EL TABO POR TUNQUEN EN INVIERNO

Al Topo se le ocurrió hacer esta ruta que no tiene nada de nuevo pero siempre es linda.

10.30 en Vilola nos juntamos Topo, Camarón, Vigilante, Brutus, recién llegado ayer de su viaje a París y Barcelona, y  Lucho Palma que hacía mucho tiempo que no participaba.

Lucho antes nos ha sorprendido con detalles de su indumetaria, como las rodilleras sobre los jeans, o el ticket de ski en El Colorado colgando en su chaqueta de moto.

Esta vez se trataba de un modelito muy mono, entre bolso y mochila, amarillo que flameaba en el camino a pesar de sus intentos de mantenerlo en su sitio.

En el primer peaje de la 68 estaba los pajueranos y vecinos  de Calera de Tango, Rondamón y Popeye.

Partimos con sol, Camarón no se acordó que es casi invierno y pasó frío, especialmente en la tarde.

Ya en la zona del aeropuerto había una densa neblina como dicen los de las noticias, que no disipó en todo el día parece porque en la tarde estaba igual.

La 68 ya es una calle más, es como la continuación de la Costanera Note, siempre está llena de autos. Al salirse a caminos secundarios recién se tiene la sensación de haber salido de la ciudad.

A la salida del túnel Zapata estaba oscuro, estaba muy nublado y con neblina, recién pasado Casablanca la cosa mejoró volvió a salir el sol un rato hasta la llegada a Tunquén.

Ese camino es lindo, la vista desde arriba hacia la playa , los bosques verdes y el camino húmedo como si hubiera llovido.

Es una suerte poder disfrutar de las motos y tener la posibilidad de salir de Santiago y respirar aire puro.

Nadie se perdió a la ida, llegamos todos juntos, cosa que casi no ocurre, porque en El Tabo, Camarón se tiró a adelantar una fila de autos para indicarnos donde doblar hacia el restorán.

En eso estaba, cuando por la pista por la que iba, sale un furgón escolar por una de las calles laterales y se encuentra de punta con la moto, los que iban más  cerca, vieron el choque, inevitable; Camarón alcanzó a pensar hacia donde caería… pero el furgón frenó, Camarón también y en una muy buena maniobra pudo esquivarlo, pasando a centímetros apenas.

Yo lo ví de más lejos y fue brígido, como dicen mis hijas.

Ya no hay estacionamiento al frente del restorán. En lugar de la explanada donde dejábamos las motos, están construyendo un camino, mejoras viales se dirá… para nosotros, una molestia.

En la playa la vaguada costera producía un ambiente brumoso y nostálgico, muy invernal, aunque no tan frío.

En La Paila ya  nos conocen por los nombres, disfrutamos del almuerzo bien atendidos.  Llegó Jordi con sus dos hijas chicas, a almorzar con nosotros. Camarón estuvo de baby sitter, ayudándolas a cortar el pollo.

Después de almuerzo veníamos lo más bien ordenaditos, nadie disparado, nadie perdido, parecíamos Canquetos.

Pero tanta maravilla duró hasta la salida a la 68 en Casablanca… Luchito Palma siguió a Valparaíso!!

Se dio 20.000 vueltas hasta que dio con la 68 y ahí ya no nos separamos.

El café final en la Copec de la Costanera Norte y 68.

Un gran día, en la mejor compañía que se puede tener… Cualtaco.