Segunda vez que el Vampi inventa un viaje a Argentina en verano.
Ya es tendencia.
El año pasado (2023) fuimos a la zona de San Luis y conocimos varios lugares en paseos por el día.
Este año el destino fue Villa General Belgrano, en adelante VGB, en la provincia de Córdoba.
De sábado al domingo de la semana siguiente, 9 días en total.
Sin tener como saberlo antes, coincidió con la semana más calurosa en Chile, en la zona central, y también con una ola de calor en Córdoba, tanto que fue noticia en los diarios locales.
El grupo quedó conformado por los Vampis, los Paparazzi y yo. Camarón estuvo en la duda y al final se bajó.
Los Vampis se fueron adelantados el viernes en la tarde hasta Uspallata.
Paparazzi, la Margarita y yo partimos el sábado a las 7:30. Dependiendo de cómo fuera nuestro viaje, en términos de tiempo, nos juntaríamos con los Vampis en Uspallata. Y si no, en San Luis que era la primera parada antes de seguir a VGB.
La Margui, o Chichi como le dice Paparazzi, lo había aleccionado de que no adelantara dejándome atrás, que suelo ser más prudente/cobarde para adelantar en caminos de una pista y poca visibilidad en la curvas.
Nos juntamos en la Petrobras Vitacura/Vespucio muy puntuales y a las 7:30 ya estábamos en ruta.
Yo me puse un polar y el forro del pantalón por los 13º que haría a esa hora en Santiago y los 10º que había en la aduana.
Nos fuimos por la Radial hasta Los Libertadores a buen ritmo y con muy poco tráfico hasta el camino a Portillo.
Ahí nos encontramos con muchos autos, pero sobre todo camiones de los más diversos rubros. Yo tenía la esperanza que fueran de la industria minera y se desviaran hacia Saladillo, pero no fue tan así.
Solo algunos abandonaron el convoy.
Nos fuimos adelantando donde se podía, haciendo patente la diferencia que hacen los 1250 cc en una moto versus un auto.
En el camino nos topamos con un grupo de motoristas en choppers con chaquetas con calaveras, chascas y parejas ad hoc, incluso uno iba con una guitarra en su funda en la espalda. Ese está muy seguro de que no se caerá jajajajaja
(Para ell@s no aplica el comentario de los 1250 cc)
Los adelantamos sin ningún problema, colándonos en su fila, y luego los perdimos.
Había arreglos en la ruta y por suerte no nos tocó tener que esperar en todos los bandereros. Solo en uno, y no fue tan largo.
La subida a Caracoles estuvo bien porque pude adelantar un camión que tenía el taco para atrás. Paparazzi no tuvo esa suerte porque venía harto tráfico en contra.
Llegamos a la Aduana con no tanto turista (comparado con las horas de cola que había hasta hace un tiempo) y los trámites anduvieron relativamente expeditos.
El cambio ya no está tan conveniente para Chile, y los precios en Argentina han subido un montón, así que la gente ya no va a hacer la compra mensual de supermercado a Mendoza.
Seguimos a Uspallata, con el camino bastante despejado.
Los Vampis avisaron que iban a desayunar en Uspallata y que seguían a San Luis.
Después de la curva Soberanía Nacional (desde donde se tiene la mejor vista del valle donde transcurre el río Mendoza, y la extraordinaria geología de la zona) nos fuimos bordeando el río que ahora si traía agua! Años que no se veía así, como un río y no una cuenca seca.
En el camino pudimos ver una procesión o algo así. Parecía la conmemoración de alguna fecha histórica porque algunas personas iban con disfraces o trajes, de soldado argentino, como del ejército libertador, con esos sombreros altos.
Le seguían otro grupo de personas con ropa normal y varios a caballo. Además había unos autos con guardias de algún tipo, con luces azules titilando en el techo, y una camioneta de Gendarmería Nacional estacionados en la berma donde se desarrollaba la actividad.
Llegamos a la YPF como a las 11:30 Ya hacía calorcito, 29º.
Echamos bencina, que se mantenía más barata que en Chile.
En eso estábamos cuando llegó el grupo de los rudos motoqueros choperos. Creo que intercambiaron algunas palabras con Paparazzi, siempre abierto a socializar.
Cambiamos dólares en una especie de casa de cambio, ahí mismo en la bomba, que funciona como otro servicio de YPF, junto con la cafetería y los servicios higiénicos.
Yo cambié US$ 200 y me entregaron un fajo (o fardo como le dice Camarón) de billetes de 1000 pesos que no cabían en ninguna parte.
El cambio estaba a mil ciento y algo pesos argentinos por dólar por lo que el calculo a pesos chilenos es muy simple. Pesos más, pesos menos, 1 luca chilena= 1000 pesos argentinos. Eso significa que el fajo eran mas de 200 billetes de $1000
La cola para comprar algo en la tienda era enorme. En parte porque había mucha gente y en parte porque había solo una chica atendiendo.
Se comprende, por la situación económica que atraviesa Argentina y todos los ajustes que está tratando de implementar el flamante presidente Milei, en su 6ª semana de gobierno. El se propone reducir drásticamente el gasto del estado, en todo lo que se pueda.
Mientras Paparazzi hacía la cola, fui al baño a desabrigarme.
Después de comer algo seguimos camino a Mendoza y San Luis.
Ibamos de lo más bien hasta que, un poco pasado el puente sobre el río Mendoza, después de los túneles, el Paparazzi pone luces de emergencia y se para en la berma. Hice lo mismo, sin saber qué pasaba.
Y lo que pasaba era que la Margarita venía escuchando un ruido raro en la moto, como algo que golpeaba, con un cierto ritmo.
Nos bajamos y... horror!! El neumático trasero, casi nuevo, tenía atravesado de lado a lado un fierro como de 20 cm y unos 0,5 cm de diámetro, extrañísimo. Eso era lo que golpeaba contra el pavimento.
Después de mirar perplejos lo que había ocurrido, sin saber bien qué hacer, el Paparazzi sacó un caimán, agarró un extremo del fierro y empezó a tirarlo de a poco, para sacarlo.
Yo me imaginaba que al terminar de sacarlo, iba a salirse todo el aire del neumático.
Y para nuestra sorpresa no pasó nada!! El fierro había atravesado solo el caucho, de entrada y salida, sin tocar las telas.
Paparazzi guardó el caimán y el objeto misterioso como un recuerdo.
Quedé muy metida con el objeto en cuestión, sin poder imaginarme qué sería. Además se veía como nuevo, sin uso.
Un par de días después, en Villa General Belgrano, me di cuenta que era muy parecido a alguna chaveta que alguna vez había visto, pero mucho mas grande.
Seguimos camino por la Ruta 7 hasta Mendoza y hacia el empalme para San Luis.
El rio Mendoza, caudaloso como nunca, ahora si merece decirse que se hace rafting en él!
De hecho, cerca de Potrerillos dejó bajo el agua un conjunto de cabañas construidas demasiado bajo y demasiado cerca del cauce.
El embalse Potrerillos está super lleno, hasta muy arriba y mucha gente va a pasar el día, a hacer windsurf y velerismo.
Después de llegar a Mendoza, dar una tremenda vuelta y empalmar con la Ruta 7, paramos en una YPF en la Ruta 7, ya en dirección a San Luis. El neumático accidentado venía perfecto, y no había perdido nada de aire.
La temperatura ya había subido a cerca de 35º y se hacía sentir.
De ahí en adelante la tónica fue el calor, y el aire seco caliente que entraba por el casco al abrirlo. Llegamos a tener 39º la mayor parte del camino, recorriendo la recta infinita con luminarias pintadas como arcoiris .
El marcador llegó a indicar hasta 41º cerca de Desaguadero.
Como nunca paramos dos veces más a refrescarnos e hidratarnos para poder seguir. La última parada fue a 50 Km de San Luis. Normalmente el pique Mendoza San Luis lo haríamos sin detenciones... pero esta vez fue imposible. Estábamos con 40º.
No fuimos al hotel de siempre, el Aiello, porque no hubo manera de hacer las reservas. Así que optamos por uno en la misma calle, el Quintana. Super bueno!! mejor que el Aiello, más bonito, mejor desayuno, y mejor precio.
Los Vampis nos estaban esperando, preocupados por el incidente del neumático y por todo lo que demorábamos en llegar. No contaban con todas las paradas que hicimos por el calor.
Pasadas las 19, osea casi 12 horas después de haber partido el viaje, llegamos, estacionaron las motos, (incluida la mía), y nos registramos. Yo me fui sin pensarlo a la piscina y estuvo super agradable.
Después nos arreglamos un poco para ir a comer a nuestro restoran favorito en San Luis, Los Robles.
Para allá nos fuimos caminando, pasando por la plaza Pringles y la catedral (la historia de Pringles, que no son las papas fritas, está desarrollada en otra publicación con estadía en San Luis)
Son 2 Km que se cubren en media hora a paso tranquilo.
Nos sentamos en la misma mesa que la ultima vez hasta donde recuerdo.
Llegamos al hotel y a dormir para salir al día siguiente a VGB.
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