sábado, 31 de agosto de 2024

Pasamos Agosto!! Paseo muy concurrido a Papudo

 A mitad de la ultima semana de Agosto ya se sabía que el fin de semana venía con muy buen tiempo, dias soleados con temperaturas cálidas rondando los 20º.
El Pollo lo hizo notar y preguntó si habría paseo el fin de semana.
Ni corto ni perezoso, Camarón mandó una propuesta de paseo a Papudo por Los Libertadores, Quilapilún, la 5 Norte, Nogales y la vuelta directo por la Ruta 5.
Luego de algunos intentos de modificar el destino y la ruta (por consideraciones que no viene al caso extenderse en ellas...) quedó definitivo el paseo tal y como había sido propuesto.
Yo confirmé altiro, Camarón también, con la Sonia que ya está de vuelta de su frustrado viaje a Venezuela y que terminó en Colombia. Ya éramos tres, suficiente para un paseo.
La junta era en CoChi, a las 10:30.
Yo llegué pasadas las 10 a echar bencina.
La Copec estaba colapsada, llena de autos y muchas motos, estacionados en cada espacio disponible y varios esperando que alguien se fuera para tener un lugar, como estacionamiento de mall en navidad.
Tratando de encontrar un huequito, me di cuenta que estaba la moto de Camarón y a su lado una Ducati roja, que no reconocí. Me estacioné detrás de la de Camarón, tratando de no bloquear a la Ducati.
Busqué a Camarón y lo divisé en las mesas exteriores. La sorpresa fue encontrarme con Sobrino, siglos que no lo veía!! La Ducati era de el.
Los saludé y me quedé un rato conversando con la Sonia acerca de su viaje y la situación terrible de Venezuela, contada de primera mano.
En eso  vi que las motos estaban moviéndose y fui a intentar dejar mi moto mejor estacionada. En eso llegó Miguel que pudo dejar su moto en el espacio liberado y además estacionó la mía. También me dio mucho gusto verlo! y que participara del paseo.

Al poco rato llegó Mamón con un amigo y el grupo se fue armando. Un poco después llegó Pancho con su hijo de copiloto.



Osea éramos 9 participantes en 7 motos. La incógnita era si el Pollo aparecería o no. Y no... no apareció.
Varios se tomaron un café y harto rato después, pasadas las 11 partimos.
El día estaba precioso, soleado y templado. 
Enfilamos hacia el Norte medios desordenados.


Rápidamente quedó claro los ritmos del grupo. Camarón (no sé si por solidarizar conmigo o porque no quería correr) se fue conmigo todo el rato.
Pancho

Mamon

Migué
Todo el trayecto hasta Quilapilún fue bien agradable en un entorno primaveral pocas veces visto.



Quilapilún está muy bonito, con los campos verdes como nunca. Han aparecido plantas solares con paneles fotovoltaicos no tan grandes pero importantes. A lo mejor tienen relación con las instalaciones de Anglo American.

Llegamos más o menos juntos a La 5 Norte, pero ahí nos volvimos a separar.
En el camino había arreglos, con restricción de pistas. Se nota que el pavimento está empezando a deteriorarse, un poco más irregular, y con ese aspecto como si el asfalto estuviera húmedo, pero en realidad esta desgastado.

Ya eran cerca de las 12 y teníamos 20º de temperatura y un sol radiante.
En el peaje de Llay Llay los rápidos y furiosos nos estaban esperando, aprovechando la parada para un puchito, lo más seguro,  pero con Camarón casi no paramos y seguimos hasta la salida a Puchuncaví por la cuesta Nogales.

Cuando esté terminada la nueva autopista en la cuesta va a ser espectacular. Por ahora sigue con reducción de pistas, y con montones de conos, barreras New Jersey y otros que parecen basureros color naranja, que marcan los desvíos. Todavía no me explico como es que aún no está terminada si está casi entera pavimentada pero no habilitada.

Al acercarnos a la costa se sentía un poco más fresco y en el horizonte se veía un poco de bruma.

Llegamos a Puchuncaví y seguimos por el camino costero de las playas mas pitucas de Chile. Maitencillo, Cachagua y Zapallar. Y bueno, también Papudo.
El día estaba exquisito y el mar se veía precioso. Nos topamos con algunas caravanas de autos detrás de uno que iba haciendo taco, que se fueron deshaciendo solas, y que pudimos adelantar en algunos tramos.
Llegamos prácticamente juntos al Club de Yates de Papudo, y nos estacionamos donde se podía ya que estaba muy concurrido.
Nos armaron una mesa en la terraza con vista al mar, super agradable.



El servicio eso sí regularcito no más. Se demoraron mucho con algunos platos, especialmente el de Pancho, que cuando por fin se lo trajeron, lo devolvió y no comió nada. No sé cómo aguantó!! Sin comer nada. Ni postre.
Yo no tengo nada que decir porque mi pastel de jaiba no demoró en llegar y estaba rico.

Lo encontré caro eso si. No tanto el plato, pero la cerveza y el postre, super caro.
Después vino el lío con las cuentas ya que se equivocaron en lo que pusieron en cada cuenta, de más y de menos. Bien malo el sistema.
Pero con todo, el almuerzo estuvo bien, lindas vistas, buen grupo, buena conversa.
Cuando ya pudimos pagar las cuentas, era hora de volver.
A Camarón se le quedaron las luces encendidas y se le descargó la batería. Pero por suerte consiguieron un partidor y la pudo echar a andar.



Volvimos por el camino de Papudo a la 5 Norte con el plan de parar en la Shell de Hijuelas a echar bencina y tomar un café.

En el camino desde Papudo a la 5 Norte se notaban las secuelas del temporal que tuvimos hace algunas semanas, que dejó inundaciones mayores en muchos sitios. Esta no fue la excepción. Apareció una gran laguna al borde del camino, que dejó árboles y espinos en la mitad del agua.




Con Camarón preferimos irnos por el Túnel El Melón, los otros hicieron la cuesta homónima. 
También estaba con arreglos y restricción de pistas pero sólo ralentizaba la marcha, sin mayor congestión.


Llegamos a la Shell de Hijuelas cerca de las 17, el termómetro marcaba 24º.
Esa es la mejor bomba para echar bencina y parar un rato a tomarse algo. Es muy muy agradable. Mucho mejor que la Copec Wirito.

Tan agradable estaba que nos quedamos mucho rato, y no me di cuenta que llegaríamos a Santiago sin luz.
Me vine lo más rápido que pude, con Camarón atrás, para avanzar lo más posible antes de que se fuera el sol.
En la Radial ya estaba oscuro, y eso no es agradable, pero por lo menos hay varios tramos iluminados y autos que ayudan a ver el camino.
Llegué pasadas las 19 a mi casa feliz de haber pasado Agosto jajajajajaja.
Super buen paseo en un día primaveral!!
Hasta la próxima!

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