Según el nos había pedido que lo despertaran, nadie lo hizo, asi que
no se levantó!
Camarón esperando a los rezagados |
Nos fuimos a una tienda grande de motos a la salida de Andorra a esperarlo, y
allá llegó todo barbón, a vitrinear ropa de moto.
Camarón yendo a buscar a los rezagados |
Llegaron los rezagados!! |
Por fin partimos y de nuevo el paisaje nos deja sin aliento, es demasiado lindo e imponente. Es el Pirineo aragonés, mucho más frondoso que el francés, el camino mucho más amplio, el pavimento exquisito, las curvas una delicia.
Los cerros y los barrancos tapizados de bosques.
En la cima paramos a sacar fotos y poner el logo de Cualtaco donde dice Alto Pirineu
En el proceso de la foto, una araña picó a la Paty en una pierna... por suerte no
pasó a mayores.
Se pasa por varios pueblos de montaña, de casas de madera café y techos negros. Son elegantes, sofisticados, las calles perfectas, con maceteros con flores. Algunos puentes sobre un río de agua calipso, producto de los deshielos. Aquí Popeye no se aguantó y saliéndose de la formación (él era el 9) , adelantó toda la fila y con Migué bajaron muy rápido. No se los reprocho, era irresistible para los que les gustan las curvas y las disfrutan.
Aquí quedó un logo de Cualtaco |
Según Ojitos estaba en verde… yo no lo vi, así que seguí… Di Caprio me retó al llegar donde esperábamos a los rezagados.
Esperando a que bajaran los rezagados |
Seguimos unos pocos kilómetros y paramos a almorzar en un restorán con comida casera, en una terraza, mirando los cerros preciosos. Se llamaba Montarto... imaginarán los comentarios
La comida un deleite, no podía ser de otro modo, España y Francia en el origen
Como nos gusta... las motos a la vista |
Después de almuerzo seguimos al Pirineo francés, parte del Tour de France, y paramos a dejar el logo de Cualtaco y sacar fotos en Porthilhon, el Col d’Aspin y el Col de Tourmalet, íconos de ciclistas y moteros.
Aquí el camino es más malo, más disparejo, más angosto, pero no por eso se disfruta menos al tomar conciencia de dónde uno está en ese momento!!
Ya después del Col d’Aspin, empezó a nublarse, para el de Tourmalet, no se veía nada, no era neblina era una nube, que al subir más disipaba un poco, pero volvió a ponerse densa y de verdad se veía poco. Apenitas la luz roja de la moto de adelante
Yo creo que Di Caprio en el Titanic las vio verdes. Nos sacamos fotos en el monumento del ciclista, por supuesto que no se podía desaprovechar la oportunidad de pelusear, y Camarón y Luiggi se encaramaron a la bicicleta, símbolo de las glorias del ciclismo francés para quitarle toda nobleza y seriedad a las fotos, pero salieron muy buenas!!
Toda la emoción del camino difícil !! |
Col de Tourmalet |
La bajada no fue más fácil, niebla muy densa, cabras en el camino, arreglos, desvíos, semáforos.
Anduvimos muy lento, se hizo tarde y decidimos saltarnos Lourdes.
Nadie lo lamentó mucho parece, porque ya queríamos llegar al hotel.
Finalmente llegamos con un poco de llovizna, a una hora en que no hay recepcionista, asi que llamamos al teléfono indicado, y nos dieron las instrucciones para obtener las llaves de las habitaciones, que estaban en unas cajitas con clave como los candados.
Aquí reparé en que había perdido la Go Pro, todavía no sé cómo. Lo que más siento son las filmaciones, la cámara se repone, lo otro, no, asi que no hay fotos ni filmaciones con la go pro
Aquí tendría que decir: que lo que pasó en Pau, se queda en Pau…
Fuimos a comer a un lugar que Migué encontró cuando ya estaba todo cerrado.
Y que nos hicieron el favor de darnos bistec con arroz y ensalada, estaba bien bueno. Vampiro no quiso ir a comer, y Luiggi que dormía con é, al regresar, l se quedó afuera, porque Vampiro nunca escuchó las patadas en la puerta, los gritos destemplados y las amenazas... y tuvo que dormir con Popeye en matrimonial… es que en Pau pasaron muchas cosas!
Cabria comentar que la habitación de Popeye, fue encontrada con la cama abierta y con claras muestras de haber sido utilizada y sin hacer. Hasta la almohada registraba el molde de un par de cabezas, al parecer había sido el nidito de amor de una pareja de amantes.
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