domingo, 2 de junio de 2013

DOÑIHUE… 

No sé si Doñihue tiene mucho más que ofrecer que la comida de este restorán que descubrimos el año pasado con la Stella y Ojitos viniendo de Pichilemu, en los viajes pre- Cabo Norte.
Tan bueno es , el Emporio, que ya es destino per sé. Por algo Ojitos lo propuso para este primer sábado de Junio, el mes del solsticio de invierno.
Nos juntamos en Vilola, estaban Emilio y Myrna, Pelao y Keomi, Topo, Camarón, Postulante Kruger, Ojitos y yo. Buen número de motos y participates.
Notable el pronóstico del tiempo, nadie con la lluvia de ayer esperaba un día tan agradable.
A las 11 partimos las 7 motos, Camarón urgido un poco porque nadie sabía bien donde estaba la salida a Doñihue. A mí y a Ojitos no nos importaba demasiado, porque hay que leer los carteles, da lo mismo donde estén… Camarón NECESITABA saber si era antes o después de Rancagua, cosa que no podíamos responder con absoluta certeza.
Ojitos

Kruger 










La manada

La mañana estaba fresca pero no fría y el aire excepcionalmente limpio con la lluvia del día anterior.  En todo el trayecto hacia el sur por la ruta 5 nos flanqueaba la cordillera nevada , estaba lindísima, esa que los chilenos que viven en el extranjero tanto echan de menos.

En un tramo, muy corto para mi gusto, un nubarrón dejó caer unas gotas lo que le alcanzó a dar un poco de emoción y ambiente invernal al paseo, pero fue sólo eso.
Muy luego, a pesar de habernos idos muy calmados, llegamos al restorán Emporio, en la ruta H 30. Estacionamos las motos, el sol ya algo entibiaba el ambiente, sacamos fotos y nos instalamos en este lugar sencillo pero con onda, bien decorado, bien atendido, y con una carta muy sofisticada (por ejemplo, puré de papas con ajo y menta, riquísimo) si pensamos que es Doñihue, cuyo orgullo es la chicha…
Ya habíamos pedido los aperitivos y nos habían traído pan amasado, sopaipillas y pebre, cuando llama la Leo para preguntar donde estábamos, para ir con el Wiro a juntarse con nosotros.
La comilona
Nadie creyó que llegarían, pero llegaron, y no hay que saber altas matemáticas para calcular a qué velocidad se vinieron para hacer los 120 km que los separaban de nosotros que ya habíamos empezado a almorzar.
Una gran mesa con 11 comensales, y muy buen humor y ganas de pasarlo bien.

Después de los postres y el café, Kruger y Ojitos partieron directo a Santiago, para llegar temprano y el resto fuimos a dar una vuelta al pueblo mismo queriendo encontrar algún lugar donde fabrican y venden mantas y chamantos, de acuerdo a las indicaciones de algunos locales (doñihuanos se dirá?)
Nunca dimos con el sitio... Alguien que sepa de marketing debería ir a asesorar a esta gente si es que quieren de verdad promocionar y comercializar sus productos.
Abandonamos la búsqueda y nos vinimos a Santiago. El camino y el paisaje iluminado por el sol y el cielo azul, estaba cautivante.
Paramos en la Copec  antes de Angostura, ya que después la manada de gatos se dispersa.


 


El sello cualtaquero estuvo en la siguiente simetría:
Partimos 7 motos y 9 participantes
Por su cuenta se vinieron  2 participantes en 2 motos
Por su cuenta volvieron 2 participantes en 2 motos
Volvimos 7 motos y 9 participantes
Osea fuimos 9 y volvimos 9 pero no los mismos, jajaja cosas de Cualtaco
Preparen los trajes de agua que el tiempo ya no es excusa para no salir a motear!!!

Pp reportera





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