sábado, 17 de octubre de 2020

De vuelta a Ritoque

 Vamos progresando en esto del desconfinamiento y retomando paseos más "normales".

Camarón organizó una ida a Ritoque, lugar al cual habíamos ido varias veces en la prehistoria.

Ritoque es una playa  en la comuna de Quintero, muy bonita, aguas muy tranquilas por ser una pequeña bahía muy encerrada. El pueblo gozó de cierto glamour en el pasado, muy pasado, porque en los años 70 un grupo de profesores y alumnos de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la Universidad Católica de Valparaiso, formaron una cooperativa llamada Amereida y compraron un terreno de 300 hectáreas para desarrollar su proyecto de arquitectura experimental, la Ciudad Abierta.

 Resultó en la construcción de de varias casas y estructuras super voladas, de diseños atrevidos, revolucionarias y rupturistas.

Ahí quedaron las casas y el proyecto interrumpido por el golpe militar, pero hasta ahora se aprecian desde lejos algunas de ellas, medias ruinosas, rodeadas de dunas.




Bueno, en plena playa hay un restorán, sin mayores pretensiones, con una decoración muy en sintonía con la cosa hippie de otrora, pero con toques de mayor sofisticación más moderna. Lo mejor del lugar es que los pescados son de ahí mismo, frescos frescos.




Camarón gestionó la reserva, y al igual que el paseo anterior la convocatoria fue importante. Se iban sumando cualtaqueros a medida que corría la semana para cerrar en 12 seguros. Más dos o tres probables.

Yo creo que ya tod@s (o prefieren todxs?) ya cachamos que no es cosa de perderse un paseo así como así, porque nunca se sabe si será el último antes de volver a encerrarnos por la pandemia.

La reserva era para una mesa en la terraza. Los restoranes no están autorizados a atender en el interior de los recintos, solo al aire libre.

El día estaba precioso y se anticipaba harto calor para la tarde, pero en moto siempre hay que llevar más abrigo por si las moscas.

Con Camarón partimos a Vilola a juntarnos con Pancho Pandemia y Elmer que reapareció en los paseos.

De ahí teníamos que ir a CoChi, a juntarnos con los demás.

Echamos bencina y partimos las 4 motos hacia el Túnel San Cristobal, Americo Vespucio y Ruta Los Libertadores.

Ibamos de lo más confiados cuando cuek! túnel cerrado, y nosotros en Los Conquistadores, la calle que baja, ahí en la salida de la Kennedy. Yo pensé en que había que devolverse en cuanto se pudiera para irnos por La Pirámide. 

Camarón iba liderando al grupo y en vez de devolverse luego, siguió bajando, quizá pensando en que la otra entrada a la altura del puente Suecia estaría abierta. Pero no, como se esperaba, ese acceso también estaba cerrado dado que el túnel estaba en reparaciones/mantenimiento. En Pedro de Valdivia nos devolvimos hacia la Costanera Norte para tomar La Pirámide.

Ahí también había su poco de taco y tránsito lento. Especialmente a la bajada hacia Vespucio, donde había una sola pista. Además en Vespucio misma, debido a la construcción de la AVO (Americo Vespucio Oriente, que completará la circunvalación Americo Vespucio como autopista)

Finalmente entramos a Los Libertadores, con harto atraso, y llegamos a CoChi.

Allá nos encontramos con Ojitos y Mamón, y esperamos a los Vetus.

Migué y Cia. se iría directo en auto y la Marcella se iría directo de Viña.

El Flaco Cuthbert llegó hasta allá para saludarnos y volverse ya que no iría al paseo.






Esperamos mucho rato, se suponía que debíamos partir a las 10:30 pero nos atrasamos esperando a los Vetus. 

El problema fue que él se pasó de la salida para ir a Cochi y avisó que seguía por su cuenta. Pero nadie vio el whatsapp, ni siquiera cuando no aparecía jajajaja

Además el taco en el peaje de Los Libertadores era descomunal, nunca antes visto. 

Esto debido a la habilitación del sistema free flow en reemplazo de las casetas de peaje, y que según un guardia de CoChi, era un taco común el fin de semana ya que solo una caseta estaba funcionando.

A mi me pareció una idiotez estar 20 minutos o más en un taco en un peaje, y encontraba mil veces mejor devolvernos y tomar la Ruta 5 hasta Til Til.



Mi propuesta tuvo eco en el resto y Mamón conocía un camino por Buenaventura para llegar hasta ahí, sin tener que devolvernos hasta Vespucio.

Cuando llegamos a la 5 Norte ya se sentía que estábamos en un paseo.

Avanzamos hasta el desvío a Til Til en un día muy, muy agradable y templado. Con el cielo completamente despejado, y un lindo paisaje primaveral. 

En alguna parte del camino nos separamos. El tramo hacia Til Til estaba con más tráfico y un poco más trabado. La subida a La Dormida estuvo muy buena y muy agradable, hasta el control sanitario a la altura de la salida a Caleu. La cola para el control estaba en subida y en una de las muchas partidas para avanzar me fui para atrás, que cosa más desagradable!!

Una vez pasado el control, seguimos separados. Ojitos, Elmer y yo bajamos con la vista de las nubes y la vaguada costera muy densa a la bajada.

No cachamos que a Pancho le faltaba uno de los permisos, (igual que el paseo anterior, había que llevar el permiso para viaje interregional y el pasaporte sanitario), por lo que tuvo que salirse de la cola, sacar el permiso y mostrarlo para poder seguir. Los demás lo esperaron mientras nosotros tres seguíamos camino sin ninguna certeza de como seguía el camino a partir del desvío por Lo Gamboa.

En el cruce esperamos un buen rato a que llegara el líder y acoplarnos a  alguien que conociera la ruta, pero nadie llegó así que seguimos no más. Ojitos y yo teníamos muy vagos recuerdos de como era. Elmer puso un navegador en el teléfono que no siempre coincidía con nuestros recuerdos jajajaja.

Esa parte del camino estuvo más penca porque había mucho tráfico. El paisaje estaba muy bonito con montones de especies silvestres con flores de muchos colores, pero no se podía apreciar tanto por la gran cantidad de autos que había.

La parte de cerros y curvas estuvo un poco mejor. El clima había cambiado drásticamente, estaba nublado y frío.

Antes de Quintero había otro cordón sanitario, vuelta a mostrar los permisos para poder seguir.

Llegamos al cruce con el camino a Ventanas. Yo sentía que ya estábamos muy cerca. Pero nos perdimos. Pasamos por la ahora llamada ,"zona de sacrificio", por la gran cantidad de contaminación peligrosa para los habitantes y los animales, que emana del complejo industrial de Ventanas... costo humano del crecimiento industrial y económico tolerado por décadas.

La chimenea bicolor que fue el emblema del pueblo, ahora es el símbolo de la vergüenza,  la desidia, y el desprecio por el bienestar de las personas.

Las actividades en el área son la fundición de Cobre de Codelco, el funcionamiento del complejo termoeléctrico de carbón, industrias petroleras, terminales de gas licuado, e industrias químicas entre otras. En la larga historia de contaminación en la zona, se han generado incidentes ambientales  como los casos de intoxicación en la escuela de La Greda, los continuos eventos de varamiento de carbón en las costas, los casos de cáncer que afectan a ex trabajadores de la ENAMI, o el derrame de 38.700 litros de petróleo en la bahía de Quintero en septiembre de 2014. Osea un desastre.



Volviendo al paseo, Elmer se dio cuenta que nos habíamos pasado, y no poco, de la entrada a Ritoque. Dimos la vuelta, nos devolvimos y por fin llegamos! Pero no había más motos a la vista.




Migué había llegado, la Marcella también, y los Vetus. Estaban ya en la mesa, muy contentos con los pisco sours que estaban perfectos, riquísimos. 



Al poco rato llegaron Camarón, Pancho y Mamón.

En la playa había mucha gente, a pesar del frío, haciendo día de playa o jugando futbol y volleyball.



Ya estábamos todos, y nos instalamos en una gran mesa larga. Y vamos pidiendo pisco sours. La Marcella estaba sentada al lado de la Vety, ambas, con sus copas de aperitivo, con tan mala suerte que la Vety no se dio cuenta y se tomaba las dos copas, sin advertir que eran dos. Y la Marcella no entendía qué se había hecho su trago jajajajaja Hasta que el misterio se resolvió y cayeron en cuenta que las dos copas estaban frente a la Vety, que daba cuenta de ellas, sin distinción.



Entretanto, llegó un pisco sur que nadie reclamó, y del que se apropió mi partner para compartirlo conmigo, me hice un poco de rogar, pero estaba demasiado bueno, no pude resistirme. Creo que lo compartimos equitativamente jajajajaja



En eso llegó el Pollo, acompañado de una amiga, la Karin, bien simpática ella.


La comida estaba rica!! Yo pedí el plato Ritoque con pejegallo, que estaba fresquísimo, y muy rico.

Yo creo que todos disfrutaron de sus platos. Como es de esperar, en contexto pandemia y restoranes recién reabriendo, no había muchos mozos y el servicio estuvo un poco lento, pero en la raya para la suma, estuvo muy bueno y agradable.

Como estaba nublado, no daban ganas de quedarse en la playa, asi que volvimos en cuanto terminamos de almorzar.

El Pollo y la Karin prefirieron quedarse otro ratito por allá.


La vuelta fue por Nogales, con muy poco tráfico, muy expedito.




Cerca de la 5 Norte ya había sol y calorcito.

Paramos a echar bencina y despedirnos en la Copec del Wiro, ex-Romeral. Algunos se tomaron un café, después de hacer la cola para entrar a la tienda.

Nos encontramos con Paparazzi y la Margarita que venían de Papudo, parece, de un almuerzo con unos amigos. 

En esa misma bomba fue que lo conocimos y quedó invitado a participar en el grupo. Recién se había comprado moto y estaba en los aprontes de paseos largos. Entró a Cualtaco y supo lo que era bueno! Hasta ahora.

Bien rara le queda la mascarilla en las orejas...😂😂





Nos despedimos, muy contentos todos, y cada uno para su casa.




Con Ojitos y Camarón nos salimos en la Radial NO, qué lujo de camino! Me fijé más en los túneles y son atómicos!!

Pareciera que ya no hubo rebrote COVID 19 post 18, que  podremos volver a salir a paseos con alguna regularidad.

Está por verse que pasa con los contagios después del plebiscito del próximo domingo. 

Hasta aquí vamos bien decía el pavo en la puerta del horno.

Hasta la próxima!!


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