Era una gran ruta, a la zona de San Juan en Argentina, para visitar el Cañón de Talampaya. Por ahí anduvimos, medio perdidos y con poca bencina, en el viaje anterior en que recorrimos el Noroeste argentino desde Purmamarca al sur.
Esta vez nos iríamos a San Juan el primer día, casi 700 Km. El segundo día teníamos un tour en van por el cañón, el tercer día volvíamos a Mendoza, y el último era la vuelta a Chile.
Estaba todo programado, reservado, y mucho ánimo para ir porque, aparte del atractivo y encanto del paseo mismo, nos serviría a todos los participantes para desintoxicarnos y desconectarnos un poco de la terrible realidad que se está viviendo en Chile, después del estallido social el 18 de Octubre, que se ha mantenido hasta la hora en que escribo estas líneas, y tiene para rato.
Bueno, partiríamos de CoChi a las 7:30. Los inscritos eran los Vampis, Wiro con la Leo, Camarón y la Marcella, los Paparazzis, Ojitos, Wilson (ex-vitrola), y yo.
Paparazzi con la Margarita iban hasta Mendoza.
Habíamos chequeado el estado del camino el día antes, ya que todos los días previos se habían visto cortes y barricadas en distintas rutas del país. Todo parecía auspicioso para cruzar la frontera por el flamante nuevo paso integrado Los Libertadores.
Pasadas las 7 AM ya estábamos llegando al punto de reunión.
Hubo tiempo para que alguno se tomara un café y para sacar fotos.
El bombero me comentó que toda la noche habían estado pasando autos hacia Argentina.
Partimos super contentos, y avanzamos rápido en un día despejado y el sol empezando a ascender por el este.
La temperatura estaba muy agradable, a pesar de lo temprano que era.
En el túnel Chacabuco nos separamos por los camiones que van mas lento.
Desde ahí hasta la aduana seguí sola... yo juraba que algunos iban delante, y que otros iban atrás.
Hubo un par de bandereros por reparaciones de la calzada, lo cual podría haber atrasado, pero no fue tanto porque no me tocó parar.
En el camino adelanté filas largas de autos y camiones y nunca me quedé atrás o en el taco. De hecho, la subida a Portillo iba sin autos atrás.
Pasé el lado chileno y le seguí metiendo chala.
Hasta que cuek!! tremendo taco, a 300 mt. de la entrada a la aduana, la cola de autos que no se movía. Y se seguía juntando gente para atrás.
Yo seguía pensando que algunos estaban más adelante y otros más atrás.
Estuve conversando con unos cabros que también iban en moto y que había adelantado en el camino.
El día estaba precioso, con el cielo muy azul y el aire muy puro.
Después de una hora sin movernos ni un metro aparecieron Camarón y Wilson. Todos estaban en la cola más adelante y se habían enterado de que había una sola caseta argentina atendiendo y que se les habían acabado los formularios del control de barrera. Y que en opinión de los gendarmes el trámite para pasar podía tardar 6 o 7 horas. Osea... el caos.
Yo ya tenía la experiencia de haber estado 12 horas en la cola. Considerando que teníamos que llegar a San Juan, y no a Mendoza, y que íbamos en moto, yo era partidaria de devolverme. Varios pensaban igual que yo.
Finalmente nos volvimos todos, menos el líder , el Vampi.
Fue bien frustrante porque yo esperaba desconectarme y despejarme de todo lo que estaba pasando en Chile, el así llamado "estallido social". (que a la fecha de esta publicación disminuyó un poco, después del histórico aunque frágil Acuerdo por la Paz, firmado recientemente, pero que está lejos de terminar).
Así las cosas, acordamos pasar al hotel Portillo a tomar un café, para que pareciera un paseo a alguna parte jajajajaja.
Empezamos a bajar observando como la cola hacia la aduana se hacía cada vez más larga.
"Hubo que" adelantar una fila de camiones con línea continua, a vista y paciencia de una patrullera de Carabineros.
Llegamos al hotel Portillo y nos atendió un mozo muy atento, nos fuimos a la parte de la terraza frente a la Laguna del Inca.
Como el sol estaba muy fuerte, preferimos quedarnos en el salón, donde nos llevaron los cafés y las tortas.
Nos quedamos un rato muy largo, echamos la talla, hablamos de la contingencia, sacamos fotos.
Los manifestantes de Cualtaco jajajajaja |
Cuando salimos venía llegando la patrulla de carabineros que habían adelantado antes con línea continua. Pero no pareció importarles mucho. La Marcella le pidió a uno de ellos que nos sacara una foto grupal jajajajaja. El oficial accedió y sacó varias en una actitud de fotógrafo profesional.
Bajamos sin mayores contratiempos, con el camino más bien expedito.
Todos menos Wilson fuimos donde Spoiler. Wilson había dicho que se iba a Los Vilos, pero al final se devolvió a Santiago.
Llegamos todos juntos donde Spoiler, donde la Javi tenía todo listo. Unas empanadas deliciosas, montón de ensaladas y una carnecita.
Por supuesto que la conversación giró mayoritariamente en torno a la contingencia, el desorden social, los saqueos y las marchas que siempre terminan en enfrentamientos de encapuchados con carabineros, con muchos daños en los lugares donde se producen, que es por lejos la Plaza Italia.
Spoiler tuvo que irse antes de terminar el almuerzo porque tenía un punto de prensa con el ministro (del MOP) por la contingencia del fin de semana extra largo. Pero más tarde volvió y pudimos tenerlo compartiendo con nosotros.
Estando allá, nos enteramos que Vampi había podido cruzar la frontera luego de 6 horas de cola. Almorzaron en Uspallata y siguieron hasta el destino
Y pudieron hacer todo el tour como estaba planeado, y nos compartieron fotos preciosas!
Casi al anochecer nos despedimos y nos fuimos a las respectivas casas.
Al día siguiente Paparazzi volvió a salir de madrugada a intentar nuevamente cruzar hacia Argentina.
Lo mismo hicieron Camarón y la Marcella, agarraron moto y cruzaron la cordillera el sábado.Ese día se encontraron en el hotel con los Vampis, y el domingo se juntaron a almorzar.
Les tocó la aduana casi vacía!
Paparazzi con la Margarita y sus hijos |
Fue bien frustrante habernos perdido el paseo, pero en algo compensó la muy agradable tarde que pasamos donde Spoiler. Gracias por la hospitalidad!!
Espero que luego recuperemos el entusiasmo por salir a andar en moto. Tal como todo Chile parece que hemos estado medio golpeados por la gravísima crisis social y política que nos tiene en vilo sin poder tener certezas respecto del futuro ni siquiera del mismo día.
Un gran abrazo a todo y esperemos que la salida al final del túnel esté cerca.
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