Minivacaciones en las sierras cordobesas. Dia 3. Embalse, Villa Yacanto, Villa del Dique.

El raid del dia era bastante local, conociendo pueblos cercanos a VGB. 

Entre otros Villa Yacanto ( que, como recordarán  se pronuncia Visha Shacanto) recomendada por el que nos recibió en la casa el primer día),  y almorzar en Embalse el pueblo que pasamos a la llegada a VGB, al lado del lago.
Por lo mismo, no había apuro en salir temprano. Salimos con las motos hacia el centro, a tomar desayuno en algún sitio.

Como a las 10 estacionamos las motos en una cafetería que estaba recién abriendo. Más bien era un bar que ofrecía café, medialunas y jugo de naranja. Suficiente para mi.

Un lugar muy agradable, con un gnomo en la entrada para sacarse fotos; muy de VGB y su estética alemana. Las mujeres y el Paparazzi aplicamos al toque. El Vampi no. Debe ser que los Vampiros no se entienden con los Gnomos. A lo mejor son castas rivales.

Sentados en la terraza vimos como camiones de gran tamaño se abrían paso entre los autos estacionados y los que iban en sentido contrario. Los automovilistas tan pelotudos como en Chile, por no dejar la pasada, que sería lo más logico, e inevitable, arman el caos y producen el embotellamiento. Hay que consignar, para ser justos, que hay un letrero que prohibe el paso de camiones por esa calle... en fin, ellos se entenderán.

Durante el desayuno en medio de las deliciosas medialunas se discutió la ruta.

No obstante eso, era necesario tener más información y para eso, una vez que terminamos de desayunar,  nos fuimos al punto de información turística, situado donde esta el edificio principal, con las torres y la figura donde sacarse fotos. Paramos donde estaba la caseta y al poco rato llegó una especie de guardia de tráfico a corretearnos, que ahí no se podía estar. Yo me hice la loca porque no quería separarme del resto, menos en moto. Pero igual me tuve que correr. Nos pudimos estacionar un poco más adelante a esperar a la Margarita y las noticias del puesto de información. 

A esa altura lo único que yo quería era salir luego del tumulto, ojalá a un camino solitario.

Pasamos a la YPF  a la salida de VGB a echar bencina y a revisar mi aire ya que tenía una alerta de poca presión en el neumático delantero. 

Como a las 11:30 partimos hacia Villa Yacanto, distante unos 40 Km.

La salida no fue tan expedita. A esa hora había mucho tráfico y en las zonas más urbanas, mucho taco. Imposible ir juntos. Había que ir atenta, sin perder de vista al Vampi que nos guiaba y que tampoco podía parar a esperarnos con facilidad. A mí  se me hizo eterno, aunque no fueron tantos Km.

Después el camino se despejó y se hizo muy agradable. Tampoco hacía tanto calor.

Volvimos a ver las llanuras de pastos verdes por donde transcurren largas rectas de pavimento.

En las cercanías de los pueblos suele haber algún monumento con el nombre del pueblo y una gran bandera argentina ondeando al viento. Este no era la excepción.

Cruzamos un pequeño puente con un cauce de agua y llegamos a una especie de plaza. Estacionamos, cruzamos a la plaza donde estaba el nombre de la localidad, tomamos agua, y descansamos un rato.

En medio de este parque que está bastante bien tenido, hay un pequeño anfiteatro donde debe presentarse algún espectáculo o llevarse a cabo alguna celebración.

Luego volvimos por el mismo camino, con dirección a Embalse, donde teníamos la pretensión de almorzar.

Nos demoramos como una hora en llegar pero nunca dimos con algo que pareciera la entrada al pueblo, o el club náutico que debe existir dada la respetable cantidad de embarcaciones a vela que se mecen en el lago. Esos clubes suelen tener un restoran con buena vista.

No fue el caso. Solo había un restorán justo a la salida (o entrada) del puente multicolor en la curva. Cuando pasamos por ahí no lo consideramos opción ya que la idea era visitar el pueblo y especialmente la central nuclear para energía eléctrica que se emplaza en el área.

Sin embargo, investigando las características del pueblo, sí se menciona un Club Náutico que fue un gran sitio de atracción turística en los años 60, donde se realizaban cenas de gala, competencias de lanchas, remo y vela, festivales y noches venecianas.

Embalse es un lugar de gran interés turístico, con una variedad de sitios para visitar, incluidos el dique que da origen al lago, las dos usinas hidroeléctricas y la central nuclear,  que se incorpora en 1983 a la generación eléctrica de la zona. El reactor, con algunas mantenciones y cambios de algunos de sus componentes sigue operando hasta la fecha.

Bueno, nada de eso pudimos ver porque  nunca llegamos a saber como se accedía al pueblo.

Bastante desanimad@s y hambrient@s estacionamos en una berma a decidir qué hacíamos.

Optamos por devolvernos al Valle del Dique, que si tenía instalaciones turísticas conocidas.

Dimos la vuelta y cruzamos el puente multicolor. Alcancé a preocuparme un poco porque desde lejos se veía el taco en la curva a la salida del puente, y en subida...OMG Pero cuando llegamos ya no había taco y pasamos sin problemas.

Nos desviamos al Valle del Dique, que para fines de este viaje y de este relato, tiene una historia muy bonita.

Resulta que cuando Paparazzi y la Margarita se reencontraron y se flecharon, Paparazzi viajaba a Mendoza a cada rato a verla. En ese contexto planificaron una especie de mini luna de miel de varios días en... Villa del Dique!! en un hotelazo que hay ahí. Estuvieron a cuerpo de rey disfrutando de las amenidades del hotel y del amor que es el mejor maquillaje para las imperfecciones de la vida.

Asi que ya sabíamos donde había que ir! Al hotel de los enamorados a recordar aquellos tiempos.

Llegamos al super hotel con vista al lago muertos de calor, sudorosos y asorochados, arruinados en realidad, en unas fachas bastante contrarias al estándar del hotel jajajajaja (pero en motos carísimas)

Cual no sería nuestra sorpresa y desazón cuando el recepcionista nos dice que no podemos almorzar ahí si no tenemos reservaciones. No quedaba claro si las reservaciones eran para almorzar o para hospedarse en el hotel. 

Parece que el hotel que ha sido renovado pertenece a Ospaca, La Obra Social del Personal del Automóvil Club Argentino (ACA) El nombre turístico es Hotel Amérian y sale promocionado en las páginas de reservas, hasta la de Viajes Falabella jajajaja

Como no teníamos reservaciones ni pertenecemos al sindicato del ACA (allá se les llama obra social)  nos fletaron y nos tuvimos que ir, muertos de calor a otro sitio. Algo nos mencionó de un local llamado Iowa ( que allá le dicen i-ogua)

Nos fuimos sin ponernos las chaquetas por el calor  al pueblo a buscar donde comer.

Llegamos al Iowa, y le apuntamos medio a medio. Se podían estacionar las motos sin dificultad, estaba fresquito, con buen aire acondicionado, con el restorán solo para nosotr@s.

La comida resultó buenísima! Ademas había una tele gigante frente a mi con videos musicales, gracias a lo cual conocí a Harry Styles, por una canción que me gusta mucho pero no sabía que la cantaba él ni como era. Asi que aprendí un poco de música popular jajajajaja.

Una de las camareras nos dijo que en la calle de la esquina estaba la entrada al lago, por si queríamos ir después de almuerzo. Y claro! vamos!

Con la Anto nos cambiamos en el baño del restoran y nos pusimos traje de baño.

Partimos al lago a pasar la tarde.

Llegamos a la entrada donde había que registrarse y pagar, por lo que había un poco de cola.

La tarifa eran 2 lucas por moto.

Pagamos y entramos y llegamos a un área con pasto, sombra y cerca del lago. Había harta gente de camping a precio huevo, con carpas, camionetas y campers. Una de las campers tenía antena parabolica enorme... para ver tele en ese paraje tan bonito. No se entiende. Suficiente con los celulares digo yo.

Estacionamos la motos en el pasto, debajo de un sauce enorme, desplegamos las toallas y los pareos.

La Anto le hizo una carpita con una toalla al Vampi para que se pusiera su traje de baño.

Y partimos los 3 al lago, a darnos un chapuzón.

La Anto abandonó porque no le gustaron el fondo fangoso ni las algas flotando.

Con el Vampi nos metimos igual por el calor. Estaba bastante refrescante y después  de un rato las algas ya no molestaban. Y con las hawaianas el fondo no importaba. Y lo del chapuzón es sólo una metáfora.

Después nos fuimos a la piscina. Piscina municipal, antigua pero re buena.

Nos bañamos un rato (yo sin sumergir la cabeza ni nadar porque tenía que cuidar mis pestañas postizas) 

Volvimos a las toallas, nos asoleamos un rato para que se secaran los trajes de baño.

Andaban unos niños con un perrito cachorro precioso, un maltés negro, chiquitito y revoltoso. Una divinura como diría la Margarita.

Cuando ya fue hora de volver guardamos las cosas, nos vestimos de moto y nos dirigimos a la salida por el camino de tierra.

Yo me equivoqué en la curva y entré al camino de acceso en vez del de salida.

Me di cuenta a tiempo y frené en seco! en tierra. Qué manera de frenar bien la moto! me impresionó.

Los Paparazzis se dieron cuenta de mi error y la Margarita se bajó a ayudarme a retroceder y entrar al camino correcto para emprender el camino de regreso.

Volvimos a VGB pero paramos en el camino antes de llegar, en una YPF nueva que habíamos visto en el camino, enorme, linda, de diseño vanguardista, espectacular, qie nos había llamado la atención el día que llegamos. Había que conocerla.

Por fuera es más espectacular que por dentro pero de todas maneras está muy bien!

Tomamos algo y seguimos camino a la casa.

Después de descansar un poco, ducharnos con agua fria y cambiarnos de ropa, nos fuimos al centro a comer algo.

En el camino, que es de tierra, irregular y sin veredas, y oscuro, me tropecé y me caí. 

Me saqué la cresta pero fue más lo aparatoso de la caída que daba hasta para esguince o fractura, que lo que fue en realidad porque ni moretones ni dolores me quedaron después.

Entramos a un restorán buenísimo, muy fancy y nada de caro.

Después  de la comida caminamos un poco, entramos a una tienda de souvenirs a comprar magnetos para el refrigerador y después a una heladería para que la Margarita se comprara un helado. Había que hacer fila, pero se justificaba porque eran buenos buenos!

Volvimos a la casa muy contentos porque resultó muy bien un plan imprevisto.