lunes, 12 de septiembre de 2022

Fiestas Patrias en Copiapó y alrededores Martes 20 Vuelta a Santiago

 Vampiro había sido muy enfático en que la hora de salida era las 8:30, con las motos listas para partir, en la calle a las 8:30. El punto era tratar de no llegar a la hora del taco en Santiago, que empieza como a las 18:00.

En función de eso, me levanté a las 6, preparé el equipaje, cargué la moto, hice el check out, y a las 7:30 ya estaba tomando desayuno. Me extrañó que Vampiro no estuviera en lo mismo.

A las 8:20 estábamos listos para partir, pero Vampiro no aparecía. En eso la Anto nos cuenta que estaba medio enfermo, que se sentía mal y por eso se había atrasado. Al final, salimos a las 9, con el Vampi semi recuperado.


Estaba nublado y fresco, pero sin neblina, lo cual era muy bueno.

El camino hasta Vallenar estaba bastante despejado, muy agradable. Los cerros más verdes que a la ida, con más flores, especialmente añañucas. Pero todavía faltaba que brotara más para estar en el peak del Desierto Florido. Ese tramo se hizo super corto.






Pasamos a la Copec a echar bencina y seguimos. Estaba nublado pero no frío y el paisaje muy bonito. Parecía otro país con todo tan verde en una zona en que no se espera.


Seguimos a buen ritmo, los tres juntos. Las cuestas, Pajonales y Buenos Aires con muy poco tráfico. Estaba un poco más despejado, con claros de sol.

Ese camino lo he hecho montones de veces, pero por primera vez me di cuenta que esas cuestas hacia el sur son en bajada (!) Juraba que eran cuestas con subida y bajada. Y no! Hacia el norte solo subida y hacia el sur solo bajada.

Camaron antes de La Higuera

Los Vampis

Hasta ahí el viaje se aspectaba muy positivo.

Pero en La Serena vino el baño de realidad, con harto taco a la entrada, donde está  la autopista en construcción. En el tramo urbano de la Ruta 5 había mucho tráfico pero avanzaba.

Llegamos a la Copec de Coquimbo que estaba colapsada, pero el Vampi nos tenia el hueco reservado, en la fila de más a la izquierda, al cual solo podía llegar una moto por el espacio que quedaba entre los autos. Bien impresionante el atochamiento considerando que era un día hábil, a media mañana, y no en período de vacaciones.





A la altura de Tongoy el Vampi paró porque algo se le había soltado del parabrisa... y guardó una pieza en la maleta. Normal, si es BMW poh.


En Socos volvimos a ver grandes extensiones donde habían crecido yuyos, pintando de amarillo el paisaje. Hasta el retén de los pacos se veía bonito en ese entorno.




Desde ahi en adelante la travesía se hizo muy pesada. No tanto por el tráfico, sino por el viento que estaba bien fuerte y hacia bajar la sensación térmica muchos grados. Yo iba abrigada como siempre, con todas las capas de rigor, pero el viento de lado era terrible. Pasé mucho frío! El tramo hasta Los Vilos se me hizo eterno, como nunca, iba chata.

Paramos en Palo Colorado a echar bencina y también estaba repleto, por lo que nos fuimos a las bombas de autoservicio, que estaban desocupadas. Pensábamos que ahí estarían los Vampis pero no, no los vimos más. Seguramente el Vampi quería llegar luego a su casa si no se sentía bien.

Seguimos la tortura, con mucho tráfico y mucho viento que no paró como hasta 
Llay Llay. Los aerogeneradores en Canela giraban a una velocidad que no recordaba haber visto antes.
En Catapilco nos encontramos con un mega taco que llegaba hasta el Túnel El Melón.
Nos fuimos por la berma y llegamos hasta la entrada del túnel. Tenían el tránsito detenido, y justo se abrió cuando llegamos nosotros, asi que entramos de los primeros con las pistas casi vacías. El túnel mismo es de dos carriles, extraordinario, pero la operación todavía deja mucho que desear. 
Salimos y nos encontramos con taco inexplicable que no había como evitar. Paciencia no más. Avanzamos hasta las barreras del peaje que estaba liberado, por lo que menos se entendía el taco.


Desde ahí en adelante, nos vinimos todo lo rápido que el camino lo permitía, con algunas bermas cortas cuando estaba muy lento, y conectando entre los vehículos con conductor@s menos hábiles, especialmente los que se van por la izquierda.
Pasamos por LlayLlay sin parar porque lo único que queríamos era llegar luego a la casa. Nos salimos en la Radial, que también estaba bastante transitada, pero pasable. 
Llegué a mi casa a las 17:45, después de todo el día sin comer nada después del desayuno a las 7:30 ni ir al baño. Se puede, pero no lo recomiendo jajajajaja.
Esta última  parte del viaje no empañó para nada lo muy bueno que estuvo en general. Quizá a futuro habrá que considerar hacer ese tramo en dos días, parando en algún punto intermedio, o elegir fechas más alejadas de los feriados o vacaciones. Habrá que pensarlo...
Gracias nuevamente al Vampi por la planificación del paseo que estuvo extraordinario, a la Anto y la Sonia por las fotos y a Camarón por el apoyo y la compañía en la ruta. 
Hasta la próxima!!

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