lunes, 25 de marzo de 2019

Cualtaco en USA en la Ruta 66. Día 7 de Williams a Palm Beach

Y se cumplió el pronóstico... amaneció todo blanco, bajo una capa de varios centímetros de nieve.
Vari@s (no yo) se despertaron durante la noche con la tormenta que se desató, con truenos, relámpagos y nevazón.

Consecuentemente la temperatura era bajísima, no más de 2 o 3 grados...
Nos habíamos levantado a las 6 AM para hacer el trayecto de 650 Km hasta Palm Springs. Y muy temprano estábamos perplejos barajando alternativas en el escenario que siguiera nevando.

Nos reunimos en la cafetería del hotel, (que no era más que una máquina de café, una bandejita con azúcar, crema y endulzante, y 4 mesitas redondas con dos sillas cada una) para ver el mapa, el pronóstico del tiempo, y decidir qué hacíamos.
Una alternativa era mandar las motos en camión hasta donde estuviera sin nieve, y repartirnos entre la camioneta y otro medio de transporte.
Lo que no estaba en discusión era intentar manejar con nieve. Lo hemos hecho antes y el porrazo es 100% seguro.
Como dejó de nevar, una retroexcavadora estaba despejando la nieve del camino, decidimos esperar un rato y partir bien abrigados.
Además cambiamos la ruta que originalmente era hacia Flagstaff y Sedona, pero que significaba acercarnos a la tormenta, y nos fuimos por donde habíamos llegado, hacia Seligman y Kingman.
Y de ahí tomaríamos la ruta que se seguía en el plan inicial.
Las copilotos se irían en la camioneta, por el frío y por si el camino estaba más resbaloso. No podíamos descartar la presencia de manchones de hielo en una zona que no conocíamos.
Nos abrigamos mucho, y nos preparamos para partir. Por suerte la Marcella le había comprado una polera gruesa de manga larga a Camarón, que andaba demasiado veraniego todo el viaje.
Había que sacar la nieve que cubría las cabalgaduras enruedadas.

Lo mismo hacían algunos gringos con sus camionetas. Pero este guatón se pasó!! Era un gringo gigante, como un tonel, en polera, que estuvo mucho rato sacando la nieve de la camioneta con la mano!!
Con una hora de retraso más o menos partimos. 
En la camioneta iban bien apiñad@s porque como iban las maletas, no se podía usar la tercera corrida de asientos.
Todas las motos entiendo, tenían calienta puños, lo cual se agradece mucho en esas condiciones, aunque el frío calaba los huesos.
El camino estaba aparte de frío, muy bonito, con los pinos nevados y la nieve acumulada a ambos lados de la carretera. 
Pero yo iba muy poco confiada, por no decir asustada, de encontrarnos hielo en el la calzada.





Como a la hora de camino (no íbamos rápido por razones obvias) recién se acabó la nieve a los lados y pudimos andar un poco más rápido.
El cielo estaba muy nublado.Hacia atrás, se veían los nubarrones aún más amenazantes.
Paramos a unos 40 Km de Williams, antes de Seligman, a tomar un café y desentumirnos.
El lugar era enorme, con un comedor principal, pero donde se tomaba de esos desayunos gringos con tocino huevos, chorizos y panqueques, pasado a fritanga.
Y otro más chico, más como cafetería, con café y donuts donde nos instalamos.
Seguimos camino, las copilotos en la camioneta, con un poco más de espacio ya que el Mati se fue con su padre.
La Marcella aprovechó el espacio para hacer acrobacias sacando fotos y videos😜
Yo me puse la chaqueta del traje de agua y me cambió la vida! Ahí si que no pasé más frío; debería habérmela puesto en la mañana al partir!







Entramos a una autopista más grande, con harto viento, lo que explicaba la presencia de aerogeneradores en los cerros cercanos.
Nos adelantó una motorhome gigante con un acoplado más gigante. Insólito.
En una de las salidas a la derecha, Camarón casi se pasa y tuvo que hacer una arriesgada maniobra para no seguir de largo.😰
Seguimos camino y como a la 1 paramos a que las motos grandes echaran bencina.
Había una camioneta del sheriff estacionada, cuesta sintonizar con que esa es la autoridad, es LA LEY en rigor, porque yo al menos, lo asocio solo con personajes ficticios de películas norteamericanas.

A medida que avanzábamos hacia el sur y el oeste, el tiempo iba mejorando, las nubes eran cada vez menos y no hacía tanto frío.
Asi que la Chika la Anto y la Marcella volvieron a subirse a las motos.
El camino además muy bonito, pasamos por infinidad de pueblos chicos, por una autopista muy buena.
El paisaje variado, con tramos rectos y planos y de tanto en tanto más sinuoso con subidas y bajadas. 



Siempre con grandes extensiones de terreno amarillas, con los típicos cerros de mesetas planas y algunas formaciones rocosas muy llamativas, recortados en el horizonte.





Pasamos por Lake Havasu City, que pertenece al Mohave County de Arizona y es una ciudad de 50.000 habitantes, al lado de un lago enorme, en la ribera derecha del Rio Colorado, con muchas zonas como balneario, algunas marinas pequeñas con embarcaciones recreacionales, y con temperaturas que en verano suelen alcanzar 40º o más. 
Muy bonito en verdad, y también el camino que lo bordea.




Nos adentramos por una cuesta más o menos pronunciada y sinuosa y anduvimos por ahí como una hora más hasta que llegamos a Parker, otro pueblo a orillas del río Colorado, que cuenta con una represa, asumo que hidroeléctrica, la Parker Dam.






El clima había mejorado considerablemente, el cielo estaba despejado y hasta hacia calorcito.
Ahí paramos en un Mc Donald, no había mucho donde elegir.



Con las chicas estuvimos conversando con una pareja de australianos que estaban recorriendo la zona en moto.
Después de almorzar seguimos camino. Todavía quedaban 250 Km y ya eran las 4 de la tarde.
Las copilotos volvieron a subirse a las motos. En el auto siguieron la Vety, la Mary y el Mati.
El camino era de una pista pero muy poco transitado. Cruzamos el río Colorado, y pasamos de Arizona a California, cuyo límite es el río en esa zona.
Y como corresponde, pasamos por una especie de control como el SAG me da la impresión. Penaban las ánimas y la encargada nos hizo pasar sin detenernos.


Un poco más adelante paramos a echar bencina.
Ojitos se demoró un poco.




Camarón partió por su cuenta, (cuéntate una nueva) y yo lo seguí pero lento, esperando a los otros.
Camarón se adelantó y lo perdí de vista en el camino recto, que parecía no terminar, en medio de un paisaje desértico.
Por largos tamos, tenía subidas y bajadas, que allá señalizan como "dip"
Al rato me adelantó el Vetu, muy rápido. Yo iba bien lento, a menos de la máxima permitida.
Poco después me adelantó Ojitos rajado, pero el Vampiro no venía. 
Mucho rato después apareció el Vampi, que venía a la velocidad permitida.
Asi que con la Chika nos fuimos solas un buen rato, lo cual tiene su onda.
El desierto se parecía al desierto florido de Chile, porque se nota que es muy árido, pero estaba cubierto de plantas verdes de pequeño tamaño, y algunos matorrales con flores amarillas cerca del camino.
Estar solas, en la mitad de nada, en el desierto en Estados Unidos, en moto.
Además, si mal no recuerdo, había unos pacos estacionados en la berma, vigilando el comportamiento de los conductores.
Seguimos las dos motos juntas, a la velocidad permitida, 65 MpH.
En el trayecto tuvimos algunos chubascos, pero nada que obligara a parar y ponerse traje de agua.
Nos encontramos con los adelantados esperando en un cruce, en que había que saber por donde seguir.
Ahí seguimos un rato juntos, entramos a una autopista enorme, la Route 10, creo, ya en dirección a Palm Springs, y rodeando el área del Joshua Tree National Park.
Camarón se fue revolviéndola todo el camino.
En algún punto decidió que tenía frío, hizo unos gestos indescifrables a Vampiro, (es lo que cuenta, yo no lo vi) y se salió de la autopista.
Yo pensé que estaba weviando, saliéndose en un área de descanso, para pillarnos a la salida de la misma.
Pero no, paró a abrigarse, y juraba que todos habíamos entendido.
El problema fue que en la autopista no se puede bajar mucho la velocidad ni menos estacionar en la berma. Así que seguimos. Además, como dos veces antes se había ido solo y había llegado lo más bien, nadie se preocupó realmente.
Un poco más adelante Vampiro tuvo que salirse a echar bencina. Ojitos y yo lo seguimos, pero el Vetu y el auto siguieron de largo.
Osea, todos desparramados y quedaba un rato todavía para llegar.
Camarón le metió chala y por suerte alcanzó al Vetu, así que  con él y el auto llegaron sin problemas al hotel. 



Ramon Rd.
Con vampiro y Ojitos llegamos casi junto con los otros... todo volvía a estar bien.
Después de cambiarnos ropa nos fuimos al outlet Ross (dress for less) de shopping.
Camarón no fue.
Los Vampis creo que fueron en moto.
Los demás fuimos en auto.
Estuvimos hasta que cerraron, a las 23.
A esa hora no había donde comer nada, salvo un bar de mala muerte, oscuro, pasado a marihuana, hasta con una gringa vieja, demasiado maquillada y la media chasca rubia.
No nos quedamos, pero después pensamos que hubiera sido choro estar un rato. Pero era solo de copete, y lo que necesitábamos era comer.
Lo único que encontramos fue una Vending Machine. Ahí compramos unas bebidas y algún snack.
Al otro día era relajado. 
180 Km por buenas autopistas hasta Los Angeles.





No hay comentarios:

Publicar un comentario