No sé cual habrá sido el proceso de cambio de planes, pero terminamos en el otro extremo del espectro de pasos posibles... unas termas jajajajajajaj!!
Era super cerca, 25 Km. asi que se podía salir relativamente tarde.
Después de desayunar, partimos a las 10:45, con mucho calor. Se pronosticaban 37º de máxima y tormenta en la tarde.
En San Luis los semáforos están increíblemente bien sincronizados. Sin excepción, cuando partes después de una luz roja, al llegar a la siguiente cambia a verde. Y si ya habías pasado en verde, casi siempre siguen todas verdes más adelante.
Nos anduvimos perdiendo en la salida, porque la avenida grande que lleva al camino hacia las termas estaba cortado por construcción de una rotonda me dio la impresión.
Después de devolvernos y dar unas cuantas vueltas, llegamos a la ruta correcta, eso si después de unos metros de tierra, como corresponde a todo paseo que se respete.
En el camino hacia un típico letrero naranja de advertencia, que decía:
"ATENCION con lluvia agua sobre la calzada"
jajajajajaja nadie puede.
Según el Vampi es para advertir posibles pozas de agua... pero igual!!
El camino bien bueno, bien mantenido, sin trabajos de paisajismo pero bonito y cuidado. Obviamente concesionada.
Nos topamos con una camioneta que me recordó la historia de la película argentina Relatos Salvajes, (la recomiendo).
La entrada a las termas tiene un arco parecido a los que se ven en los límites provinciales. De ahi para adentro, un par de Km. se llega a un barrio, con algunas calles de tierra y máquinas trabajando en lo que parecía la calle al lado de una plaza. Ahí preguntamos como llegar al Hotel, y nos dieron las indicaciones obviamente suponía dar la vuelta en U y devolverse.
La entrada a las termas tiene un arco parecido a los que se ven en los límites provinciales. De ahi para adentro, un par de Km. se llega a un barrio, con algunas calles de tierra y máquinas trabajando en lo que parecía la calle al lado de una plaza. Ahí preguntamos como llegar al Hotel, y nos dieron las indicaciones obviamente suponía dar la vuelta en U y devolverse.
Finalmente dimos con el hotel.
En ese emplazamiento están las Termas de San Jerónimo, que cuenta con un hotel, donde la gente, en su mayoría adultos mayores, se alojan un par de días para disfrutar de las bondades de las aguas termales y la promesa de curas milagrosas para todo tipo de dolencias, si es que no la eterna juventud.
Además se puede ir por el día, como hicimos nosotr@s.
Nos costó entender que no había una entrada propiamente tal con estacionamiento propio. Estacionamos las motos en una explanada y caminamos hacia la entrada del hotel, que no tiene una entrada con el nombre de la instalación.
Llegamos a lo que parecía la recepción y pagamos la entrada 1500 pesos argentinos. 3 Lucas chilenas!! para estar todo el día y hacer uso de las piscinas.
La arquitectura es como de los años 50, y está muy bien tenida, considerando que deben haber estado cerradas por lo menos 2 años por la pandemia.
Los muros son de cemento y el piso de baldosas (no cerámicos), todo impecable. Con algunas personas en batas blancas de toalla, típicas de estos lugares, que ya habían dado por terminado su baño en las aguas medicinales.
En el lugar se puede comer en el comedor, el menú del dia (pero no se puede ir en traje de baño, hay que ponerse ropa), o comprar algunas cosas para comer en las mesas con quitasoles distribuidas en el pasto que rodea la piscina principal.
Cuenta con 3 piscinas, la más grande, al aire libre, otra techada pero abierta, con un jacuzzi adosado y otros dos jacuzzis al lado, y una piscina cerrada. La temperaturas son más altas en estas últimas.
Nos cambiamos ropa en los camarines, pero no tienen lockers, asi que hay que acarrear toda la ropa para la piscina.
Nos instalamos en una especie de quincho, el techo más grande, donde había varias mesas redondas con sillas plásticas. Casi no había gente, asi que tomamos una mesa para los cascos, otra para los bolsos, y otra para nosotr@s.
Al rato llegó una de las encargadas a decirnos que no tenían muchas mesas y que se podía disponer de una por familia. Le dijimos que éramos 3 familias jajajajajaja
Así que nos dijo que mejor nos traía un tablón. Y así lo hizo, dos caballetes con un mesón que nos quedó perfecto.
Nos bañamos en la piscina al aire libre, no tan caliente, apenas tibia y casi fría en la parte más alejada de los surtidores del agua subterránea.
Muy agradable para capear el calor. Estuvimos mucho rato ahi, relajándonos, con la piscina prácticamente solo para nosotr@s.
A la hora de almuerzo hacía un poco de hambre y fuimos a encargar la comida.
Poco rato después la fueron a buscar. Yo seguía en el agua, asi que me salí para secarme un poco y almorzar. Preferimos algún plato a la carta porque el menú era demasiado contundente.
Desde donde estábamos se veían torres de telecomunicaciones con nidos de cigüeñas. Nos decían que periódicamente los sacan, pero vuelven a aparecer.
En la tarde empezaron a aparecer los nubarrones y la gente. Algunos con los implementos para hacer un asado, aprovechando las parrillas del lugar. Ahí entendimos la preocupación de la encargada por las mesas. En la mañana no había casi nadie... en la tarde se llenó.
Como a las 17:00 ya no había mucho más que hacer, asi que nos fuimos a vestir, y partimos de vuelta. Estaba nublado, asi que no se sentía tanto calor.
Cuando estábamos saliendo hacia el camino a San Luis, cayeron unos goterones gordos. Por los espejos se veían las nubes amenazantes; en las termas tiene que haber caído un buen chaparrón.
Al poco rato volvimos a sentir el calor, hasta 33º vi en el marcador de temperatura de la moto.
Llegamos al hotel a ducharnos a sacarnos las sales milagrosas de las aguas termales.
Después fuimos con la Sonia a lo que Camaron denominó Mall Chino, al lado del hotel. Que no era otra cosa que una distribuidora de toda clase de cosas, la mayoría seguramente proveniente del país asiático. Pero no era un mall chino. Pero bueno, el punto es que estaba cerrado ( a las 18!!) pero la Sonia consiguió que nos dejaran pasar ya que yo necesitaba cambiar 100 dólares. Y a la voz de dólar, las puertas se abren. Por mi billete de 100 dólares me dieron dos fajos de billetes de 200 y de 100 pesos. No tenían mas grande. El dueño lo había llevado al banco. La Sonia aprovecho de comprar hilo y aguja que necesitaba, asi que nos fuimos re contentas de haber conseguido nuestro propósito.
A las 20:15 nos juntamos para ir a comer a Los Robles, un restoran que visitamos en el viaje a Foz de Iguazú cuando nos quedamos en San Luis, en el mismo hotel, el Aiello.
Para allá partimos caminando, como 16 cuadras, pasamos por la plaza donde esta la catedral.
En esta región hay un famoso personaje histórico, del siglo 18, llamado Juan Pascual Pringles, que fue Gobernador de San Luis. Bueno para la rosca parece, no hubo guerra que se perdiera, por lo pronto, la de la Independencia con San Martín, y varias guerras civiles.
Ocurre que muchas calles en distintas ciudades y pueblos rinden homenaje al héroe, pero les ponen Pringles, a secas, igual que las papas fritas. L@s niñ@s de allá deben tener una confusión jajajajaja. De hecho, las papas son mil veces mas conocidas que el Juan Pascual.
En esa plaza, una de las calles es ... Pringles.
Camarón y yo llegamos exhaustos, clarísimos que la vuelta seria en taxi. Vampi, la Anto y la Sonia son buenos para caminar, asi que ni lo sintieron.
El restoran es bonito, bien pituco, super bien atendido con toda la parsimonia y el profesionalismo de los mozos argentinos.
Tanto asi, que en algun momento una pregunta del mozo, Camarón le respondió "no mi amor" jajajajajaja El mozo quedó helado!! Además estaba con poco hambre y super indeciso. Después de un rato pidió una tortilla de papas.
Tanto asi, que en algun momento una pregunta del mozo, Camarón le respondió "no mi amor" jajajajajaja El mozo quedó helado!! Además estaba con poco hambre y super indeciso. Después de un rato pidió una tortilla de papas.
Volvimos caminando, estaba fresco y caían unas gotitas pero agradable. Pasamos por otra plaza, mas grande y bonita donde sacamos fotos. Se veía mucha gente en las calles, y hartos taxis, pero no lo necesitamos. Parece que de vuelta íbamos en bajada😬
Camarón y la Sonia pasaron al Grido cerca del hotel a comer helados!!
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