lunes, 25 de septiembre de 2017

Fiestas Patrias en el Noroeste argentino, día 5 , Salta


El día de la Parada Militar y del cumple de Elmer era un día libre, sin moto en la única ciudad donde alojaríamos 2 noches.
Programamos el desayuno para las 9:30, que es tarde para el ritmo con que habíamos estado.
Temprano nos pidieron pagar el estacionamiento donde estaban las motos hasta el día siguiente que seguíamos en ruta.
Nos hallarían cara de tránsfugas?
Que nos vamos de los lugares sin pagar? o sin devolver las llaves? jajajajaja.
Ojitos parece recolectó la plata ($3600 chilenos por moto, por 36 horas de estacionamiento, botado), aunque hayan quedado apiñadas en un rincón del estacionamiento.
Gasparín estaba urgido con la cadena de su moto que quería lubricar y tensar, asi que no participó de la excursión, para dedicar la mañana a esos menesteres.
Nos fuimos a la plaza, que quedaba muy cerca con la idea de cambiar plata, en vista que las tarjetas en esta zona de Argentina no sirven. 
A pesar de que la plaza estaba bien cerca, Camarón nunca se orientó bien, y no cachaba cómo llegar al hotel.
Primero entramos a la catedral supongo que sería. 
Bien grande y bonita.




La idea era tomar un citytour para conocer la ciudad en el poco tiempo que teníamos de turismo, que no es ni de cerca lo mismo que el motorismo.
Tuvimos mucha suerte y en la misma plaza había una versión mini de los buses rojos turísticos de las ciudades más grandes.
Nos hicieron rebaja por la presión grupal sobre la cabra que vendía los tickets. 
El día estaba despejado y prometía ser caluroso.
Mientras esperábamos que partiera, acompañé a Ojitos a tomarse un café, que incluía una masita dulce, como le gusta a él.

Algunos se fueron a recorrer o a vitrinear.
Poco antes de las 11 ya estábamos casi todos en el bus, junto con otros 6 turistas argentinos que lo habían tomado.
Solo faltaba el Vetu que llegó dos minutos antes partir y alcanzó a preocuparnos.
Llegó el Vetu!!
Igual éramos mayoría, pero debo decir que nos comportamos muy correctamente y nadie dio la nota alta como suele suceder cuando la manada de gatos sale de paseo.
El tour fue excelente! En dos horas recorrimos la ciudad, con una explicación en los sitios de interés. 






Esta es la plaza más importante. Sin pasto


Estas explicaciones estaban grabadas, y la voz era igual a Les Luthiers cuando dan la referencia histórica de lo que van a interpretar.
 Por supuesto que la mayoría se refería a algún héroe y sus hazañas, y cuándo era que se había erigido el monumento, y quien era el alcalde o la autoridad del momento. Era muy muy gracioso!! y entre explicación y explicación sonaba música ad hoc a la zona, osea sambas argentinas hasta donde recuerdo.
Subimos al Portezuelo desde donde se tienen las mejores vistas de la ciudad, aparte del teleférico que también cumple con ese fin.

Había harto smog me pareció.Más que bruma, sobretodo considerando la nula regulación de las emisiones de los autos y las quemas agrícolas en las cercanías de la ciudad.

La mala onda es lo sucio que están algunos lugares, con papeles y envases tirados en el suelo y bolsas plásticas atrapadas en las copas de los árboles.Sacamos las fotos de rigor. Ojitos y Vampiro no se aguantaron de sacar el niño que llevan dentro.







Las plazas en general estan sin pasto y el paisaje en general es muy seco y polvoriento.


En el recorrido por el centro vimos colas enormes en la oficina de correos. Era la fila para cobrar los sueldos!! 
Vampiro dice que el sistema financiero argentino es un desastre y que está años luz atrasado en relación al chileno.
Osea Chile gana lejos en la infrestructura vial y en el sistema financiero y el uso de la tecnología.
También paramos en el Mercado Municipal de artesanía. Yo pensaba que era la típica parada de los tours, en el local de algún socio, para ganarse la comisión de llevar a los turistas obligados al lugar.
Pero no, es un mercado, que por supuesto tiene su historia que data del siglo 19 con varias remodelaciones hasta ser lo que es en la actualidad. En su origen era una casona que albergó a jesuítas y patriotas. Todo esto, por supuesto relatado con lujo de detalles por Les Luthiers a bordo.
La casona muy bonita y el mercado muy bien puesto, con miles de artículos de artesanía para los visitantes. Con Cristián compramos imanes para el refrigerador, y la Veti compró una pulsera como de cuero con detalles de plata, muy fina y delicada.






Volvimos a la plaza, justo a la hora para ir a comerse un bife chorizo a punto, que era uno de los objetivos en esta ciudad.
Ya habíamos elegido un restorán que se veía bueno y que nos tincó. Doña Salta se llama.
Nos sentamos los 8 que íbamos. No hubo caso que nos hicieran cuentas separadas. Y como siempre el cálculo nuestro no calza con la cuenta, y no podemos descubrir donde está la discrepancia.
Los que quisieron pagar con tarjeta, o no pudieron o costó mucho. Y eso que era un lugar más bien pituco. 
Yo me comí el copón más grande de dulce de alcayota con nueces de la vida. Yo creo que era como 1/2 Kg sin exagerar. Estaba delicioso.



Llegando al hotel algunos pagamos el hotel para asegurarnos que funcionaran las tarjetas. Y si funcionaron.
En este hotel el wifi era sólo en la recepción, lo cual era bueno porque nos reunía en la actividad de whatsapp.
En eso estábamos cuando nos enteramos del terremoto en Mexico. Terrible cosa, justo en el aniversario del terremoto de 1985.
Después cada uno se fue a descansar un rato.
Ahí yo morí, actualicé las notas para el blog, organicé el equipaje, me dormí temprano y no salí de la habitación hasta el otro día.
Algunos se repitieron la pizza y las cervezas en el local de la noche anterior en la plaza, pero más abrigados.
Entiendo que Camarón y la Marcella también descansaron hasta el otro día. 



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