Día 3 Arica - Iquique - Tocopilla

Domingo 14 de Septiembre.
Por suerte en este viaje funcionó que la hora que se pone para partir, es para partir, y no para empezar a arreglarse. 
Con un grupo tan grande, las normas tiene que ser más rígidas, ya que cada descoordinación consume demasiado tiempo, que no es lo que sobra precisamente.

En el hotel de Arica, listos para partir

Bueno, casi...

Preparándose para el 18

Según lo acordado, a las 9:30 todos en las motos,partiendo a Iquique a almorzar con la Paula, hija de los Patos y su marido Daniel, que viven allá.
El día nublado pero no frío, una pena, porque supongo que Arica será menos feo con sol. Eso no lo vimos.

Saliendo del Hotel Avenida

Primero, eso sí, a sacar una foto en el morro!

Y no fue fácil, era domingo y el área estaba cerrada por una corrida que se efectuaría ahí.
Cuando nos encontramos con el camino cerrado, Wirito parlamentó con los carabineros y consiguió que nos dejaran estacionar para sacar la foto.
Y no sólo eso!! Mi capitán nos sacó la foto grupal y mi teniente, una paquita en moto muy simpática nos escoltó en su scooter hasta la salida de Arica , camino a Iquique.

Esta vez fue la única en todo el viaje que partimos todos juntos de Arica y llegamos todos juntos a Iquique jajaja.
Todo el resto fue en subgrupos, por hora de salida, por ritmo de conducción, y otras variables imposible de pormenorizar.
La ruta expedita, muy poco tráfico. Este tramo consiste en pasar varias quebradas monumentales, inmensas, la más conocida, la Quebrada de Camarones. El paisaje es sobrecogedor! La primera cuesta es impresionante por lo abrupta y empinada. En ese tramo estaban haciendo arreglos en el camino y nos tocó banderero.

En el banderero

Vetu y Veti

Los Patos

Vampiro y Wiros

Luiggi, Sobrino y Camarón, atrás, Colado Nestlé

Los Chanchis, atrás, muela y Ceci

 

Rondamón, Atrás, Elmer

Y en la espera, algunos se pusieron a hablar con un colombiano, Daniel, que iba viajando a Santiago, parece que venía de Bolivia, donde andaba con unos amigos.
 Los Patos se habían fijado que todo el rato esta moto desconocida iba detrás de ellos, y en la detención, se pusieron a conversar.
Finalmente Daniel se quedó con nosotros, fue a almorzar a Iquique con el grupo, y siguió a Tocopilla.

Ocurre que todos los hoteles ya estaban reservados, y a última hora Rondamón y los Patos decidieron quedarse a alojar en Iquique en vez de seguir a Tocopilla y hacer el pique directo a San Pedro al día siguiente. Entonces sobraban dos habitaciones que ya estaban pagadas en el hotel de Tocopilla, y así fue como Daniel siguió con nosotros. Su apodo es Colado Nestlé, porque es chico! tiene 23 años pero eso no fue impedimento para compartir con el de tú a tú. Un amor el cabro!

Pero bueno, volviendo al camino, las cuestas son increíbles! Las dimensiones! los colores! no me canso de admirar la belleza del paisaje. No sé si son de arena, pero el aspecto es de duna gigante. 
Dice Brutus que la bajó en moto por la ladera, que hay partes blandas donde la moto se entierra, partes duras en las que tienes tracción, y planchones que se deslizan cerro abajo contigo encima, como haciendo surf. 
Debe ser increíble la sensación!
A la bajada de Camarones paramos a tomar una bebida o un café.

Colado Nestlé

Después de la parada que no podía ser muy larga, retomamos el camino a Iquique.
Ya en el alto la temperatura nos obligó a parar a desabrigarnos un poco, estábamos en pleno desierto y el día totalmente despejado.

A desabrigarnos!!

Imposible no acordarse de la Cantata Santa María de Iquique... "si contemplan la pampa y sus rincones, verán las sequedades del silencio"

PP

Sobri

Patos

Ronda

Colado Nestlé

Elmer

Brutus

Vampiro

Boni!!!!  que es eso!!!!!

Y Wiro!

En esta parte del camino, con todo el sol y el calor, y el aire limpísimo y seco, aparecieron los primeros espejismos, que de chica me maravillaban! Nunca pude entender como era que había agua adelante del camino y por arte de magia desaparecía!
Son esas experiencias infantiles que quedan grabadas para siempre.

En alguna parte del camino, Camarón se adelantó muuuucho y nos esperó en la berma, acostado cuan largo es sobre la moto, con los pies en el manubrio. Es muy payaso jajaja! Esto lo repitió varias veces más durante todo el viaje.
La llegada a Iquique, compleja, el camino en reparaciones.

Después de eso, la bajada se pone muy linda, con la vista de la rada histórica desde el alto.

Antes de eso se ve Humberstone.
El plan era echar bencina en Alto Hospicio. A Camarón le pasó la cuenta la gracia de adelantarnos y adelantarse a toda velocidad y llegó seco a la bomba! Empujándose con los pies como los niñitos en esas bicis de madera que hay ahora, sin pedales para que aprendan a equilibrarse. Le favoreció que estaba en bajada, pero igual hubo que empujarlo hasta el surtidor de bencina.

Ronda empujando a Camarón

Nos reagrupamos, y como siempre, Cualtaco en su caos esencial.
El Pato, que se suponía nos guiaría dentro de la ciudad hasta el restorán, no se fue primero, encabezando la fila, iba justo en la mitad de las 15 motos jajajaja
En la rotonda para elegir dirección, dimos una vuelta y media toda la fila de motos para ver para donde salíamos.

En esta rotonda había que salir para algún lado

La 15 motos dando vueltas a la rotonda

Finalmente, Ojitos salido de la nada, con su GPS decidió el camino, y todos salvo el Wiro que ya había cruzado una calle por donde se doblaba, llegamos al restorán, justo en el momento en que venían llegando la Paula y Daniel (el de ella, no el colombiano)
Nos sacaron fotos para una revista local... parece que están bien escasos de material jijijiji.

Camino al restorán

La Paula!!!!

El almuerzo, no lo que esperábamos y además nos demoramos un montón. Al terminar, Wiro propuso una foto en la Esmeralda, que no prosperó.
Nos dividimos como en 4 grupos distintos. Los Patos y Ronda que se quedaron, Wiro que fue a la Esmeralda, otro grupo que partió después, y el grupo en que me fui yo, con Brutus, Camarón, Elmer, Vetu, y Vampiro.

La Esmeralda

Wirito y la Esmeralda... la sangre tira!!

El mar de Iquique es precioso!! de un color celeste intenso, distinto a otras bahías. Y el contraste con el color de los cerros y el desierto, resulta en un paisaje bellísimo.
En el camino nos encontramos con los otros, la ley de atracción que mantiene unido a este grupo en su caos y falta de planificación. Todo el camino borde costero, muy muy lindo.
A la salida se hace aduana, con los papeles que nos entregaron en Pullman Cargo, que por supuesto, no todos tenían.
Mientras esperábamos que estuvieran todos listos, Camarón sacó una Coca Cola y se pone a tomar. La Leo le dice " no tomí eso que está espesa!!" jajaja que asco! Igual tomamos todos.

La Coca Cola espesa de Camarón

Dirigiendo el tránsito en la aduana

Ventanilla para hacer el trámite

Tengo mi papeeel!

Seguimos

Seguimos camino a Tocopilla, que se ponía más lindo a cada momento. Nos tocó la puesta de sol casi llegando, hay fotos muy lindas de ese tramo.
Y las innumerables caletas, chiquititas, redondas, muy lindas.

Llegamos a Tocopilla que a mí al menos me sorprendió. Mucho más grande, más bonita y más limpia de lo que esperaba.
Muchos murales alusivos a diferentes temas, que de no ser por los artistas locales, serían murallas feas sin ninguna gracia. 
En el estadio de fútbol  local, están pintadas las caras de los jugadores con sus respectivos nombres.
La plaza, bonita con un monumento relacionado con el cobre.
Yo tenía la idea de que había quedado en el suelo despues del terremoto que sufrió años atrás, y que nunca se había reconstruido. A lo mejor hay algo de cierto en eso, pero lo que nosotros vimos, fue totalmente distinto. En la calle de nuestro hotel había tres o cuatro hoteles más, y varios restoranes y fuentes de soda. Todo cerrado eso sí,  por la fecha.
Sobra decir que la minería es la industria reina en todo el norte. Todo el rato algo lo recuerda. 
Creo que cerca de Calama  una mina con dos retroexcavadoras enormes flanqueando la entrada, así como en los castillos o en las fortalezas, se ponen esculturas en el acceso, que representan a los dueños del lugar.
Echamos bencina y nos fuimos al hotel que era mucho más que lo esperado, bien monono y muy bien atendido.

Colado con su logo de Cualtaco

La plaza

Nos acomodamos y buscamos donde comer, todo cerrado, domingo en la noche. Sin embargo un restorán abrió para nosotros, y nos sirvieron albacora con papas fritas, vino blanco y cervezas. Ahí compartimos con Colado Nestlé, lo pasamos muy bien.

A la misma hora, los que se quedaron en Iquique

De vuelta al hotel a dormir, al otro día nos espera un largo camino a San Pedro de Atacama, motivo inicial de este periplo.

PP en el texto
Leo en las fotos