático, cero bencina y cero pesos argentinos. Todo alcanzó justo justo.
Un extraordinario paseo, idea de Paparazzi. Lo echamos mucho de menos, junto con la Leo y Elmer. Tenían que haber estado!
Para la otra será.
Gracias a Wirito, Camarón,Vampiro, Mamón, por ayudarme a correr la moto cuando no puedo.
Y mil gracias a la Veti por su excelente aporte de montones de fotos, que sacó con mucha dedicación y entusiasmo.
Gracias Cualtaco por estos paseos inolvidables!!
BONUS TRACK: GP hizo caricaturas de Camarón con los brazos quemados y Mamón con su cojín improvisad. Aquí van jajajajaja
Sacaron las motos de la cochera para cargarlas en la vereda.
Mamón que no daba más con el poto, se fabricó un cojín improvisado con el forro de la chaqueta jajajaja pobre...
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| Preparando el cojín |
A las 8:30 salimos a echar bencina y a las 9 ya estábamos partiendo.
El día estaba bien soleado y ya había como 20 grados. Yo no me abrigué y pasé un poco de frío hasta Uspallata.
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| Mamón y su cojín |
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| Aquí perdieron muuuucho |
La salida de San Rafael
Al ir acercándonos a la capital de la provincia, aparecían los pueblos con semáforos.
Inexplicablemente el Wiro paró en una sombrita, diciendo que más allá no había más sombra... jajajajaja y qué más da????
El Wiro y Vampiro pudieron fumarse su puchito.
Y Mamón pudo descansar sus posaderas.
Se imaginarán el largo listado de sugerencias para resolver su problema, surgido de la creatividad de la manada de gatos.
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| La sombra del Wirito |
Más allá el paisaje era precioso, con el cielo limpio y la cordillera blanca producto del temporal del jueves, que dejó Santiago inundado y la montaña nevada.
Milagro que cuando tuvimos que tomar el desvío hacia Uspallata y Chile, nadie se pasó y seguimos ordenaditos en filita.
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| A la derecha, la salida a Chile |
La bomba está muy cerca de la carretera pero el acceso estaba muy malo. Es un camino de tierra, muy disparejo, con hoyos y pozas de agua.
Echamos bencina, descansamos un rato y seguimos.
Camarón me corrió la moto más cerca de la salida y Wirito me la dejó al lado del pavimento. Eternamente agradecida.
Como sea es un punto alto del paisaje.
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| Vista aérea del embalse |
Y no faltó el desvío, un poco de tierra y otro poco, pavimento malo
Camarón me avisaba que no venía nadie y yo adelantaba en lo que se llamaría un acto de fe, porque mi visibilidad era cero.
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| El desvío |
Llegamos a Uspallata con la promesa de un bife chorizo, mejor que el que comí en Malargüe, con la lección aprendida de pedirlo jugoso y no a punto, porque si no, llega muy cocido.
Paramos en la parrilla La Estancia de Elías, al frente de la bomba de bencina.
En buena hora llegamos muy temprano, cuando había pocos comensales, porque después se llenó y el trámite de pagar fue muy lento.
Camarón: el mozo se llamaba Fabián.
Pedimos sendos bifes de chorizo, ensaladas mixtas y fritas.
La carne estaba buena pero no maravillosa, porque aunque la pedí jugosa, me llegó muy cocida. Definitivamente no fue mi fin de semana en lo que a carne se refiere.
Pero el chacoteo estuvo muy entretenido! Me acuerdo de haber llorado de la risa, pero no me acuerdo porqué fue...
En cuanto pudimos partimos rumbo a Santiago, con la duda de cómo estaría la aduana. Yo me abrigué harto y le achunté porque el cruce de la cordillera hasta Saladillo estaba bien helado.
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| Los Penitentes |
Bien poco tráfico, el camino bastante bueno, y no tanto viento al principio. Pero sí más cerca de la subida a la cordillera.
En el cobertizo largo, después de los túneles, había barro y agua en la calzada en una curva. Como por ahí uno pasa rápido, me alcancé a asustar y a frenar un poco pero no mucho para no patinar.
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| Nublado y helado |
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| La mancha de agua en el cobertizo |
Llegamos a la aduana con muy poca cola. El trámite fue expedito, y luego ya estábamos listos para seguir camino.
Sacamos la foto de despedida en el letrero de bienvenida a Chile.
La fila de autos argentinos volviendo a Argentina, repletos de compras era bien impresionante y no paraba hasta abajo.
La bajada de Portillo estuvo muy bien.
Más allá habia arreglos y banderero. Yo encuentro que hice una maniobra nivel experto, porque vi la fila desde arriba, vi las motos que se habían ido por la berma hasta el principio de la cola, y en un acto de decisión total, me tiré por la berma, llegué al principio cuando indicaro seguir, y pasé entre una moto y un cono, quedando creo que la primera de la fila. Eso sí, con la maleta derecha topé y boté un cono al que le hice el quite.
Paramos en Saladillo a echar bencina. A Vetu la moto se le puso caprichosita y no quería partir. Pero después el le hizo saber quién manda, y partió.
Ahí también nos dimos cuenta que yo traía el neumático trasero en las telas.
Según Camarón no era necesario rellenar bencina y yo le hice caso.
Seguimos a Santiago, y todavía se veían argentinos volviendo a su tierra.
El resto del camino, agradable y conocido.
Completamos 1600 Km mas o menos, de asfalto, aventuras, chacota y camaradería.
A mi casa llegué con cero neumático, cero bencina y cero pesos argentinos. Todo alcanzó justo justo.
Un extraordinario paseo, idea de Paparazzi. Lo echamos mucho de menos, junto con la Leo y Elmer. Tenían que haber estado!
Para la otra será.
Gracias a Wirito, Camarón,Vampiro, Mamón, por ayudarme a correr la moto cuando no puedo.
Y mil gracias a la Veti por su excelente aporte de montones de fotos, que sacó con mucha dedicación y entusiasmo.
Gracias Cualtaco por estos paseos inolvidables!!
BONUS TRACK: GP hizo caricaturas de Camarón con los brazos quemados y Mamón con su cojín improvisad. Aquí van jajajajaja
Pp fantástico relato .
ResponderEliminarNos metemos en el viaje a través de la camara . Gracias