Simplemente Valparaíso

Este paseo fue propuesto por Elmer entre miércoles o jueves, como una alternativa entre varias. El destino sería Valparaíso, en principio, la Colombina, y la reunión en Copec Veneno a las 10:43 (así decía el mail ) y no se esperaría a los atrasados.
Pero la verdad es que parece que nadie pescó la hora porque yo estaba ahí como a esa hora y muchos estaban recién empezando a tomar los desayunos que habían comprado en la cafetería.
Si bien pocos habían confirmado (Elmer, Brutus, Topo Wiro y Leo) terminando siendo 9 motos y 11 asistentes, buen grupo!
Elmer andaba con Santiago, su copiloto oficial y seguro continuador de la pasión y hobby de su abuelo. Apareció Fredy (Kruger) quien después de una larga ausencia por motivos más que justificados, espera integrarse más regularmente, fue bueno verlo de vuelta. Y le dimos los abrazos correspondientes a nuestro Vigilante que estuvo recientemente de cumpleaños.
Eramos: Vigilante, Topo, Brutus, Leo, Wiro, Camarón con la Rossana, Elmer con Santiago, Fredy y yo.

El cumpleañero

La 68 un asco como siempre, peor a esa hora, pero al menos yo me fui un poco más cómoda porque Fredy se fue todo el rato atrás mío, los demás se escaparon dribleando entre los autos y buses que casi todo el rato eran columnas compactas. No sería exagerado decir que me fui todo el camino con escolta policial jajajaja.

Elmer con Santiago

Para empeorar las cosas iba algún "importante" en un auto con vidrios oscuros (esos autos siempre me recuerdan a los narcos), en una fila de tres, totalmente pegados, adelantando juntos, y haciendo notar que tienen preferencia. Esa actitud molesta y prepotente con todo el resto que no somos "importantes". Al Wiro literalmente lo sacaron de su pista, pero él hizo notar su indignación y con el chofer del primer auto intercambiaron gestos hostiles e insultos en lenguaje de sordomudos, osea, con las manos.
Después del túnel Zapata la cosa estaba más fluída, aún cuando más adelante iba una comitiva de muchas Vans blancas de la Armada, escoltadas por Carabineros en moto, trasladando más gente importante.
En la zona de Lo Vásquez se podían apreciar los cerros quemados por un incendio que ocurrió hace algunas semanas, y que llegó muy cerca de las casas.
Para tomar el camino La Pólvora nos pudimos compactar y entrar todos juntos. Harto camión en ese camino y a esa hora. Wirito advirtió un taco interminable y nos llevó por un "atajo", que en realidad era adelantar los camiones por la berma hasta salirnos del camino por el que íbamos y tomar uno alternativo para llegar al puerto.
Había un letrero que decía "congestión en zona portuaria" ¿sería eso el motivo del taco?

El atajo

La salida

El asunto es que pudimos seguir por un camino más o menos expedito, hasta un mirador antes de llegar al centro de Valpo para sacar fotos.
Fredy, muy contento,  puso el sticker de Cualtaco en su moto.
El día estaba maravilloso, soleado y templado, inmejorable como para salir en moto!

Seguimos hasta el estacionamiento de la Plaza Sotomayor, porque por suerte ya nadie osa sugerir que recorramos los turísticos cerros del puerto, patrimonio de la humanidad, en moto. Si así fuera, yo no voy!

Dejamos las motos y partimos caminando hacia el restorán elegido, el Fauna, que tiene buena comida y una terraza espectacular como para almorzar un día como este, mirando la bahía.
En la plaza, vimos una combi VW difrazada de trolley que ofrece paseos por los cerros a los turistas. Notable la idea! También, ahí al ladito,  un puesto de churros.

 

Hasta ahí, todo bien, hasta que llegamos al ascensor que en teoría nos dejaría muy cerca del restorán elegido, y que fue descartado, en una clara señal de la desorientación de los guías. Ahí ya no sabíamos cuánto más habría que caminar... en subida. Algunos alegaban y decían "nunca más vengo a esto!", otros, opinaban que caminar no tiene nada de malo, más aún es saludable, pero no para todos jajajaja!
Con la lengua afuera llegamos al restorán elegido, con tan mala suerte que ya no había mesas y no pudimos entrar cuek!
Entramos a otro que estaba un poco más allá, en plano, por suerte, pero después de sentarnos nos arrepentimos porque era muy encerrado y tenía olor a casa vieja que necesita ser ventilada.
Casi al frente se veía otro, con una terracita bien bonita a la cual se llegaba por una escalera larguísima, pero en bajada, por lo tanto no era problema.

Y resultó ser un muy buen lugar, atendido por un belga, Edward o Edouard. Eramos los únicos, pero más tarde se llenó.
Llegaron unos cabros a amenizar el almuerzo con música de Soda Stereo, una especie de tributo a Cerati, se ganaron la "cooperación " que les dimos, muy digna y discretamente en un sobre. No en un gorro seboso como el que pasan los cantantes que aporrean las guitarras cantando valses chilotes como El gorro de lana...
El almuerzo rico y barato, un menú delicioso por 7 lucas!

Edward o Edouard?

Después de almuerzo seguimos a una heladería por ahí cerca. El problema es que aunque sean pocas cuadras, si son en subida parecen muchas más y eso desanima a los menos deportistas. Después de ese arito, nos dirigimos al ascensor El Peral, que nos llevaría de vuelta al plano.

En el mirador sacamos fotos del entorno.
Estaba despejado como ya dije, pero con esa distorsión que produce la atmósfera, y que Leonardo (Da Vinci, no el alter ego de la Leo) logró reproducir magistralmente con su técnica del sfumato.

Bajamos en el ascensor y nos dirigimos hacia el estacionamiento, para recoger las motos y volver a Santiago.
Pagamos 4 espacios, donde estaban las 9 motos. Wirito pagó el total, así que agradézcanle el gesto o páguenle lo que corresponda!
Partimos de vuelta por la Avenida Argentina, el Brutus se quedó atrás. Con la Leo, Wiro y Elmer lo esperamos infructuosamente un rato, después de lo cual seguimos con la idea de reunirnos enla Copec de Curauma, más adelante.
En el trayecto se veían muchas hectáreas quemadas, lo que quedó de este otro incendio que volvió a arrasar Valparaíso, un año después del otro megaincendio.
Da pena ver los eucaliptos, pinos y palmeras todavía en pie, pero carbonizadas  en los cerros quemados.
Nos juntamos en la Copec y ahí nos enteramos que Camarón se había quedado en el Casino... inevitable jajajaja!
Alguien dijo "vámonos juntos" y eso fue lo que no ocurrió. Nunca más vi al grupo reunido, cada uno volvió a su ritmo.
Pero llegamos todos bien.
Un paseo para repetirlo, pero con ropa y zapatos ad hoc para que la caminata sea más agradable. Valpo es muy bonito!

Hasta un próximo reporte! 
Leo, gracias por las fotos! excelentes.
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