Reporte Iloca 18, 19, 20 y 21 de Mayo de 2012
Santiago y
Chile están colapsados!!
El vienes
según lo acordado salí a las 14:30 de mi casa
para tomar el acceso sur y juntarnos con el Pelao y la Keomi , Ojitos y la Stella en la
Copec de San Francisco de Mostazal…
A las 15:30
recién pude entrar a la autopista Vespucio Sur ¡un asco!
Y la Ruta 5 hasta Curicó, no lo hacía nada de mal, también atochada.
Pero lo peor
fue la entrada y pasada por Curicó a las 18:30…atroz. Una jornada paa olvidar.
Pero ya
saliendo del taco de Curicó, empezó la entretención. Aunque ya era de noche nos
fuimos colgando de varios autos a buena velocidad que iban mostrando el camino,
que dicho sea de paso, más parece una calle. La mayor parte del trayecto está iluminado con los faroles de
los múltiples pueblos y poblados que se encuentran en el recorrido, y de los
cuales el camino es probablemente una calle importante en todos ( Rauco,
Hualañé, Licanten, y varios más).
La planta de
celulosa Arauco en Licantén con sus enormes columnas de vapor iluminadas en la
noche son una imagen fantasmagórica… de lejos parece un incendo forestal.
Llegamos al
hotel Iloca a las 20:00 aprox. Nos acomodamos, comimos RICO!!, (la cocina del
hotel es excepcional, la comida sofisticada , bien preparada, abundante y a
buenos precios), y nos despedimos hasta
el otro día.
Sábado
“Temprano”
9:30, el desayuno, bufette, igual de
bueno que la comida. El día estaba
lindo, despejado pero con la
bruma justa para una atmósfera otoñal, nostálgica.
Salimos a la
playa a caminar, sacar fotos, todavía evidentes los estragos del maremoto. Más
tarde llegó Camarón, a quien los amigos en el camino le perdonaron la vida y
eso lo puso contento.
Algo nos
inquietó que había un halo en el sol, que según el dicho, presagia aguaceros y
temblores, y como estaba pronosticado un terremoto para el 20 de mayo…
Almorzamos
en el Gilberto, en Duao, otro hito de
placer gastronómico.
El sol
entibiaba el ambiente, y la conversa
realmente entretenida. De la nada llegó un helicóptero que aterrizó en
la playa, ahí mismo… dicen que era de
un cliente más que acaudalado que
mandópedir un ciento de ostras… si es verdad, es una provocación, un exceso,
innecesario, al menos a sí nos pareció a todos.
Porqué no hay un Camarón de palo? |
Sacudamos al Wiro para que despierte |
Después de
almuerzo fuimos a los roqueríos a sacar más fotos, andaban sueltos todos los niños que todos llevamos en
nuestro interior… por decirlo de alguna manera.
Luego
partimos a Curepto con dos objetivos, saludar a Luggi y la Lucía que estaban ahí el fin
de semana y ver a Martin, el hijo de Camarón y la casa que construyó en el
pueblo.
En el
camino, el susto que se llevó Camarón cuando se le cortaron? los frenos, y
luego se volvieron a conectar, con un
frenazo que casi lo tira de la moto…
Llegando a
la casa de la Lucía ,
el Pelao con Camarón no encontraron nada mejor que arreglar la válvula del
neumático trasero del Pelao, ahí, en la calle, habiendo una estación de servicio a la vuelta de la
esquina… la idea es hacer difícil lo fácil parece.
A uno de estos dos se le van a quedar las manos dentro de la cámara |
La casa que
construyó Martin es muy muy linda e innovadora. Mantuvo el estilo de la fachada
de las casa vecinas, típicas de los peblos de esa zona, entonces parece
que fuera una asa antigua remodelada,
pero uno entra y es una casa amplia, de líneas muy modernas y miles de detalles
de arquitectura de interiores, me
encantó!! Felicitaciones a Martin.
Domingo
Después del
desayuno partimos a Constitución, lugar de veraneo de la
Stella y mío en la infancia y de residencia por un año de
Ojitos, por el trabajo de su papá.
El día
perecioso, el sol radiante, el cielo azul y el mar idem. Sólo la temperatura nos recordaba que
ya no es verano.
Después del
maremoto todavía se aprecia la destrucción. La Hostería está cerrada,
mchas calles destruidas, algunas cerradas, otras iniciando? la reparación, o
detenidas en la reparación…
En fin,
Constitución tiene poco y nada que ver con el que conocimos, por el “progreso”
y la construcción de la planta de celulosa, que cambió para siempre la
fisonomía y la cultura del balneario y ahora por el terremoto que echóabajo lo
que quedaba de tiempos pasados.
Llegamos al
fina de la playa, Maguillines, más allá
de las dunas y del puerto.
Almorzamos
(nada para recordar) y volvimos por donde habíamos venido, un camino nuevo,
estupendo, y lindísimo, con todos los recuerdos
a flor de piel.
Al llegar al
hotel Ojitos el Pelao y la Keomi
se bañaron en la piscina temperada, con
sendos pisco sours.
Tempranito,
comimos, (ahora sí) RIIIICOOO!!, la conversa muy buena, y después al tuto.
Lunes
Salimos
temprano ara tratar de llegar a Santiago antes de los tacos.
La anécdota
del día fue pasar a comprar “queso de
lora” que es un queso del fundo “Lora”, dio para todo tipo de elaboraciones…
En la
Copec de San Fernando, Camarón se vino solo, los demás
comimos algo y seguimos a Santiago.
Llegamos
todos bien, después de un fin de
semana fantástico, en que se cumple eso de que donde se juntan cualtaqueros ,
siempre se pasa bien.
Muy buen reporte Subteniente Pinpon. La felicito por sus habilidades como bloguera
ResponderEliminarUn paseo buenisimo como para repetir, son trés horas y media relajadas de viaje, autopista y lindos caminos rurales, buenas opciones de almuerzo, posibilidades de siestita y como para estar en Santiago a las 18:30 de vuelta.Son aproximadamente 300 kilómetros.
ResponderEliminarTotalmente recomendable el hotel Iloca, en caso de volver al otro día toda una sorpresa la buenísima gastronomía, y a precios muy convenientes. Una piscina temperada de aguas muy calientes, (el problema es salir).
Como dice la reportera, se confirma lo que experimentamos ya hace muchos años, sin importar quienes componen el grupo en los paseos, SIEMPRE se pasa estupendo.