Dia 3 Sábado
En la mañana, por turnos al baño para prepararnos para
seguir.
Como imaginarán habíamos cambiado los planes originales que
eran quedarnos y conocer Malargüe viernes y sábado, volver el sábado en la
tarde a San Clemente y partir a Santiago el domingo a primera hora para llegar
temprano.
El nuevo plan era :
no repetirnos la tierra, evitar el taco en la 5 sur, y partir el sábado en la mañana, almorzar en San Rafael, seguir a
Uspallata, y dormir ahí para estar el domingo los primeros de la cola en la
aduana.
Y así lo hicimos, tomamos desayuno, seguimos el ritual de
vestirnos para la moto (que me recuerda al ritual de los toreros cuando se
ponen esos fajas, esos trajes alambicados y esos gorros para una corrida), nos
sacamos la foto de rigor con el dueño del albergue, perdón hostel (Nord Patagonia Hostel), y partimos San
Rafael.
Casi listos para partir |
Con Gustavo, el dueño del hostel y el room mate australiano |
San Rafael también estaba lleno, casi colapsado, tacos para
entrar… nos fuimos a la heladería que conocíamos de viajes anteriores a
tomarnos un café, y seguir a Uspallata a almorzar, ya que era muy temprano.
Ahí tuvimos wifi y
ganas de ver internet un rato. Debido a eso me puse a ver el pronóstico del
tiempo que anunciaba lluvia para Malargüe y Talca pero también para Uspallata
el Domingo asi que decidimos seguir a Chile y llegar en la noche, con menos tacos,
y nos evitábamos la lluvia en la cola de la aduana.
Partimos soplados para alcanzar a llegar antes de que
cierren la pasada a Chile en Los Libertadores, ya que hay turnos debidos a la construcción
del nuevo camino, por lo que hay una sola pista para circular.
De Malargüe a Mendoza
son 200 Km el camino bien bueno, solitario más bien y los paisajes de
otoño con la pampa inmensa y los álamos amarillos parecen una postal. Ahí
anduvimos rápido, no hay para que especificar una cifra.
Pero de Mendoza a
Uspallata la cola de autos y buses estaba pesada, yo me quedé atrás, además que
no sabía si la bencina me daba para llegar, ya que no recargamos en Mendoza.
Llegamos con la idea de comer algo, pero la desechamos
cuando nos dimos cuenta que teníamos 45 minutos para llegar a la fila de la
aduana, de acuerdo a a información del bombero que después supimos que estaba
equivocado.
Ahí la consigna era “meterle” y así lo hicimos, …según
Camarón no pudo pillarme, de que corrimos, corrimos a pesar del viento propio
de ese tramo. Popeye me enseñó a “meterle el hombro al viento” y resulta!!
Cuando íbamos seguros que alcanzábamos a llegar, nos pilla un
banderero con una fila interminable de autos y camiones; ellos se fueron por la
berma, yo no me atreví y me quedé atrás
Camarón se devolvió y me ayudó a adelantarme en algo en la
cola cuando dieron la partida y seguimos rápido, adelantando todo lo que estuviera por delante.
Llegamos a buena hora
a la aduana, y no había mucha gente,el trámite fue expedito, pero la bajada no,
detrás de los camiones por una sola pista, sin posibilidades de adelantar
Luiggi y Camarón cortaron una curva por el cerro, y Ojitos adelantó en un
tramo mas ancho pero demasiado corto para que entrara yo. En eso estábamos,
bajando, cuando la fila se detiene…
Y se detuvo más de media hora porque a esa hora subía el bus
a buscar a los trabajadores y por eso se detiene la bajada ¡¡porca miseria!! Y yo ahí, arriba, detrás de
un camión, viendo como los otro bajaban y se perdían en el camino plano.
Cuando reanudamos a bajada pude adelantar al camión en una
parte de tierra mas ancha y no tan mala y bajé sola, sin nadie delante y sin
nadie atrás ya que el camón bajaba muuuuy lento. Eso fue rico.
Ojitos me estaba esperando abajo, después de Saladillo y me
acompañó hasta la bomba de Chicureo, donde esperaban Camarón y Popeye , con un
café y las anécdotas del día.
Nos despedimos con el convencimiento cada vez más vivo de
que como sea, en estos paseos se pasa bien, que salvo un problema grave de
salud o un accidente complicado, sólo
depende de la voluntad de pasarlo bien y de la flexibilidad para adaptarse a
condiciones inesperadas.
Y este viaje, amigos, fue un curso intensivo de
flexibilidad, dos días y medio, 1500 km de casi pura moto.
Cualtaco no estaba muerto… andaba de parranda!!!
PP repotera