Después de casi dos meses sin sacar la moto, Camaron propuso un paseo al Puro. Caballo. Resulta que el dueño llevó su auto al taller y en la conversa surgió que ya conocían el lugar porque habíamos ido varias veces. Un lugar muy bonito en Lagunillas, por el camino a Algarrobo, dedicado a diversas actividades ecuestres, cría de caballos y hasta rodeos en una medialuna.
De hecho en uno de los paseos nos tocó presenciar el deporte por excelencia del campo chileno.
Yo confirmé inmediatamente, sumándome a Camarón con la Sonia y Pancho. Al rato, para mi sorpresa, Ojitos que sorpresivamente estaba en Santiago también confirmó.
Al final Migué avisó que iría en auto con la Olga.
Todo listo, la salida sería desde Copec Veneno, a las 11:30.
Yo iba más feliz que perro con pulgas, después de tanto tiempo sin salir a un paseíto.
Me fui por la Costanera Norte con bastante tráfico, pero no tanto considerando la hora y que es fin de semana en plenas vacaciones.
Cabía la posibilidad de que en la salida hacia la Ruta 5 la cosa mejoraría, lo cual no fue tan así.
Pero lo que no me esperaba era un taco descomunal, de por lo menos 2 Km, antes de la Copec, a paso de hormiga y teniendo que detenerse cada tanto. Y con 31º.
Primero pensé que era un accidente. Después me di cuenta que la 68 estaba igual.
Ahí pensé, que hasta ahí llegaba yo. No me iba a bancar quizá cuántos Km más de taco, y probablemente una autopista saturada.
Le pregunté al bombero que me echó bencina si ese taco era normal, y me dijo que si, que todos los fines de semana en esta época es así, y que el taco dura hasta pasado El Noviciado.
Cuando llegué ya estaban Pancho y Ojitos.
Los saludé con mucha alegría de verlos, especialmente a Ojitos, que lo vemos tarde mal y nunca.
Sin que yo dijera nada, Ojitos dijo que mejor nos devolviéramos y nos fueramos a Chacabuco a comer unas empanadas. Yo estaba 100% de acuerdo.
Pancho no tanto, pero había que ver qué opinaba Camarón.
Cuando llegó Camarón dijo que Migué ya iba en camino a Lagunillas y era complicado cambiar el paseo. Y que el taco no era tanto, que había que irse por la berma.
Cuento corto, Camarón on la Sonia y Pancho siguieron a Lagunillas y yo con Ojitos nos devolvimos por la Costanera Norte hasta el Túnel Los Conquistadores.
Lo mismo Los Libertadores, casi sin movimiento a esa hora.
Eso sí, todo seco como yesca. Increíble el cambio del paisaje en invierno después de los temporales en que estaba todo verde, como Escocia.
Llegamos a las empanadas y cuek! estaba cerrado!!
Miramos incrédulos junto a una pareja que andaban en auto, preguntándonos que onda!!
Nuevo cambio de planes.
Por ahí cerca no había alternativas, así que decidimos volver a Santiago, dejar las motos en mi casa, y buscar algún lugar donde almorzar, ya que yo vivo en un sector con muchos restoranes cerca, como para ir caminando.
De vuelta, también un agrado!! Cero tráfico en Los Libertadores y en la Radial.
Eso sí la temperatura había subido a 34º.
Llegamos a mi casa, dejamos las chaquetas y los cascos, y fuimos caminando hasta la esquina, donde elegimos un restoran italiano, que yo aún no conocía y que resultó buenísimo!!
Con sus buenos shop heladitos, la conversa fue como si nos hubieran dado cuerda.
luego volvimos a mi casa, y estuvimos un rato viendo el viaje a Alaska, prrogramado para 2020 y que la pandemia se encargó de arruinar.
Lo retomaremos, pensando en hacerlo este año.
Nos despedimos muy contentos porque igual habíamos andado 164 Km entre una cosa y otra, por autopistas agradables.
Según Camarón el taco no era nada. Peo ya sé que tenemos percepciones muy distintas de lo que es andar en un taco como ese.
Pero raya para la suma, los de Puro Caballo lo pasaron super bien y nosotros también.
No hay muchas fotos, porque yo no saqué, y el otro grupo hizo videos.
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