Pichilemu en invierno

A la partida en Vilola, el sábado a las 9:30, se nos sumaron  los Gonzalos, (Vigilante y Brutus).

Brutus de Chicureo, recientemente nombrado Marqués de Cuevas, nos acompañó hasta Casablanca, Vigilante hasta Santo Domingo.

El día estaba nublado y frío, pero nada que el abrigo apropiado no resuelva. Les paso el dato que con 5 capas no se pasa nada de frío.

Llegamos a Matanzas al lugar de costumbre, el Surazo, mucho antes de que abrieran, obligados a hacer hora con unos sours, que nos dejaron “ a punto” para disfrutar del almuerzo, tan bueno como siempre.

En el mar los surfistas de corazón, intentaban hacer algo en las poquísimas olas que se levantaban, a no más de 30 cm. Muy frustrante supongo.

El mar estaba de un color verde precioso, a pesar de lo gris de las nubes y del día.

Después de almuerzo, el último tramo se nos hizo muy corto, hasta Pichilemu, donde después de acomodarnos, salimos a caminar por las cercanías. Volvimos por la playa, sin ver nada, estaba muy oscuro…

Ojitos, valiente él, se bañó en las tinas calientes al aire libre, con la Stella lo acompañamos.

En la noche, sin hambre para comer realmente, nos fuimos al Puente de Holanda a tomarnos unos tragos y picotear alguna delicatessen.

Más tarde, al tuto.

Domingo 9:30 desayuno, que más parecía almuerzo, y luego el camino de vuelta, por Marchigüe, Coltauco, Doñihue,  es muuuy lindo!!, el paisaje de invierno, con los árboles ya sin hojas, esperando para brotar en la primavera, el pasto silvestre que crece con las lluvias, y que cubre grandes extensiones, contrastan con los espinos que en esta época se ven particularmente vitales. Y con esa delgadísima capa de escarcha, y un poco de niebla pegada al suelo, al menos hasta que el sol invernal algo pareciera que entibiara, pero en realidad, no, no entibia nunca.

Nos topamos con la procesión de Cuasimodo, y la comunión en la calle de los que la requirieran.

Llegamos a Doñihue, que tiene dos cosas notables, un carretón del pan, (Lucho panadero), como salido del siglo pasado, (¿qué pensará Lucho panadero si sabe que está en la web?, ¿sabrá qué es la web?)… y un restorán recién abierto hace dos meses, excelente, super recomendable como para un paseo corto de invierno. Se puede  ir a recorrer la zona , almorzar ahí y llegar temprano de vuelta debe estar a unos 130 Km de Santiago.

Un fin de semana exquisito, echamos de menos mayor concurrencia, esperamos que en lo sucesivo más dejen la flojera de lado y se sumen a estas salidas!!