Además en algunos blogs de viajeros se quejan de que hay mucha gente, la vista no es taaan espectacular, se paga por entrar y no permiten sacar fotos. Solo la foto que ellos hacen y que cuesta 16 dólares.
Yo había visto fotos, documentales, películas filmadas en Las Vegas, pero nada se compara con estar ahí y vivir la experiencia.
Es todo extremo, excesivo, superlativo, abrumador lo que la hace finalmente bella.
El prejuicio de que lo falso necesariamente es feo sucumbe frente a la potencia de la falsedad tan bien hecha, tan perfecta. Porque todo es obscenamente falso, no es la idea pasar gato por liebre y parecer lo que no es... es otra cosa, es hacer ostentación máxima de las cosas de mentira. Los rascacielos de New York, las columnas y estatuas colosales del imperio romano, los canales de Venecia con góndolas y gondoleros incluídos, los cafés de Paris cuidando hasta el más mínimo detalle.
Alguien dijo que es un gran parque de diversiones para adultos, y alguna razón tiene.
En fin, recorrer la calle principal, Las Vegas Boulevard es encontrarse con el despliegue arquitectónico y de diseño temático a otro nivel, que no puede más que dejar con la boca abierta todo el rato.
Y si a eso le sumamos la vibra de la gente, algunos muy excéntricos, los artistas callejeros, la proliferación de espectáculos de todas clases, la cantidad de plata que mueven los casinos, los autos que salen prácticamente a desfilar para ser vistos, las motos de 3 ruedas, y artefactos dignos de Mad Max rodando por las avenidas, la sensación es de estar en una especie de universo paralelo.
Todo en medio de la nada... del desierto.
Allá no va el Cirque du Soleil por dos semanas... hay 6 espectáculos simultáneos de la compañía canadiense año corrido.
Mención aparte merece toda la tecnología de iluminación de día y de noche. Columnas que parecían de mármol se transforman en avisos publicitarios porque están hechas de pantallas led increíbles.
Y qué decir de la iluminación nocturna de los hoteles y casinos... no hay palabras para describirlo. Magnífica.
Nos levantamos relativamente temprano ya que el plan era tomar desayuno y planear el día en el Mc Donald cerca del hotel, ya que como se imaginarán, la logística del desayuno para miles de personas no es tan simple, por lo tanto no se ofrece en el hotel.
Partimos para allá, pero cuek! estaba cerrado por reparaciones.
En esa eventualidad, nos enteramos después, Camarón con la Marcella y Ojitos se fueron al centro a recorrer y nosotras a buscar donde desayunar.
Habíamos visto un aviso de Starbucks en el camino, así que para conseguir el café de la mañana, combustible indispensable para partir el día, nos fuimos en busca de la cafetería más cosmopolita del planeta. Fue difícil dar con el, ya que las indicaciones que nos daban eran que estaba dentro del Casino. Entramos y yo creo que caminamos unas 4 cuadras dentro del templo del juego sin tener éxito.
Volvimos a salir al exterior y en el segundo intento lo logramos.
Muy cerca del edificio donde estábamos había una puerta chica, de aluminio y vidrio negro, que no decía nada. Por ahí había que entrar. La sensación era la de cruzar un portal a otra dimensión, al inframundo, con rápido acceso al casino y sus luces después de rampas y escaleras mecánicas. Pasamos una sala de juegos, por juegos para niños, y por la pista de circo donde se presentan los espectáculos del hotel. Al final de un pasillo lleno de tiendas de todo tipo de cosas, estaba el Starbucks.
Estábamos en la cola cuando de la nada aparecieron los Vetus, y al poco rato los Vampis. Contaron que al ver el Mc Donald cerrado, se habían devuelto a buscarnos.
Y se confirma la teoría de la manada de gatos que de alguna manera, en un fenómeno cuántico creo yo, se desordena y se vuelve a ordenar sola.
Así que durante el desayuno en la mesa alta con pisos de bar, discutimos el plan del día.
Los Vetus querían ir a los Outlet, la Chika y yo ver los edificios más emblemáticos de la avenida principal y la Mary, las dos cosas.
Los Vampis querían ir a recorrer en moto... nadie puede.
Al final acordamos ir con los Vetus a recorrer los hoteles en la mañana y después ir en el auto a los outlet.
Y en la noche todos al Cirque du Soleil en el hotel Treasure of Island.
Ya con la cafeína haciendo efecto y el panorama claro, nos lanzamos a la calle.
El día estaba soleado, luminoso igual que los ánimos, y muy agradable.
Nos fuimos compartiendo las primeras experiencias de la estadía en Las Vegas y coincidíamos en que era una ciudad inesperada y única y que haber llegado de noche, había sido un acierto no calculado.
La primera foto fue con el payaso del hotel que nos recordó la talla del mozo en el hotel la noche anterior.
Este día tocó que se celebraba la festividad de San Patricio, con el verde como color de las alegorías. Vedettes con bikinis de lentejuelas y grandes tocados de plumas, todo en verde. Muchos tomando cervezas irlandesas y vasos plásticos verdes de formas caprichosas, con variados tragos.
Camarón contó que una de las vedettes le pedía 20 dólares por fotografiarse con ella (cosa que él quería pero gratis) y que le había respondido que si necesitaba que le ayudara a pagar las tetas de mentira (sic) jajajajaja.
Supongo que le habrá dicho en español, y espero que ella solo hablara inglés (aunque es difícil)
Nos saltamos los dos primeros hoteles, uno que no se veía tan espectacular el Encore, pero que el conjunto de los dos edificios es un logro arquitectónico, y otro, el Wynn, que los Vetus habían visto el día antes y que nos lo recomendaron entusiastamente.
En el camino se veía la torre Trump, un gran lingote de oro, con la T en la punta.
Entramos al Palazzo pensando que era parte del Venecia, pero no. Así que entramos y salimos para dirigirnos a uno de los que yo quería visitar.
Tiempo atrás había visto en Nat Geo un programa acerca de la construcción del hotel y todos los detalles ingenieriles y las dificultades para construir los canales donde andarían las góndolas, considerando que debajo de la megapiscina estaban salas de juego.
Es realmente fantástico, cada detalle, el campanario de la Plaza San Marcos, el puente de los suspiros, la torre del reloj con su león alado, el Rialto, las columnas del palacio Ducale, hasta las palomas!
Las escaleras están hechas de manera que se ven igual al mármol de varios siglos gastado por el uso. Las manillas de las puertas tiene la forma de las puntas de hierro de las góndolas.
Seguimos camino y casi al frente estaba el Treasure of Island, donde teníamos entradas reservadas para la noche, y que estaba al lado del Maggiano´s, donde habíamos comido la noche anterior.
Ahí fui abordada por Mickey y el personaje de Plaza Sesamo
Un poco más allá, también por la vereda del frente, el Mirage anunciando el espectáculo Love, inspirado en Los Beatles, también con el Cirque du Soleil.
Seguimos caminando para cruzar en Caesar´s Palace Blvd. para ver de cerca probablemente el más grande de todos, es gigantesco, y está en contigüidad con un mall de estética imperio romano, con las columnas que cambian de aspecto porque son pantallas led.
Esquina de Las Vegas Blvd. y Caesars Palace Dr. |
En este estuvieron Camarón la Marcella y Ojitos, almorzaron allá y se maravillaron con el lujo y la amplitud de los interiores. De hecho lo compartieron con videos en el whatsapp.
Por esa vereda llegamos al Bellagio, con su gran fuente de agua adelante. Aquí se ven las aguas danzantes, espectáculo que yo también tenía agendado como imperdible, y que se repite cada 30 minutos a lo largo del día.
Tuvimos suerte porque llegamos 5 minutos antes que empezara. Lo disfrutamos a concho! Está muy bien compaginada la música con los chorros de agua.
Al frente estaba el hotel Paris con su torre característica. En el bar de la esquina muchos gringos celebraban St. Patrick´s day, bien curaos con cerveza.
Dimos la vuelta por una calle curva, con los típicos aleros de fierro y vidrio de los barrios parisinos del siglo XIX.
Entramos al casino que también imita las calles chicas de los boulevards, con el techo pintado con cielo y nubes, lo que crea la ilusión de seguir al aire libre. Varias tiendas de souvenirs y otros artículos, muy elegantes y parisinas. Yo me compré una copa de martini con pie metálico de la torre Eiffel.
Decidimos almorzar en un restorán que nos pareció bueno y a buen precio.
Al elegir mesa podía ser "adentro" o en la terraza. Preferimos la terraza, a pesar de que estábamos dentro del edificio jajajajaja.
Buen almuerzo, con el detalle de las servilletas de género, el agua servida en copa y el pain et du beurre.
Nos saltamos la pastelería en honor al tiempo ya que quedaba mucho por ver y el día había transcurrido demasiado rápido.
Seguimos sorprendiéndonos, no solo con la ciudad, sino con la gente tan variopinta y los autos en las calles.
Había hombres y mujeres especialmente agraciados y de cuerpos esculturales para sacarse fotos con ell@s por un precio módico.
Y también super héroes deambulando entre la gente.
Desde donde estábamos, al frente se veía el Aria, una mole de espejos que funciona muy bien con los reflejos, ya que cuesta distinguir si algunas partes son edificio o reflejo. En el también se reflejan dos edificios medio dorados inclinados.
En ese sector está la tienda de M&M. No entramos pero se notaba que era LA tienda de chocolates y caramelos, con grandes figuras hechas con las golosinas multicolores.
Muy cerca esta New York, un conglomerado de edificios icónicos y la estatua de la libertad, muy bien logrado, con montaña rusa y todo.
Y pegadito, un conjunto de castillos medievales, pero como de cuento. Yo creo que inspirados en Excalibur, la Bella Durmiente y Sintra.
Como quedaba poco tiempo si queríamos ir a los outlet, decidimos ir al Luxor, con su gran pirámide negra detrás de la esfinge y los carneros a la entrada, porque a la chica le habían dicho que ahí había algo muy entretenido para hacer.
Nunca pillamos bien de qué se trataba parece que es una de esas experiencias que te encierran en un lugar y que, en grupo, tienes que idear la mejor solución para resolver las dificultades y superar los obstáculos.
Al final está el Mandalay, que es uno de los primeros grandes hoteles casino en Las Vegas.
Nos pedimos un taxi para volver al hotel y tomar el auto para irnos de shopping.
En el camino decidimos pasar al Treasure Island a buscar las entradas para el Cirque du soleil que había comprado por internet.
Cuando nos dirigíamos hacia allá, nos topamos con los Vampis en moto y nos fuimos detrás de ellos un buen rato. Ellos nunca nos vieron.
Y después, cuando nos quedamos atrás en un semáforo, nos toco adelante una camioneta con un sticker de Batman jajajajaja parecido al que Vampiro usaba en su casco.
Llegamos al hotel e hicimos una cola corta para canjear las entradas, y tomamos otro taxi para irnos al Circus Circus.
Tomamos el auto y nos fuimos al outlet de marcas pitucas.
Vimos otros barrios de Las Vegas, como mas residenciales, mas normales, excepto este edificio raro...raro
Recorrimos mucho, no compramos demasiado, la Chika consiguió su parlante Bosé, que quería hacía tiempo, compramos algunas cosas en Guess, Calvin Klein, Columbia y algunas otras tiendas.
Cuando ya estaban cerrando nos fuimos al directo al Treasure Island que tiene estacionamiento gratis para el espectáculo.
Llegamos como 40 minutos antes lo que nos dio tiempo para comer una pizza con una cerveza antes, ya que después no habría ninguna posibilidad de ir a comer a algún sitio.
Algunos hicieron la cola para entrar mientras comíamos la pizza más cara de Las Vegas, que no es poca cosa.
Del Cirque du Soleil qué les puedo decir... hace muchos años,yo soy fan de la compañía de Quebec, de su propuesta, de su estética, de sus espectáculos y he ido a verlos cada vez que han estado en Chile.
Mystère es el cásico, que se estrenó en La Vegas en 1993, y se ha mantenido como espectáculo estable desde esa fecha.
Teníamos entradas en la 1ª y 4ª filas. Yo lo disfruté!! la perfección tanto de los artistas como de la escenografía y el diseño con cantidad de tecnología es simplemente magistral.
Después del show nos fuimos a conocer Las Vegas viejo, el origen. Ahí se reconoce el estilo cincuentero en los edificios y los letreros luminosos. Todo más chico, menos descomunal que Las Vegas Blvd.
La calle que se recorre es Freemont St., con bares y casinos uno tras otro. A la Chika le pareció muy interesante y ella se hubiera quedado carretiando ahí.
Pero no se podía... al otro día íbamos al Death Valley y salíamos temprano.
Se nota que es el carrete pesado, con muchas camionetas de pacos estacionadas en todas partes. Es como el underground.
Antes de llegar, y también después de abandonar la zona, están las famosas Wedding Chapels, esos lugares medios tránsfugas, tan falsos como todo Las Vegas, pero choros.
Ojo que los matrimonios celebrados ahí son legales y válidos.
Volvimos al hotel bien cansadas, no en vano caminamos 20 Km de acuerdo a la medición que hace la app del celular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario