Solo Spoiler, quien si no él, el señor de los caminos, (ahora devenido en asesor ministerial de las concesiones de carreteras nada más y nada menos) lo logró con su habilidad para llevar a la realidad la abstracción incomprensible de los mapas.
Y desde esa vez, la hazaña no se ha repetido.
El, muy empático y generoso al enterarse de nuestras pretensiones, cuales eran ir a las Termas de Cauquenes por ese camino (a la espera que Coya se reabra), nos mandó las indicaciones de su hoja de ruta para el trayecto, partiendo en Buin.
Así que íbamos de lo más optimistas.
Esta vez el grupo estuvo integrado por Camarón (recientemente apodado Manco Incapac por sus "amigos" debido a su operación en la mano izquierda, que lo tiene sin poder manejar moto por 6 meses) que iba en camioneta con la Marcella al volante. Ellos se irían directamente por la autopista.
En moto íbamos los Vetus, Vigilante y yo.
La junta sería a las 10 en Vilola para salir a las 10:30.
El Vetu que también le pega al asunto de los gps y los mapas, era el encargado de ejecutar las indicaciones de Spoiler y fabricó un mapa ad hoc en el googlemaps, que es más versátil que maps.me.
Con Vigilante llegamos a las 10 a la bomba y tuvimos que colarnos porque estaban descargando combustible, por lo que no se permitía el ingreso de vehículos.
Es que en moto uno no siente que anda en vehículo exactamente... uno anda en moto, que es algo distinto, y permite ciertas licencias para saltarse ciertas reglas.
A los encargados no les pareció nada bien, pero nos colamos igual. Vigilante entró por la salida y yo, pasé entre los conos que cerraban el paso, con el único argumento que no iba a echar bencina...
A las 10:30 llegaron los Vetus, asi que cuando echaron bencina, partimos.
Por el acceso sur hasta Buin.
Como es semana santa, los capitalinos emigraron el jueves en la tarde y el viernes en la mañana, aprovechando estas mini vacaciones de 3 días antes que se termine el verano.
Por lo tanto las calles estaban bastante despejadas y el tráfico más bien fluído.
Salimos en Buin para empezar el recorrido de esos caminos tan campestres, lejos del bullicio y el estrés del desarrollo y el progreso.
Como son rutas de baja velocidad, se puede apreciar la sucesión de pueblos, poblados, comunas, con modos de vida tan distintos al nuestro. Es otra gente, con otra onda. A mí me gusta ir observando las casas, la gente, los perros en la calle, los negocios, los letreros... todo con otra cadencia.
Pero igual en las zonas de concentración del comercio se hace un poquito de taco. Y las luminarias de la calle funcionan con paneles fotovoltaicos.
Es el siglo XXI mal que mal.
Esa parte del camino ya la conocemos. Sólo los Vetus era primera vez que andaban por ahí.
Sin problemas llegamos a la cuesta Chada.
El día estaba perfecto, soleado, no caluroso, con muy buena visibilidad (no siempre es así) como para admirar el paisaje desde la cima. Y disfrutar de la bajada.
Seguimos, con Vetu liderando el grupo y de repente yo lo veía que disminuía la velocidad, se sacaba el guante izquierdo, la Veti lo asistía.
Como buen cirujano que es, acostumbrado a que alguna vez le pongan los guantes estériles, ponía la mano en posición, la Veti le sacaba el guante.
Yo iba super intrigada, pensaba qué le pasa? pensé que algo le molestaba, pero esto se repetía una y otra vez. Y para volver a ponérselo, lo mismo, mano en posición y la Veti se lo ponía y lo ayudaba a ajustárselo... ( no suena muy bien parece jajajajaja)
En perfecta coordinación, trabajo en equipo se llama eso, y con la moto andando.
Bueno, más adelante salí de la duda cuando se detuvo en la berma.
El gps, osea el google maps no iba funcionando tan bien, y claro, necesitaba la mano sin guante para operar la pantalla touch.
Osea, realmente se iba esforzando por conducir correctamente al grupo.
No supe si se arregló o no, pero pudimos seguir sin mayores titubeos hasta el primer desvío crítico, para seguir en dirección a Codegua.
Las zarzamoras están en todo su esplendor! Como para recoger moras y hacer mermelada
Los álamos ya están poniéndose amarillos y es un espectáculo! Muy bonitos!
La siguiente parada a revisar la ruta fue donde hay que doblar en dirección a Codegua.
Es la esquina donde está el retén de carabineros, un minimarket que se llama Anita y una especie de badén muy pronunciado y angosto donde la Leo casi se cae en un paseo anterior.
Seguimos hacia las tierras de los Grillos, donde más de una vez hicimos mega asados con alta concurrencia en su parcela de Codegua, que hasta capilla propia tenía. Y ellos siempre fueron muy hospitalarios.
Llegamos al segundo punto crítico, sin saber bien cómo seguir, y Vetu mejor preguntó a un lugareño. Le dijo que podíamos seguir por ahí hasta Machalí, pero que estaban arreglando el camino y que había un tramo de algunos kilómetros que estaban muy malos... "pura piedra"
Ya saben lo que opino de la tierra, que si se puede evitar mejor... no es la idea sufrir o romper las motos. Así que ahí se funó el intento de llegar a destino sin autopista.
Na que hacerle... a la 5 sur no más, y con la cara sonriente.
Ya en las cercanías de Rancagua Vigilante tomó el liderazgo, porque el Vetu no se ubicaba bien en la salida a la Carretera del Cobre, y el gps lo tiraba por las entradas anteriores a la ciudad parece.
Guiados por Vigilante llegamos a la carretera de acceso a una de las zonas más emblemáticas de la minería chilena, la división de Codelco, El Teniente. Y además Sewell y Coya.
Como es un camino para la gran minería, por donde tienen que circular camiones de gran tonelaje, está muy bien hecho, con harta pendiente, en muy poco rato se llega a gran altura y se ve la ciudad allá abajo, pero con curvas muy amplias, así que es una delicia para andar en moto.
A la subida, están esculpidas en el cerro las caras de la familia minera, ¿habrán sido los gringos inspirados en las cabezas de los presidentes en el monte Rushmore los gestores del proyecto?
Bueno, ahí hay un restorán que al menos salva si no hay más alternativa, y estaba lleno de enduristas con sus motos e indumentaria multicolores. Y las camionetas para trasladar las motos.
Esos si que necesitan logística para darse el gustito.
Después de subir y bajar un poco, con el día como dije antes, inmejorable, pasamos por la entrada a las instalaciones de Codelco, y seguimos hacia las Termas de Cauquenes.
Qué camino más rico y más lindo. Por repetido que sea, no cansa.
Además nos enteramos que el puente chico que se cruza sobre un canal de concreto con agua celeste lechosa (nada pura ni cristalina por cierto), se llama Sauzales.
Una parejita pololeaba románticamente sentados en el borde del canal, mirando esa agua celeste, bonita, pero sospechosa.
Seguimos hasta el puente más grande, que cruza el cauce natural de un río de verdad, donde hay que doblar a la izquierda y se llega a las termas.
Llegamos, con la frustración (ni tanta tampoco) de no haber cumplido con el cometido de saltarnos la 5 sur.
Estacionamos y al poco rato llegaron Camarón y la Marcella.
Nos saludamos, yo quise cambiar mi moto de lugar y al volver a reunirme con el grupo cuek! nos teníamos que ir porque estaban llenos... qué onda!! y ya eran pasadas la 1PM.
Pensamos dónde podíamos ir (no es primera vez que nos pasa), el restorán que salva estaba con los enduristas... y Vetu se acordó de un restorán "más pituquito"con cierta fama que quedaba a 50 Km, hacia el sur, el Entre Ríos.
Vueeeltaaaaa! Nos vamos |
Para allá partimos, por Gultro, yo gozando del camino y del entorno, y de no sacar fotos, porque le pasé la cámara a la Veti, que a pesar de no estar familiarizada con la Gopro, le salieron bien buenas.
La Marcella aportó con lo suyo.
Adelantamos como 5 camiones cisterna que transportaban ácido sulfúrico, químico esencial en el proceso de lixiviación del cobre, como todos saben.
Los camioneros bien amables, avisaban cuando se podía pasar e incluso se hacían a un lado.
Pasamos por debajo del ducto que creo que lleva los residuos al tranque de relave. Se ve desde muy lejos y es un hito en el camino.
Como el restorán está en la autopista que va de sur a norte, había que darse la vuelta en Rengo.
En esa salida hay un peaje, de esos menores, de 200 pesos.
El encargado, un viejito muy muy malhumorado, echaba pericos, que los motoristas siempre pagan el peaje con billetes grandes y que él no tiene vuelto, así que mejor los deja pasar... todo esto en muy mal tono, antes de que nadie siquiera hubiera sacado un billete. De hecho, yo andaba con monedas.
Así que nos tiró por el lado sin pagar... jajajajajaja del chape!!
Llegamos al restoran.
Sin comentarios. Precioso, enorme, con una decoración exquisita, con una cava de vinos chilenos y franceses, una carta bien sofisticada, que incluía confit de pato, garrón de cordero, atún sellado con sésamo, parrillas, pastas y risottos a precios bastante razonables.
Yo pensé que debe ser lavado de dinero.
Nos sentamos en la terraza, muy bonita y bien decorada, al lado de una plantación de choclos y con una fuente con agua corriendo, lo cual aportaba un sonido relajante y campestre. La temperatura perfecta.
El servicio deficiente porque trajeron los pisco sours y algunos platos (no todos) todo junto.
Pero la comida estaba muy buena.
Nos reímos de Camarón (era que no) porque como está todo vendado con el meñique extendido, cuando usa los cubiertos nos recordó la serie Los Invasores.
Eso además es una especie de confesión de la edad.
Eso es una leche asada, más feliz que perro con pulgas! |
Algunos tomaron bajativo gratis que parece que estaba rico.
Creo que Vigilante, igual que yo se abstuvo.
Lo pasamos muy bien! El caos se organizó solo y nos llevó a un gran lugar, mejor que las Termas donde nos echaron.
La vuelta fue non stop por la 5 sur y Costanera Norte.
Yo me urgí un poco por el tema de no echar bencina, pero parece que mi moto tiene mucha más autonomia de la que yo creo. Llegaba demás hasta la casa.
Un gran paseo, un rico día y muy buen grupo!!
Bueno, como ya estamos acostumbrados no más.
Entretenido relato y paseo. Sorpresas en el camino. Gracias Pin Pon
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