Fin de semana en Hacienda Las Juntas

La Hacienda Las Juntas es un muy buen hotel e la cuarta región, situado en Tulahuén, localidad cercana a Monte Patria.

Ambos sitios tienen historia, Monte Patria porque es la ciudad natal de la Lucila (Godoy Alcayaga, alias Gabriela Mistral), y Tulahuén porque aquí nació y se crió la nana que vivió y murió en mi casa (como era antes, en la época de los esclavos) la Mimí, que tuvo que lidiar con mi creatvidad infantil, que no conocía límites… y generalmente con resultados poco felices.

Pero bueno, volviendo a la Hacienda Las Juntas, es una casona patronal, de 110 años de antigüedad, con 20 habitaciones y 2 hectáreas de parques, con una piscina  estupenda, con buenas reposeras y una zona con techo, para los no tan amantes del sol,  áreas de estar preciosas, algunas como terrazas, otras como livings, al aire libre pero con chimenea, sala de pool, unos jardines muy lindos y cuidados, el pasto mullido como un colchón, las palmeras, álamos, hibiscos, cardenales, jazmines, colas de zorro, en las fotos se aprecia mejor.

Salimos de Santiago a la hora… casi… y hasta el cafecito en Los Vilos nos acompañaron el Pollo y el Pollo chico, que siguieron a La Serena. Y ahí mismo nos encontramos con ¡¡el Vetu!!  (ver reporte de Tal Tal) y su señora, la Tatiana, por ahora la Veti, que se sumaron al paseo el mismo viernes en la mañana. Espíritu cualtaquero  de pura cepa!! 6 motos y 10 participantes, nada mal.

Almorzamos en Illapel, donde llegamos después de recorrer un camino tan lindo, que no había apuro por llegar.

El almuerzo, entretenido, con Ojitos probamos una cerveza rusa muuuy buena Arsenalnoye es la marca.

La segunda parte de Illapel a Tulahuén, más linda que la anterior. Un camino sinuoso, con varias cuestas suaves, diría yo, y un paisaje lindísimo, con los cerros y la aridez, con las distintas capas y vetas del terreno que quedan a la vista con la construcción del camino, los espinos, los pimientos y los cultivos de parronales para pisco supongo yo, todo conviviendo en armonía .

Y como Cualtaco es Cualtaco, al llegar a Combarbalá  Ojitos que era el guía, el único que sabía bien el camino, iba al final, el Pelao adelante, partió para donde su instinto le indicó, que por supuesto era justo en dirección contraria, lo seguimos, Ojitos nos indicó el error, que diéramos la vuelta (cosa que odio!!) y se fue… a esa altura ya nos habíamos perdido todos. La manada de gatos su máxima expresión

Después de un rato nos reencontramos, nos reagrupamos y seguimos.

Las primeras horas en el hotel  nos sirvieron para darnos cuenta que teníamos que quedarnos todo el tiempo allí. Es muy muy lindo, es realmente para no hacer nada, sólo estar, mirar el paisaje, disfrutar de los jardines, de la piscina, de la comida , de la compañía, de las habitaciones.

Y exactamente así transcurrió el sábado, comido, relajado, conversado, asoleado, dormido, piscineado, en resumen muy pero muy placentero!!

Pero la Stella, más aventurera que el resto se llevó a Ojitos al río “bajo el sol abrasador y atravesando un trumao insoportable” ella lo encontró precioso, sacó fotos y todo.

Ojitos, no sé…

Hoy nos levantamos temprano, para desayunar y tratar de salir a las 10:30.

Un solo incidente, mi moto en el suelo y casi rodando por la pendiente donde estaba estacionada, y después mañosita para partir, pero con el parabrisa que terminó de romperse, amarrado con una correa que me prestó el Brutus quedó lo más bien.

Esa fue la última vez que estuvimos todos juntos, a la salida del hotel.

Almorzamos en la ex Top Stop, el Topo siguió a Los Vilos y nos esperó ahí para seguir a Santiago.

En el camino un poco de viento entre Los Vilos y Pichidangui, y después muuuucho tráfico… en la Copec de Llay Llay los que estábamos nos despedimos, porque tratar de tomar un café era imposible…cada uno se vino como pudo, y hasta donde sé llegamos todos bien .

Un fin de semana muy muy entretenido, y con la compañía del casi postulante Vetu y la Veti, que también tiene moto pero le falta practicar. Nos ofrecemos para acompañarla en las prácticas. 

PARTICIPARON:
Ojitos y Stella ideólogos y promotores de este viaje
Brutus y Geisha, el departamento jurídico
Pelao y Keomi
Pinpon notera
Topo que resucitó el domingo
Vetu y Veti

En la foto se aprecia la tecnología aportada por Brutus para el arreglo