domingo, 15 de octubre de 2023

Paseo de bolsillo a Ritoque

 Esta semana ha sido terrible... después del ataque de Hamás a un grupo de jóvenes que estaban por en Israel en un concierto por la paz. Vaya ironía. En principio murieron 200 o más personas y un centenar más fueron tomados como rehenes, con un nivel inusitado de crueldad y violencia. Niños, viejos, mujeres, civiles. Una masacre. Horroroso. 
Y la respuesta de Israel sobre la franja de Gaza ha sido una masacre de vuelta. Estos hechos han consternado al mundo y dividido las opiniones acerca del conflicto que por décadas, si no también siglos, han mantenido Israel y lo que ahora es Palestina. 
También se han alineado los apoyos internacionales, rebasando los limites de los estados involucrados.
Asi las cosas, salir a motear era una tregua entre tanta noticia terrible.


Se podría decir que este fue un paseo bien hueviado. Ya se darán cuenta porqué. Camarón propuso un paseo a Ritoque. Hacía mucho tiempo que no íbamos para allá.
La junta era en CoChi a las 10:30. Solo yo confirmé en el chat, asi que antes de salir de mi casa me aseguré que el paseo iba. Camarón además había anunciado la participación de un invitado.
Iban Camarón con la Sonia, Pancho, yo y el invitado, un doctor conocido de él.
Con la confirmación de que el paseo se realizaría, partí como a las 9:45 para llegar con tiempo a la Copec para echar bencina.
Y partí. Pero no se qué cable se me peló que partí a la Copc Veneno, en la Costanera Norte con la Ruta 68, el camino a Viña. Iba feliz, cuando de repente, a la altura de Carrascal el cable reconectó y me di cuenta que me había equivocado y que tenia que ver como devolverme para llegara a la Autopista Los Libertadores. No tuve que llegar hasta el final para devolverme porque atiné y me salí en Vespucio Sur pensando que de todas maneras llegaría a algún punto conocido para retomar el camino correcto. Ese punto fue la salida hacia Colina y Los Andes. Para allá iba yo! Qué alivio!
No se a que hora habré llegado pero no tan atrasada. Pude echar bencina, estacioné, y me fui a reunir con Camarón la Sonia y Pancho, que llevaban un rato esperando a los que faltaban: yo y el invitado. Ahí me enteré que no era la única en partir al punto de reunión equivocado que había tenido que devolverse jajajajaja,
Del invitado nunca se supo. 

A las 11 partimos rumbo a la playa mas hippie del litoral central.
En la publicación del 17/10/20 (justo hace dos años) está el detalle de la historia de Ritoque, enclave de arquitectura rupturista de los 60-70. 
A las 11 nos fuimos por Los Libertadores, El día estaba perfecto, mucho sol, buena temperatura y poco tráfico. 
El paisaje primaveral en su esplendor; los verdes brillantes en todo lo que normalmente esta seco, y el amarillo vibrante de los yuyos, la más linda de las malezas.



El plan era salir en Quilapilún hasta Til Til pero Camarón se chispotió, se pasó de la salida, y tuvimos que salir en El Colorado para devolvernos jajajajaja Tábamos claritos.

De ida

De vuelta

Seguimos por nuestro camino favorito para acceder a Til Til. Está un poco deteriorado y ya no es esa alfombra suave de años atrás. Pero igual sigue estando muy bueno. Tan bueno que lo ocupan los ciclistas enfundados en trajes de lycra y cascos ridiculos. Se toman el camino como si fueran los únicos transitando.
Camarón y la Sonia increparon aun grupo de unos 6 que ocupaban toda la calzada, cuando venía una camioneta en contra y no había como adelantarlos. Los hicieron correrse a un lado, como tiene que ser.

Cruzamos la 5 Norte por el paso elevado y llegamos al camino a Til Til. 
Ahí nos encontramos con más tráfico. Llegando al pueblo que evoca a Manuel Rodríguez el taco era imposible de sortear. El tránsito estaba desviado a la entrada del pueblo por alguna actividad local. Seguimos en fila hasta que pudimos retomar el camino normal y llegar a la subida de la Cuesta La Dormida.
Había muy poco tráfico, los cual hace mucho más agradable el vaivén en las curvas. 



Pancho disfruta de hacer las curvas a más velocidad y sentir la adrenalina de extremar la inclinación de la moto, así que nos adelantó y nos esperó cerca de la cima y el comienzo de la bajada. 
El valle se veía muy lindo desde la altura, totalmente despejado, iluminado con el sol de mediodía.
Hicimos la bajada de la cuesta sin problemas y llegamos al plano para seguir hacia Limache.
En Limache harto taco, bien latero para ser franca. 




Seguimos por el camino hacia Tabolango y Quintero. Mucho tráfico, harto camión, lo cual le resta disfrute al trayecto. Se avanza muy lento. Quizá saliendo más temprano, se evita en parte, pero a esa hora, como a las 13 era molesto.
A lo lejos se veía que la costa seguía con nubes y no terminaba de despejarse.



Llegamos Ritoque y su estacionamiento de arena. No estuvo tan difícil, y quedamos mucho mejor que la última vez que fuimos, cuando las motos quedaron enterradas y se necesitó sacarlas de a una, todos empujando.



Nos fuimos al restorán de siempre, caminando por la arena. En la playa no había casi nadie. Las nubes habían disipado y el sol entibiaba el ambiente.




Elegimos una mesa en la terraza, la de siempre... Este restorán ha mantenido una onda y estética media hippie-surf bien chora. El baño es común, no diferenciado entre mujeres, hombres y otros. Son todos baños cerrados, asi que es lo más lógico. Solo se comparten los lavamanos, igual que en algunas partes de Estocolmo.Además está muy bien decorado, en estilo hippie, obvio, con flores naturales, jabón de rico aroma, y poemas escritos a mano en las puertas de los baños, para entretenerse mientras haces tus necesidades.
Mientras esperábamos los platos se acercó una señora, que dijo tener 83 años pero no los representaba. Muy muy sociable, conversadora, alabando el restorán que conocía bien. Andaba con el marido y una hija y se notaba que sabía disfrutar de la vida.Dijo que era hija de alemanes, ellala primera nacida en Chile, lo cual dio pie para que Camarón practicara su deutsch.

Mientras almorzábamos se veían a lo lejos en la playa, una moto de cuatro ruedas y un enjambre de motos como de enduro, acercándose al restorán. La imagen recordaba alguna escena de la primera película de la serie Mad Max.
Eran un grupo de cabros y una cabra que andaban en motos todas parecidas, como de plástico, como de enduro. Venían desde Mantagua por la playa. Dejaron las motos tiradas en la arena y se sentaron en la mesa del lado.


Nos sorprendió una gata rubia, como un león en miniatura, que se paseaba por los techos, las barandas y las mesas, con aires de reina. Efectivamente, es una gata regalona del restorán, que está ahi hace muchos años.



La novedad fue que ahora hay postre. Helados artesanales y "strusel" como nos señaló Nicolás, el mozo que nos atendió.
Fuimos por los helados, deliciosos!! Super recomendables. La comida, como siempre, muy buena. 

Me encanta Ritoque, me encanta el restorán, pero me cargó el camino hasta allá. No se si volveremos otra vez.
Nos volvimos por Ventanas, lo que alguna vez fue la industria que tiraría para arriba a la zona, ahora una especie de pecado o vergüenza, cerrada definitivamente por el grave daño ambiental que causó a lo largo de los años.
Y de ahí a Nogales. Yo juraba que estaba terminada pero todavía le falta un buen poco para estar lista. 
Recordemos que las obras estuvieron detenidas por un reclamo de algún grupo ambientalista respecto de un arbol centenario ue estaba en el trazado.
Yo no lo vi, pero Camarón la Sonia y Pancho vieron un árbol gigante, botado al lado del camino, con las raices a la vista. Parece que ya se zanjó la controversia, el árbol será reubicado y se puede avanzar con las obras.
Cuando esté listo, será un camino extraordinario, de muy alto standard.
Yo había recomendado entusiastamente la Shell de La Calera para hacer la parada del café y bencina. Quedamos de parar ahí en vez ce la Copec de Wiro.
Pero no fue. Yo, que iba adelante me confundí (por segunda vez en el dia...) y no paré en la bomba. Cuek! asi que seguimos hasta Llay Llay no más.


Echamos bencina, tomamos alguna cosita, echamos la talla y nos despedimos.
Volvimos por la Radial y llegamos a Santiago a las 19. Me encanta el horario de verano... luz hasta tarde.
Hasta la próxima!!


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