miércoles, 1 de febrero de 2023

Vacaciones veraniegas 2023 San Luis, Argentina. Día 2 Mendoza a San Luis

Qué manera de dormir mal en Mendoza! Todo por culpa de un maldito zancudo y su zumbido que me despertó varias veces en la noche. Asi que no estaba en mi mejor versión que digamos. Y con dolor de cabeza a más no poder.
El desayuno en la terraza, estuvo súper bueno, muy variado y todo rico, lo cual siempre es una buena manera de partir el día.



Fuimos a la recepción a arreglar el tema del precio acordado. Estaba el amigo de Camarón y nos respetó el valor del día anterior. Nos despedimos del amigo mendocino y seguimos camino.



El día estaba nublado pero caluroso. El tramo era relativamente corto y pura carretera. Camarón y la Sonia habían andado por estos lugares no hacía mucho, así que había cierta certeza del buen estado de los caminos.



Además no había mucho tráfico. Solo en las cercanías de las localidades en las afueras de Mendoza había un poco más, pero con la doble pista ni se sentía. Además en Argentina se maneja bien, respetan la pista izquierda para adelantar, salvo que haya mucho tráfico. Además dan la pasada en los accesos a las autopistas. A medida que nos alejábamos de Mendoza se disipaban las nubes. 
Hacia San Luis estaba totalmente despejado


Dicho esto, hice lo que casi nunca hago: irme por la izquierda todo el rato, porque en  general el carril derecho está con el pavimento más roto o deformado, por el paso de los camiones.
Al poco rato ya se había despejado y empezó a subir la temperatura. El paisaje era bastante cambiante. Algunas zonas muy secas, pura tierra, y en otras campos verdes con diferentes cultivos. Varias viñas, o bodegas como les dicen por allá.




Nos fuimos muy ordenados a 110 Km/ hr, que era la máxima permitida. Eso fue bueno porque cada tanto había policías medio camuflados, que paraban y multaban a los infractores. Vimos cómo habían parado a dos prepotentes en camionetas gigantes que iban a  140 o más tirándoles el auto a los otros o pegándose al de adelante. Una de esas fui yo. 
Nos contaron que primero hay un policía de civil en cualquier parte midiendo la velocidad y el les avisa a los otros que están con la patrulla y los conos.
Fue muy reconfortante ver como el apuro y la prepotencia no les había servido de mucho jajajajaja!

Eso sí era bastante aburrido en el camino recto, y con el sol pegando fuerte. La Anto y la Sonia iban casi durmiéndose. El calor era bien pesado.

Llegamos a la frontera con San Luis, con control de policía. A nosotr@s siempre nos hacen pasar, no nos preguntan nada.

 

 Un poco más allá del arco característico al entrar a la provincia, está el peaje Desaguadero, donde las motos paga $50 (100 chilenos) y a continuación el control sanitario, que es lo más raro qué hay, un chiste. Un desvIo donde los vehículos en fila avanzan lentamente, y al final,pasan por una especie de aspersor con lo que se supone debe ser un desinfectante, pero todo muy precario.
PEAJE





BARRERA SANITARIA



Poco más adelante empieza otra rareza de la zona: 90 Km de autopista iluminada… sin comentarios.
Aquí anduvimos más rápido, a 140 más o menos porque el calor no se soportaba, llegó a 34º, hasta que entramos a la ciudad de San Luis, capital de la provincia.
En las inmediaciones de muchos pueblos y ciudades hay señalética recordando que Las Malvinas son argentinas... agregando la distancia a la que está esa ciudad o pueblo de las islas plurinacionales. Los vimos acá y también los vimos en el norte en el viaje anterior.




Llegamos a San Luis a las 13:30 .con todo el calor y la ropa mojada, pegada al cuerpo. Estacionamos afuera del hotel sabiendo que todavía no era la hora del check in, pero había que ver si Camarón se quedaba con nosotr@s en el mismo hotel o se buscaba otro ya que iba sin reserva.
La encargada se hacía harto lío con todo, estaba terminando su turno y le llega la avalancha de gente muerta de calor, y sobre la misma otra familia como de 5 personas.
El caos era máximo. Además había que pagar al hacer el check in, y al menos Camarón y yo pagábamos con billetes. Con el cerro de billetes que habíamos cambiado.
Había que contarlos y revisarlos en la máquina ad hoc como las que hay en los bancos y casas de cambio. Finalmente el caos se organizó y nos entregaron las habitaciones, y Camarón se quedó con nosotr@s.

El único detalle fue que con el Vampi nos equivocamos con la reserva en Booking y pusimos un día menos... Nadie es perfecto dicen... Pero no fue problema agregar una noche mas a la estadía.El hotel era mas penca que lo que yo recordaba del viaje a Foz, pero tenía buena piscina. Con esta foto, los que fueron a Foz, se van a acordar jajajajaja.

Nos cambiamos ropa y partimos al 4Reinas, recomendación de Camarón,  que quedaba al frente del hotel.


La atención fue un poco lenta (yo encuentro milagroso que con ese calor alguien cocine, o mas aun que se mueva), pero las cervezas y el entusiasmo del viaje hacían que nada importara demasiado. La comida fue muy abundante y yo la encontré rica, en especial las rabas con alioli.
Al Vampi le tocó hacer las cuentas.

El postre fue en la Heladería Grido, la misma de Chilecito, que es buenísima, y quedaba al lado del hotel.





Después del almuerzo nos fuimos directo a la piscina a refrescarnos. Nos adueñamos de la piscina de niños, y ahi nos quedamos en el agüita conversando. La Sonia había ido a la piscina con ropa. Al vernos a tod@s en el agua, rápidamente fue a cambiarse y se nos unió en la sobremesa acuática.



Al rato llegó una pareja de argentinos, que nos metieron conversa hablando del pisco, y se hicieron un hueco en nuestra piscina privada. Yo ya tenía un poquitín de frio asi que fui a ducharme y vestirme. L@s demás se quedaron socializando con la pareja.

Mas tarde los Vampis, fieles a su costumbre, se cambiaron y salieron a recorrer. 
Solo ellos tenían una reserva de pilas. Camarón la Sonia y yo optamos por el descanso mental, pero sobre todo, físico.



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