martes, 13 de septiembre de 2022

Fiestas Patrias en Copiapó y alrededores Lunes 19

 El 19 de Septiembre normalmente se celebran las “Glorias del Ejército” y se lleva a cabo la Parada Militar. Hay mucha gente que disfruta mucho de ver desfilar a todos los estamentos de las Fuerzas Armadas, y se prepara para tal ocasión. De hecho, Cualtaco asistió a verla en vivo cuando GeePee fue el general encargado de pedir la autorización a la presidenta Bachelet si mal no recuerdo.

Pero este 19 de Septiembre era muy especial ya que estaba la copucha de si el presidente actual, Gabriel Boric, conocido popularmente como “el Boris”, se mandaría una salida de protocolo, o directamente algún condoro, cuando tuviera que autorizar al general a cargo para iniciar el desfile.

Además coincidía en el horario con la transmisión del funeral de la Reina Isabel II, que había muerto 1 semana antes, semana durante la cual pudimos seguir, momento a momento, todas las ceremonias fúnebres previstas en el protocolo establecido en la Operación London Bridge, que culminaban, después de un largo periplo, con el funeral de estado en Westminster Abbey, hasta llegar al castillo de Windsor, y a la capilla de San Jorge, donde quedarán sus restos, junto a los de su marido el Duque de Edimburgo, su padre, el Rey Jorge VI, su madre, y otros parientes directos de la familia real. En la foto a continuación, en la parte de abajo, hay un titular más chico, que dice que los fonderos realizan positivo balance de Fiestas Patrias, junto con el funeral de la reina jajajajaja las cosas de la tele!


Así que la gente interesada en la Parada Militar y en los asuntos de la realeza, tendrían que estar con dos dispositivos para seguir ambos eventos.
Por acá nos interesaba más ver la performance del Boris.

Nos juntamos en el comedor a tomar desayuno poco antes de las 9:30. El plan del día era ir hacia el interior de Copiapó, pasando por Tierra Amarilla, tristemente conocida por el socavón que se produjo muy cerca del pueblo, de 32 m de diámetro y 60 de profundidad. Aparentemente se debería en mayor medida al debilitamiento del terreno por las excavaciones mineras en el lugar.

El destino era el embalse Lautaro, hacia el sur este, a 86 Km de distancia.

Después de ver al Boris en la Parada Militar partimos al paseo. Fuimos a echar bencina a una Copec ya que Camarón insiste en usar su app Muevo, de Copec, aunque las Petrobras o las Shell están vacías.




Muy luego llegamos a Tierra Amarilla, que no se veía muy endieciochada. Pocas banderas, comparado con otros años que vinimos en estas fechas, hace muuuuuchos años.




El día estaba precioso, soleado y templado. Avanzamos por el camino no muy rápido para poder apreciar el paisaje. Los cerros imponentes con sus colores característicos pero también la frondosidad de la vegetación, lo cual no es para nada normal y se debe a la gran cantidad de agua que cayó en el invierno.



Los espinos en su máxima expresión, florecidos, de distintos tonos de amarillo, son una belleza. La Sonia no los conocía y alucinó con las espinas jajajajaja.



Si no fuera por los cerros descomunales que son el telón de fondo del paisaje, hay tramos en que un@ pensaría que anda en algúna ruta secundaria de la VI Región, por la gran cantidad de vegetación que crece a los lados del camino.

Pero lo más sorprendente es la cantidad de los parronales de gran extensión que se cultivan en el área. Muchos, uno tras otro entre los cerros, en las laderas, algunos crecen en grandes pendientes. De a poco ha ido creciendo la industria, y como siempre, las grandes transnacionales se han ido comiendo a los pequeños agricultores, que prefieren vender en vez de entrar en una competencia asimétrica y desigual. Es muy impactante ver el verde intenso de los cientos de hectáreas cultivadas.






Al llegar al pueblo de Los Loros, que ya habíamos visitado hace muchos muchos años, nos encontramos con que hay un bypass que pasa por fuera del pueblo. Igual que en Inca de Oro. Me gustaría pensar que es para mejorar la calidad de vida de los habitantes, al evitar que camiones de gran tonelaje pasen por el medio del pueblo. Pero la verdad, no tengo la explicación de porqué los habrán construido.

Bueno, seguimos camino hacia el embalse. Yo me estaba asando con el calor con el exceso de ropa que tenía puesta.



Es un camino con poca pendiente y solo un poco sinuoso. Llegamos al estacionamiento/mirador del tranque. La obra cumple dos funciones, por un lado acopiar agua del derretimiento de la nieve en el verano y la poca que llega del río Copiapoó, y por otro, mitigar el avance de los aluviones que ocurren las raras veces que llueve en exceso para la zona.






En Febrero de este año el embalse estaba seco y la poca agua que traía el río Copiapó no alcanzaba para guardarla. Pero con las lluvias absolutamente inusuales de Julio de este año, por un lado se juntó un poco de agua y por otro, cayó un montón de nieve, que ya se está derritiendo alimentando el río Copiapó. Al menos el abastecimiento para el verano está asegurado.

En el mirador estaba un lugareño con sus perros. Tomás, un flaco de mediana edad, con pura polera, lógico, con el calor que hacía. Por algún motivo nos pusimos a hablar del Boris, ya que era el tema contingente y el nos escuchó. Pidió permiso para opinar en la conversación y después de un par de frases nos dimos cuenta que tod@s pensábamos igual jajajajajaja. Asi que de ahí en adelante la conversación fluyó muy bien.

 Es un hombre humilde pero con el pensamiento y las ideas claras! Tiene una opinión muy bien argumentada de lo que es mejor para Chile y de lo que es malo para Chile. Además nos contó los líos que hay con el tema del agua. El río y el embalse lo gestiona una Junta de VIgilancia que debe velar por la correcta mantención del cauce del río y del embalse y de la distribución equitativa entre todos los agricultores. Sin embargo hay asuntos turbios, nunca mejor usada la palabra, ya qué hay ventas de derechos de agua “bajo cuerdas” y eso perjudica a los agricultores más chicos. Fue una conversación muy interesante. 



Además a Tomás le gustan mucho las motos y tiene una de 125 cc. Independiente de la moto, ser motorista es un punto de unión. Asi que cuando iba a sacar la foto grupal me pareció correcto invitarlo. 

Nos despedimos y seguimos un poco más arriba por el camino que llega pavimentado hasta Argentina.

Un poco más allá nos devolvimos, pensando en la hora y que ya teníamos un poco de hambre. Pensamos en ver si en  Los Loros había algún lugar donde almorzar, y si no, seguir a Copiapó. Volvimos a pasar por el embalse, que está a 1/3 de su capacidad, lo cual es suficiente para que los cerros se reflejen en el agua quieta. 




Llegamos a Los Loros que se veía bastante apagado y con poca vida. Casi todo cerrado y poca gente en la calle. Paramos un minuto para decidir y unos cabros que estaban en la vereda nos dijeron que en el restorán al frente había almuerzo y era bueno. Les creímos, estacionamos bien las motos y entramos al restorán.

Y fue lo mejor!! Un lugar muy sencillo pero muy bueno. Lo atendía Marjorie, una venezolana que llegó a Chile con sus cuatro hijos, dos más grandes y dos chicos, caminando por el desierto con un coyote… y encontró en Los Loros una nueva vida.

Sirve una especie de menú que consiste en carne o pollo al horno con arroz papas fritas y ensalada, más un Chocolito de postre. Los platos son gigantes, la comida muy bien preparada y valen 5 Lucas.



No podíamos haber encontrado un mejor sitio para almorzar! Considerando que por ser feriado había muchos locales cerrados.

Volvimos a Copiapó súper content@s aunque en Tierra Amarilla yo iba más perdida que el teniente Bello, asi que Camarón se fue adelante y me guió, porque Vampiro había desaparecido. Pasamos a la Petrobras a dejar las motos llenas, para que quedaran listas para el día siguiente.

 Un panorama que no tenía mayor cuento terminó siendo un gran paseo!

Llegamos al hotel antes de las 5 con tiempo para descansar y prepararnos para el pique mañana de Copiapó a Santiago.




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