domingo, 21 de abril de 2013


FIN DE SEMANA EN MAITENCILLO

Cualtaco… impredecible en su esencia…
Al paseo propuesto por Spoiler llegaron 14!! motos, a saber:
Desde Chicureo, Spoiler, Topo, Pato, Wiro, Popeye, Vigilante, Brutus y Geisha, Freddy postulante, Ojitos, Rondamón , Jordi y yo.
En la parada de Entrecerros, nos esperaban Felipe y Roxana.
Y Camarón con Rossana se nos unieron en Rungue, en el  Caballito de palo.
La Leo y la Javiera se fueron antes en auto. 
Pero vamos por partes, la columna de 13 motos anduvo más o menos ordenada, siempre Wiro esperó en los desvíos, que no era pocos, en el trayecto que pasaría por Olmué, Limache, Tabolango, Valle Alegre, Puchuncaví, hasta Rungue donde almorzaríamos.

Que gusto ver a los Alemparte!!, aunque lamentablemente sólo Felipe pudo acompañarnos a almorzar.
A  las empanaditas de Entrecerros, llegamos mas o menos juntos , hasta ahí nadie había quedado en el camino.





Freddy Cruger, el postulante





Seguimos a Olmué a la casa de Felipe para ver si podían arrancarse a almorzar con nosotros, sólo Felipe pudo hacerlo. Roxana apechugó con las obligaciones…










Esto es linea continua... y doble!























En el último tramo antes de Puchuncaví, la columna de 14 motos dejó de ser columna y se convirtió en lo que es cualtaco la manada de gatos desperdigada, llegando por instnto a destino.
A la cola quedamos yo, Freddy el postulante, Popeye y el Topo, en ese orden.

Yo no me acordaba del nombre del restorán, sólo que era en Rungue, y al pasar por ahí me fui fijando para ver las motos y parar. De hecho pasamos por el lado del restorán donde íbamos, pero no había motos, ni nadie avisando que paráramos.
Alcancé a pensar que habían cambiado el destino en el camino y que en alguna parte habría alguien indicando donde desviarse… error.
Cuando ya habíamos pasado la entrada a Marbella paramos, nos miramos con cara de gatos perdidos, y Popeye dijo que sabía donde era el famoso Caballito de palo y desanduvimos los kilómetros recorridos para por fin dar con el lugar.
Esta vez si estaban Spoiler y Ojitos en el camino para indicarnos por donde era.
Teníamos una mesa laaarga tipo té Club, que la Javiera se había encargado de reservar, por suerte. En general, no es buena idea que 19 personas lleguen  a almorzar a un restorán sin avisar.


Comimos riiiicooo!!!! Todo estuvo muy bueno, y nos reímos mucho, sin molestar a nadie, porque el local es realmente grande y espacioso.Después de almuerzo nos fuimos a la casa de Spoiler a tomar el café.


El día que había partido en Santiago, con un poco de frío y nubes en la mañana, se transformó en un dia soleado, caluroso, como de fin del verano. En las reposeras y  mecedoras,nos  desparramamos, yo creo que más de alguno durmió.
Tallas van, tallas vienen, se nos pasó la tarde realmente agradable, a pesar de que no tuvimos el rifle a postones de Spoiler para jugar un rato.

 

























Los que tenían que volver a Santiago por distintos motivos se vinieron, y los privilegiados  (los dueños de casa, Wiro con la Leo, el Topo y yo) nos quedamos en el resort Vera hasta el domingo.





















Evidentemente que  aprovechamos de pelar a los que no estaban, también conversamos cosas “serias” estuvo muy muy agradable, hasta que era hora de ir a comer “alguna cosita” algo “livianito”
Y así lo hicimos, al Puntamai a deleitarnos con las cosas ricas que ahí preparan. La noche invitaba al relajo, aprovechamos de caminar al lado del mar.
Volvimos a la casa después de haber disfrutado de cosas ricas y rica conversa.
Otro cafecito, el del estribo, y buenas noches los pastores.

El domingo amaneció tan lindo como el día anterior. Muy soleado y tibio. Después del desayuno fuimos a la playa a caminar, recoger piedras con fines decorativos, y mirar a los surfistas desplegando sus habilidades, en las olas ad hoc.



Además esperábamos a unos amigos del Wiro y la Leo, Hugo y Cecilia, con lo cual se  juntaron 3 Hugos y dos Veras, eso en poker sería un full  ¿no?

Almorzamos  nuevas exquisiteces, esta vez en la terraza del Puntamai mirando el mar, y después de nutrirnos, nos fuimos a la casa a tumbarnos nuevamente al solcito en la terraza del resort.
Foto de Spoiler, un acierto!



Pero como no todo es para siempre, como a las 5 emprendimos el regreso a Santiago, las 4  motos  y los 2 autos.
Sin novedad llegamos a Coqueto, al ultimo café del día. Sorpresivamente llegó Camarón que venía solo del Casino (cuéntame una nueva),  nos vio en la bomba y nos acompañó un rato.
Un fin de semana fantástico, todos los agradecimientos a los anfitriones  y su hospitalidad que nos regalaron momentos inolvidables.

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