sábado, 16 de agosto de 2025

Caballito de Palo con incidente!

 Han sido semanas y meses bien flojos en cuanto a paseos. Solo las arrancadas cortas de los R&F, alguna empanada el domingo en Chacabuco, las salidas del Vampi en solitario  a caminos de tierra, y pare de contar. En parte por la preocupación con que estuvimos casi un mes por la salud de Camarón, aquejado por un cuadro grave que lo tuvo en UTI muchos días y necesitó una intervención neuroquirúrgica que finalmente resolvió el problema.
No estaban los ánimos para salir a pasear.
Y el clima tampoco acompañaba, porque ha sido un invierno oscuro y frío, con un poco de lluvia, así que nadie se movió mucho para organizar algún paseo.
Yo estaba con sindrome de privación después de casi 3 meses sin salir en moto.
Yo esperaba que este fin de semana largo, con el viernes 15 de Agosto feriado hubiera algo... y nada.
Pero justo Ojitos me avisó que venía el fin de semana y que hiciéramos un paseo el sábado.
Listo! no se diga más! Yo pensé en algún lugar no tan lejos y con un camino no tan fome.
Las alternativas eran Puro Caballo en Lagunillas (Casablanca), El Totoral, o El Caballito de Palo en Puchuncaví (El Rungue para ser más precisa).
Ganó el Caballito de Palo por el pronóstico de cielo casi despejado, con temperaturas templadas.
La junta sería en CoChi para ir por Los Libertadores hasta Quilapilún, por ahí hasta la 5 Norte, para salir en la cuesta Nogales hasta Puchuncaví.
En principio los confirmados éramos Ojitos, yo y el Pelao. Luego se sumaron los Paparazzi. Un super buen grupo! Chiquitito y cumplidor.
Había que llegar CoChi a las 10, para salir a las 10:30.
Yo llegué bastante adelantada, pero Ojitos ya estaba allá.
Hace ya varios días que estoy con una laringitis aguda que me dejó sin voz. Hoy estaba parcialmente recuperada gracias a la maravilla de los corticoides, pero para mejorarse hay que hacer, además, reposo vocal. Osea quedarse callada. 
Aquí si que aplicaría con toda propiedad, la expresión "calladita más bonita". Que en otros contextos resulta muy ofensiva jajajajaja.
El estacionamiento de la Copec estaba bien lleno, con dos o tres grupos de motos aprestándose para salir, y un grupo de Mustangs. Uno de los Mustang  tenía un escape horroroso, estridente, ensordecedor. Osea flaite.
Nos encontramos con Ojitos muy felices de volver a vernos, en una de las arrancadas que hace desde Chiloé.
Al poco rato llegó el Pelao y después los Paparazzi.
La sorpresa fue que Mamón fue en auto con la Myri! siglos que no los veía! y Migué que también se sumó al paseo. Solo faltaba que llegara Pancho, que había avisado que iba.



Migué andaba con un juguete nuevo. Una cámara que filma en 360º. Yo he visto videos hechos con esa tecnología, pero no logro imaginarme como funciona. Lo miraré en YouTube.
Él, chocho, la había instalado en su moto y prometió grabarnos a todos y mostrarnos los videos.


En el intertanto, a sugerencia de Mamón, cambiamos la ruta. En vez de salir en Quilapilún, seguiríamos por Los Libertadores, hasta la ruta 60 que desemboca en LlayLlay en el peaje La Vega.
Me pareció bien, ya que nos ahorraba unos buenos Km. de Ruta 5 Norte.
Bueno, partimos cerca de las 10:35.
Qué gusto ver tantas motos juntas!
El día estaba muy agradable, soleado y nada frío a pesar de que el termómetro marcaba 14º, claro que yo iba abrigada como para el Polo.
Había muy poco tráfico!! Un agrado.
Sería un error decir que nos fuimos juntos, pero sí nos separábamos y nos reuníamos cada tanto.

Cola en el Peaje


PAPARAZZIS

OJITOS

PELAO

Como ha caído algo de lluvia en las últimas semanas, el paisaje está muy verde. Eso en contraste con el azul del cielo es una imagen muy bonita. Al fondo la cordillera nevada, pero con menos nieve de lo que esperaba.



En la Ruta 60 también había poco tráfico, y la travesía estuvo muy agradable
El peaje de LlayLlay estaba muy concurrido. No quise arriesgarme a que en la caseta del TAG no hubiera algún humano que lo activara así que con Ojitos y el Pelao pasamos por el pago manual. 
Migué y Pancho esperaban ahí al resto del grupo.
PANCHO

MIGUÉ

Avanzamos hacia el norte hasta la salida a la cuesta Nogales, con destino al poniente.
Quedé muy decepcionada y frustrada porque ya me había hecho la idea de que las obras en la cuesta, doble vía en largos tramos y pasos sobre nivel, entre otras, ya estarían terminadas. Pero no. Está casi igual que la última vez que pasamos por ahí, con conos y como barriles naranjos que marcan las vías en uso y los desvíos, pero que a la vez confunden al conductor o conductora en este caso. Al menos a mÍ me confunden y me cuesta adivinar por donde sigue el camino.

Ya empiezo a dudar de si algún día se terminarán las obras, o quedará como está... mudo testigo de los reclamos ambientales y de patrimonio arqueológico en que está entrampado el avance del proyecto.
Entramos por el pueblo de Puchuncaví, que todavía es pintoresco con toques de modernidad, pero pueblo por donde se lo mire.

En ese tramo el tránsito era lento, ya que obviamente se junta mucha gente en un espacio reducido, a hacer sus compras, sin apuro, pero no importaba mucho porque íbamos con tiempo.
Un poco más adelante esta la localidad de El Rungue, donde está el restorán de comida chilena El Caballito de Palo.
La entrada es de tierra, muy irregular y me pilló un poco desprevenida, porque la zanja atravesada estaba más profunda que  lo que recordaba y di un tumbo.
Como llegamos temprano, poco antes de la una, el estacionamiento estaba casi vacío así que elegimos el lugar para dejar las motos.
Cuando nos fuimos se había llenado.



Migué y Pancho ya habían llegado y nos esperaban con Mamón y la Myri, en una mesa en el exterior, con sendos quitasoles que protegían del sol. Y con sendos pisco sours de tamaño respetable. No eran "Catedral" eran Basílica de San Pedro
Nos instalamos en la mesa y vino el mozo a atendernos. 





Sus buenas cervezas, en variedades chelada y michelada, champaña, bebidas, y el pancito caliente con mantequilla y pebre. 
La mantequilla del Mamón fue todo un chiste! Nadie mejor que él para la talla ad hoc.

Después llegaron los platos que eran gigantes, como los de Pedro Picapiedra!!
Yo me pedí un chupe de jaiba, que era menos abundante. Estaba bueno, no maravilloso pero no me lo pude comer todo... y eso que no había comido pan.


Nos pusimos al día de las novedades después de tanto tiempo sin vernos.
Me dio la impresión de que la calidad de la comida ha bajado... no los tamaños de los platos pero si la calidad. No sé...
Los que comieron empanadas encontraron que estaban ahí no más.
Estábamos terminando de almorzar, cuando Pancho se levantó para ir al baño porque no se sentía bien. Y a los pocos pasos, le vino un patatús y se desplomó.
Varios nos paramos a ayudarlo pensando que se había tropezado y caído, pero no.
Parecía una lipotimia (casi desmayo)
Lo acomodaron ahí en el suelo, en posición  de Trendelemburg, osea las patitas mas arriba que el tronco y la cabeza, unos 30º para mejorar el retorno venoso.
Aparentemente nunca perdió la conciencia pero se demoró en recuperarse.
Lo trasladaron a un sofá en la oficina y llamaron al SAMU.
No perdíamos nada, ya que al menos le tomarían la presión, y le harían un test de glicemia, datos relevantes en una situación así.
En eso estábamos cuando apareció Wirito, que después de desocuparse de compromisos familiares rajó a Puchuncaví. Llegó para enterarse de todo lo que estaba pasando.
Terminamos de almorzar, Mamón y Migué se turnaban para abanicar a Pancho con un paipai.
Cuando ya se sintió mejor volvió a la mesa y Wirito (era que no) aprovechó de weviarlo.


Al final la ambulancia nunca llegó y se decidió que Pancho se fuera en auto con la Myri, y que Mamón se llevaría la moto. Los malhablados decían a sus espaldas que por fin andaría en una bueena moto jajajajaja.
Y así lo hicimos.
La Myri y Mamón se fueron primero con el plan de llegara a Santiago, dejar la moto en su casa y llevar a Pancho a la clínica para que lo examinaran.
El resto quedamos en parar en la Shell de Hijuelas, en la caletera de la 5 Norte para recargar bencina y tomar un café.
Migué me sacó la moto hasta el pavimento. Y partimos de vuelta. Cuando nos íbamos yendo apareció la ambulancia. Too late.

MAMON EN UNA MOTO BUEEENA



Wirito tomó la delantera del grupo, pero no hubo caso de seguir juntos. Ojitos no lo siguió y se fue derecho saltándose el pueblo, para llegar al camino Nogales.
Los demás seguimos a Wirito pasando por el pueblo.
Nos reagrupamos en la cuesta si mal no recuerdo, entre otras cosas, porque hay un peaje.
En la 5 Norte Wirito seguía adelante, y como no se había enterado de la parada en la Shell, asumió que pararíamos en la Copec Wirito (Romeral)
Así que seguimos no más hasta la Copec. Paparazzi igual pasó a la Shell, y al constatar que nadie más llegaría siguió a la Copec.
La Copec en cuestión está remodelada y quedó muy muy buena, con muchas mesas de fierro y madera tipo mesas de bar, con sillas altas y con el triple de la capacidad que la que tenía antes con cuatro mesas piñuflas y sillas plásticas. Tomamos el café y agua y arreglamos los destinos de Chile y del mundo. 

Luego nos despedimos y seguimos.
El plan seguía siendo ir a la clínica para saber como estaba Pancho. Pero en el camino nos enteramos que llegando a Santiago se sentía mejor, y en la casa del Mamón agarró la moto y llegó bien a su casa.  
Llegamos todos bien después de un gran día!!
Con de todo!! Moto, rico clima, gran grupo, bueena onda, un patatús inesperado y la llegada intempestiva de Wirito a cerrar el día.
Hasta la próxima!! 
PANCHO RECUPERANDOSE

PANCHO RECUPERADO

  




No hay comentarios:

Publicar un comentario