lunes, 12 de diciembre de 2016

Fin de semana largo de Diciembre en Malargüe y San Rafael: Dia 2

Como nos habíamos acostado tarde, no madrugamos tanto, y desayunamos con toda calma, esperando al resto de los viajeros, que llegarían como a las 10:30.
Ese día teníamos que cruzar el paso Pehuenches y llegar a Malargüe, recorriendo el camino que lleva a Colbún y la Laguna del Maule, unos 300 km, hasta llegar a nuestro destino.
El personal es muy amable, nos facilitaron poder preparar unos sandwiches de marraqueta con huevo revuelto, o queso para llevar para el camino, ya que no había donde almorzar, y no sabíamos cuánto demoraríamos en la aduana argentina.
Tuve tiempo de recorrer el lugar, y conocer su historia. Yo creo que tiene mucho futuro porque el concepto es muy contemporáneo. Ecológico, autosustentable, y en coordinación directa con la comunidad. 
Todos los proveedores son pequeños productores de la zona. Tienen una tienda en que las artesanas exhiben y venden  sus tejidos, telares y bordados.






El quincho

Elmer con Santiago y Mamón llegaron temprano, cerca de las 10:30.
Se tomaron un café, estuvimos conversando un rato con Charlie, sacamos fotos grupales, y nos despedimos.

Charlie

Charlie nos había dicho que podíamos ir por otro camino hacia la frontera, y les mostró en el mapa a los que entienden los mapas cual era la ruta. (distinta a la típica por San Clemente, Vilches y El Colorado)
Y partimos.

Elmer y Santiago



Al poco rato, en una bifurcación nos dividimos. Wiro partió en una dirección, yo me pasé del cruce y paré y ahí quedamos, indecisos y varados.
Preguntamos a unos lugareños, Elmer miró su GPS, Vetu consultó el Waze. Y no se ponían de acuerdo por donde ir.
Decidimos seguir por donde se había ido el Wiro. Mamón me ayudó a dar vuelta la moto porque no estaba fácil.
Camarón sin chaqueta



Por donde era?


Vetu consulta el Waze

Elmer consulta GPS

Preguntando a los lugareños

Al poco rato llegamos a Colbún, al pueblo, y nos encontramos con el Wiro que venía de vuelta con la noticia que el famoso camino alternativo, no era tal y que estaba cortado.
Otra vez dar vuelta en U, también con la ayuda de mi primo, y devolvernos por donde habíamos venido. Para asegurarnos el Wiro paró en el retén, y preguntó cómo llegabamos a la frontera.
Debo decir que Colbún es mucho más grande que lo que yo me imaginaba, hasta con semáforos!



Elmer muestra el GPS


En la comisaria de Colbún
Nos devolvimos mucho rato y llegamos donde nos habíamos perdido al comienzo jajajajaja
Más adelante, después de cruzar el puente del Maule, surgieron nuevas dudas acerca de si íbamos por el camino correcto.
LLevábamos como 70 Km y  una hora perdidos en los alrededores de Colbún jajajajaja.




Ellos aprovechan la parada pal puchito
Finalmente llegamos al camino ya andado y conocido en paseos anteriores.
Por suerte casi no había tráfico, asi que perdidos y todo, andábamos rápido.
El día estaba seminublado y la temperatura exquisita. Tanto, que Camarón se fue sin chaqueta y con manga corta. Todavía lo lamenta por las quemaduras de sol con que quedó en los dos brazos.
Paramos a echar bencina en la bomba de El Colorado, la última antes de Malargüe.






La Veti se fue sacando fotos con la cámara y yo con la GoPro. Esos paisaje son alucinantes,los cerros, las formaciones geológicas,  las curvas, el ascenso gradual e inadvertido a los 2500 msn del paso cordillerano.
En las alturas, aparece la típica vegetación, de arbustos bajos amarillos y chascones.






En el camino adelantamos a 3 motoristas bien peculiares, uno en una Gold Wing, otro en un triciclo negro, y el tercero en una Concourse,
creo. Ocurre que estaban haciendo el mismo circuito que nosotros y nos seguiríamos topando con ellos los días sucesivos.
La Concourse

La GoldWing


Seguimos avanzando por el camino cordillerano, y disfrutando del día y de las vistas.





Alcanzamos la aduana chilena, para el primer trámite y nos alegramos mucho de que casi no había cola. Unos pocos autos y nosotros.
 Y más atrás los tres motoristas ya mencionados. Estábamos optimistas porque nos habíamos preparado psicológicamente para pasar muchas horas haciendo cola.




Cuando le tocó el turno a Elmer vino lo inesperado. Santiago no tenía su cédula de identidad... todo lo demás, estaba en regla, papeles de la moto, permiso notarial, pero sin el carnet no podían seguir. Qué lataaaa!!!
Nos despedimos, les deseamos buen viaje y completamos el trámite aduanero.
Seguimos nuestro camino, con vistas aún más imponentes,  la Laguna del Maule,las cascadas.
En un momento, yo iba más atrás, y veía la fila de motos chiquititas contra un murallón blanco que parecía una enorme duna. Precioso.
A ratos, se sentían ráfagas de viento fuerte.







Llegamos a la aduana argentina, que sigue igual de precaria que siempre. Con el container en un tierral que es la instalación de gendarmería, y una casa rodante vieja que es la cámara de comercio.
Pero al menos tienen computador. Y a pesar del calor reinante y el montón de gente que había, el trámite se hizo expedito.
Por supuesto que al rato llegaron los otros tres motoristas.


Gendarmería


Retomamos el camino, con la idea de parar en alguna parte a comer los sandwiches que habíamos preparado en la mañana.
La cola de argentinos queriendo pasar a Chile era descomunal.
En estos tiempos, el cambio y los precios les convienen mucho y se vienen en masa a comprar todo tipo de cosas.
El Wiro que iba delante, paró en un lugar imposible, estrecho y con desnivel. Vampiro y Mamón lo acompañaron. Pero no cabían 3 motos más, así que seguimos y encontramos una sombra bakán.
Ahí sacamos nuestro picnic. El Vetu sacó un pote de maní confitado. Cada uno con sus gustos.
Luego llegaron los otros y nos reunimos para seguir a Malargüe.
 El camino está pavimentado, pero con varios desvíos de tierra. Que junto con las ráfagas de viento le pusieron emoción al viaje.
Aquí el Wiro quería que paráramos...



Nuestra sombra para el picnic

El maní confitado


El resto del trayecto, aparte del viento y los desvíos de tierra, muy agradable.
Nos cruzamos con varios motoristas, solos y en grupo.

La entrada a Malargüe es igual a la entrada de casi todos los pueblos o ciudades chicas en Argentina. Con el pavimento más o menos, casas muy modestas en medio del tierral al lado del camino, la infaltable gomería con el neumático pintado alusivo al giro del negocio, y oh sorpresa! un aeropuerto!






Llegamos al hotel como a las 16:30. El mismo que estaba lleno cuando estuvimos la vez anterior, la del hostal.
Nos duchamos, los Vetus se animaron con la piscina temperada que no estaba temperada.





Al rato salimos caminando a recorrer un poco. Camarón ya estaba sufriendo por las quemaduras de los brazos.
Los tres motoristas, estaban llegando al mismo hotel cuando salimos.
En el camino nos topamos con una exhibición de unas réplicas de los dinosaurios de la zona, al lado de la oficina de turismo donde pasamos largos momentos esperando encontrar alojamiento, el día de las empanadas de vigilia (ver blog de viaje anterior  a Malargüe)
Me saqué una foto exactamente donde estuvimos sentados esa noche.
Y con un reloj, ícono de la ciudad, que además tiene calendario.


Aquí esperamos sentados 




Era muy temprano para comer, asi que nos tomamos una cerveza en un bar, y compartimos un Carlitos que pidió Vampiro, que en realidad eran como 5 sandwiches en 1 




Pasó la hora con la conversa, y volvimos al hotel para salir en moto a comer.
Mientras hacíamos un poco de hora, Wiro y Camarón vieron el partido en que la Cato se coronó campeón.
No sabíamos bien donde ir asi que seguimos las recomendaciones de los locales
 ( Malargüinos se dirá?) 
Yo aproveché de irme de pasajera con el Wirito, para poder mirar la ciudad sin tener que ir pendiente del camino, ya que iíbamos a buscar a ciegas donde comer.
Primero fuimos a El Bodegón, pero faltaba demasiado para que prendieran el fuego, o así entendimos erróneamente.
Después intentamos con la parrilla de Chuma. Cerca del Polideportivo. 
Después de dar varias vueltas lo encontramos y no nos tincó. Pero el Polideportivo es asombroso! Bien grande, con muchas dependencias y canchas y con la clubhouse muy bonita. De diseño de refugio de montaña.




 Increíble que un lugar como ese tenga ese Polideportivo y aeropuerto además.

Finalmente terminamos en el primero, El Bodegón, que ostenta ser el mejor de la ciudad. Pero los bife chorizo estaban muy cocidos y resultó ser super caro.
Volvimos al hotel muy tarde después de un largo y entretenido día.
















Y mañana a San Rafael, sin ningún apuro

3 comentarios:

  1. Como siempre es un deleite leer los reportes de la Pin Pon.
    Gracias pinpon por darte el trabajo de guardar para el recuerdo todas nuestras aventuras

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  2. Repito:Gran paseo y blog
    pinpon fantastico

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  3. Repito:Gran paseo y blog
    pinpon fantastico

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