En este escenario y el síndrome de privación de moto, se venía un finde fantástico de 4 días si hacíamos sándwich el lunes, entre el domingo y el 15 de agosto, feriado católico, parece que inamovible
Rudy, que desde que colgó parcialmente su prodigioso y enguantado índice derecho se ha puesto más participativo, sugirió ir a Copiapo a ver el desierto florido (desierto floreado como le puso el) que este año, producto de la gran cantidad de lluvia caída en la zona, promete ser excepcional, según todos los vaticinios.
Y como lo sugirió, quedó encargado de organizarlo
Y lo organizó!!
Una cosa muy buena fue que sumó el Paco Ossa, recién vuelto al redil, cual hijo pródigo, se ofreció para reservar las cabañas institucionales de Peñuelas, en la IV Región.
Y así quedó cerrado: sábado hasta La Serena, a las cabañas mencionadas, Domingo hasta Copiapó, pasando por la zona entre Vallenar y Copiapó donde ocurre este milagro de la naturaleza, el desierto más árido del mundo, entero florecido.
Lunes de vuelta a La Serena y Martes 15 a Santiago
Hasta el viernes en la noche, antes de partir, llovía a cántaros en Santiago y en gran parte de la zona central, con marejadas y todo
Yo tenía que arreglar el soporte de la maleta de mi moto, y lluvia o no lluvia, tuve que ir el viernes al Garage de Camaron para resolver el problema que era prioritario para poder ir al norte
Aproveche de probar el traje de lluvia que todavía funciona, y volví a mi casa lloviendo pero con el soporte arreglado
Y además había que considerar que partiríamos con 2 grados y que la temperatura a lo más subiría a 8
Los confirmados eran Rudy con la Sonia, Camaron con la Marcella, el flaco Cuthbert, el Paco Ossa y yo
La junta sería en Vilola a las 8:30, con 2º Celsius como ya dije
Yo me abrigué convenientemente y no sentí nada de frío, solo en las manos algo pero nada importante
Yo creo que todos íbamos bien abrigados (hasta Camaron jajajaja)
Con Camaron y la Marcella partimos juntos desde la casa, despues de descongelar las chapas de las maletas y del contacto de mi moto, que con la lluvia del día antes y el frio de la noche amanecieron congeladas. Camarón aplicó sprite light y funcionó perfecto.
Pasamos a echar bencina y chequear el aire de los neumáticos. Los míos, después de todo ese tiempo estaban en 24 y 28 libras
El flaco llegó a Vilola a dar las explicaciones de que por asuntos de trabajo no podría ir
Y el Paco iría solo hasta La Serena para volver el domingo a Santiago, porque tenía que trabajar el lunes
Rudy iba con una Gopro en el casco con toda la intención de usarla...
Al final salimos de Vilola después de las 9, con el día despejado, con el aire limpio después de la lluvia pero frío
La Marcella quedó encargada de sacar las fotos y lo hizo regio! Tenemos reportera gráfica.
Nos fuimos por la radial disfrutando del aire puro el día prístino.
Íbamos chochos, con ese gozo infantil que da andar en moto con amigos.
Como un anticipo del florecimiento del desierto que íbamos a ver, todo el camino transcurrió entre lomas, potreros y cerros verdes, cubiertos con pastos efímeros de las lluvias recientes. En algunas partes el vapor saliendo de la tierra o la niebla pegada al suelo, propia de la época, otorgaban al paisaje un halo fantasmal y misterioso. Siguió bien helado todo el tiempo, pero sin hacer mella a la indumentaria que llevábamos,hasta que el sol algo empezó a calentar, pero no como para desabrigarse.
Parecía que andábamos paseando por Escocia, verde y húmedo.
Anduvimos medios descoordinados con las recargas de bencina, en realidad el Rudy andaba por cuenta propia
Paramos en LLay LLay para que el echara, nadie sabe porqué no venía lleno.
El viaje siguió exquisito, bien rápido, Camaron y el Paco se pegaron unos piques inenarrables... a 230 dicen, pero de aquí no sale.
Harto control policial en el camino pero menos tráfico del que pensaba que habría.
Nos fuimos por el túnel El Melón que sigue siendo caro pero menos que antes.
El mar en el tramo costero estaba precioso, de un azul intenso, propio de día despejado, en contraste con el verde del entorno.
No me di cuenta como ya habíamos llegado a Los Vilos, donde el resto si echaríamos bencina.
Como era temprano decidimos saltarnos Huentelauquén, que de seguro estaría lleno, y seguir a almorzar a La Serena
Es impresionante como ha aumentado el número de aerogeneradores en la zona de Canela, ya en la IV región. De improviso, al final de una subida, aparece la enorme estructura, erguida y algo sobrecogedora hasta que aparecen decenas, si no cientos más, en los sectores aledaños. Si el Quijote anduviera por aquí seguro colapsaría el pobre, y en vez de pelear arrancaría a perderse.
El complejo aporta 48 megawatts al sistema, y seguirá creciendo, para cuando se acabe o no se use el petróleo.
Como Rudy no recargó bencina en Los Vilos, empezó a quedar corto. Teníamos que parar en Socos. Pero cuando llegamos, cuek! una cola como de media cuadra esperando que un camión terminara de descargar. Varios de la cola, prefirieron irse.
Y Rudito, ahí estaba, en la cola. Y nosotros, afuera, esperando, todo lo que fuera necesario.
Pero mi amigo se avivó, se coló, y en poco rato ya estaba listo. No creo que haya usado la chiva de que es doctor y que tenía que ir urgente a salvar una vida jajajajaja
La llegada a Coquimbo fue horrorosa.
Un taco gigante que no avanzaba.
Obvio que lo otros se fueron por la berma y por entremedio y yo quedé varada entre los autos y micros. Después de un rato no muy largo, decidí tirarme por la berma también y avanzar un buen trecho hasta que llegue al semáforo causante del embotellamiento.
Más adelante me estaban esperando para seguir hasta Peñuelas. Primero iríamos a almorzar y después a las cabañas. Y así lo hicimos. Fuimos a un restoran donde había que subir un escalón de unos 50 cm o más para estacionar las motos
No había rampa, solo unos troncos cuadrados para aminorar la diferencia de altura y una tabla a modo de rampa. Pero como son (no somos) avezados motoristas, encaramaron las motos incluida la mía y nos fuimos a almorzar. La comida rica pero leeeento y despelotado
Como sería que sacamos las cuentas tres veces y nunca cuadró
El Paco no cabía en su pellejo de felicidad, por estar participando de un paseo largo, después de 5 años! Celebró con un pisco sour
De ahí nos fuimos a las cabañas al final tomamos dos y nos repartimos 3 y 3
Haber compartido la pieza con dos camarotes hubiera sido musho.
Las cabañas excelentes y muy cerca del Enjoy
Nos cambiamos ropa, tomamos un tecito, y como habíamos almorzado tarde, decidimos ir caminando al Enjoy, Hotel & Casino a tomar algo.
Camaron alegó pero no mucho por tener que caminar
Nos sentamos en la terraza mirando a la playa u la costanera, picoteamos algunas cosas, nos tomamos unos mojitos, vodka tónicas y lo pasamos realmente bien
Después nos volvimos caminando, Camaron hizo un arito en las máquinas y los otros nos fuimos al tuto
El plan para el día siguiente era salir a las 9 a ver el desierto floreado, y el Paco volverse a Santiago.
Muy entretenido el primer día de en busca del desierto florido.
Qué bueno retomar los relatos ! la veta cronística se mantiene, lectura ágil y entretenida,las fotos espectaculares!, muchas gracias Pinpón !!
ResponderEliminarMuy buen relato, que por siempre nos hará recordar aparte del paseo, a quienes les interese, las vivencias año 2017 incluido el terremoto blanco que fué la nevazón, que nos dejó sin agua ni luz, incluyendo gente alojada en hoteles ...jajaja...Tan bien narrado, que espero entusiasme a todo el grupo a tomar las motos y salir a la libertad, amistad y disfrutar de sanas risas y carcajadas
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