domingo, 6 de noviembre de 2022

Noroeste argentino en Halloween Dia 1 Viaje fallido a Mendoza

 Este año el feriado de Halloween, o el Día de todos los Santos, como se lo conocía en mi época, venía cototo. Cuatro días feriados de sábado a martes.

Vampiro ideó este ride,  le agregamos unos cuantos días 😬 y se convirtió en un viaje de 10 días, osea de los largos.

Los inscritos fuimos Camaron con la Sonia, los Paparazzi, los Vampis y yo.

Camarón y yo podíamos salir el jueves 27 de Octubre. Los demás podían el viernes 28. Primera parada, San Juan.

Con Camarón pensamos hacer el primer día hasta Mendoza, y dependiendo de la hora que salieran los otros, esperarlos, o si no irnos a San Juan y juntarnos allá.

Decidimos salir de Santiago a las 7 para evitarnos el taco de la mañana. Cuesta madrugar  tanto, pero vale la pena. Nos juntamos en el teléfono de emergencia de la Radial Nororiente, después del primer túnel, a la hora acordada.

Recién estaba despuntando el sol en la cordillera y casi no había tráfico. Otra cosa fue llegar a Los Libertadores en la zona de Colina. Los tacos de la gente yendo a Santiago son demenciales! Espantosos. 

Hacia Los Andes iba bastante gente pero fluido. Antes de 1 hora ya estábamos en el camino a Portillo, osea el camino a la frontera. Queríamos llegar temprano por la espera en la aduana que podía ser muy larga. En ese tramo el sol nos pegaba de frente, al dirigirnos hacia el Este, justo donde estaba saliendo. A mi me complicó un poco, especialmente para adelantar. 

Antes de Río Blanco adelantamos una fila gigante de camiones y unos pocos autos, pero era un tramo en sombra, así que no fue tan difícil. Le sacamos mucha ventaja al convoy de camiones. A las 8:30 paramos en la Copec de Río Blanco a recargar, donde había un grupo bien numeroso de motoristas, un par de GS, y la mayoría choperas pero no Harley. Ruidosas como Harley.

Los camiones en su mayoría deben haberse ido a Saladillo, el campamento minero de Codelco, porque no los vimos más.




Seguimos camino hacia Portillo. La subida está bien buena, y los camiones, a la vuelta de la rueda, eran fáciles de sobrepasar, incluso en las curvas. Íbamos bien contentos porque estábamos haciendo buen tiempo. La Sonia no cabía en su pellejo de contenta!! Si bien ya conocía, otra cosa es en moto! Es que la subida a Los Andes por el lado chileno es apabullante. El macizo montañoso escarpado y abrupto, incluido el Aconcagua se te viene encima y quita el aliento. El sol ya se había elevado y no pegaba de lado, iluminando un precioso día despejado.

La felicidad llegó hasta el cobertizo más largo en la subida a Portillo. Todo el tráfico parado, sin posibilidad de adelantar, sin saber porqué. En contra avenían grupos de vehículos, la mayoría camiones, lo que hacía pensar en bandereros. Pero no, nunca supimos a qué se debía el megataco. Seguimos avanzando en primera y parando dentro de una parte que era túnel. Camarón me dijo que nos tiráramos no más cuando no viniera nadie, por lo menos para salir al aire libre  y no asfixiarnos con los gases de los escapes. Yo le dije que no, que no me atrevía, un poco  dubitativa. El se tiró, traté de seguirlo, y no pude salir de donde estaba, con pendiente y poco espacio para acelerar lo suficiente para partir,  se me apagaba el motor cada vez que lo intenté, así que me quedé ahumándome que era un gusto. Cuando ya partió el camión de adelante tampoco me resultó, se me volvió a apagar el motor. Al segundo intento pude y ya no hice más taco para atrás.

Fuera del túnel pude adelantar y llegar hasta donde estaba Camarón detenido antes de donde era la antigua aduana. Nos entregaron el control de Barrera y seguimos hacia El Paso Fronterizo, cruzamos el túnel binacional, y llegamos al acceso de las instalaciones la Aduana integrada. De abajo se veía el piño de motos de Saladillo en la cola.

Llegamos arriba y la cola era larga. Calculamos que estaríamos un par de horas antes de seguir camino. Sin embargo, avanzaba más rápido de lo que se esperaba.





Llegamos a las casetas donde se hacen los controles. Hasta ahí bastante fluido. Paso 1, OK, Paso 2, Cuek!! El carnet de identidad de Camarón está vencido y no puede pasar. Única solución volver a Santiago a buscar el pasaporte. Nooooo era de no creerlo, tan bien que íbamos!

Ya po, ná que hacer. El a Santiago y yo a Uspallata. Acordamos reunirnos en un hotel que los dos ubicábamos. Terminé de hacer mi trámite y uno del grupo de motos se me acercó porque se fijó que tenía aviso de batería baja en la llave de la moto. Y de alguna manera conversamos acerca de las motos. Y después cuando ya iba saliendo con la moto otro se me acercó a preguntarme de cuantos cc era el motor. Y ahí ya se entabló una conversación en la que les conté que había quedado abandonada por el incidente del carnet vencido. Al tiro me ofrecieron que me fuera con ellos. Que iban a Mendoza y me acompañaban hasta Uspallata. Súper!

Asi que me fui en la mitad del grupo detrás del más grandote, con el que había conversado más.



Debo decir que estuve a la altura en las curvas y las adelantadas, y fui al mismo ritmo que ellos, sin dificultad! Cuando llegamos al siguiente control de barrera mi nuevo amiguito me dijo “vamos bien” como insinuando que se esperaba una peor performance de mi parte y me puso el puño para chocarlo, como hacen los compadres jajajajajaja.

Seguimos hasta Uspallata, entramos a la nueva YPF que está a la entrada de la ciudad, yo estacione mi moto como para despedirme y seguir camino ya que ellos iban a parar a tomar un café.

Les di las gracias, y les pedí sacar una foto, a lo cual me respondieron que habían pensado lo mismo, sacarse una foto conmigo jajajajaja. Asi que aquí estoy con mis padrinos.


Seguí camino a Uspallata muerta de calor, con todas las capas que llevaba para alta montaña, y me fui al hotel que habíamos acordado con Camarón. Por suerte tenían disponibilidad ya que el hotel lo arriendan año corrido a la Aduana Chilena, al SAG, y a la PDI y raramente tienen habitaciones desocupadas. Tome las dos que quedaban y le avise a Camarón para que viera el mensaje cuando pudiera.



A las 13:30 venían saliendo de Santiago, de vuelta a Uspallata, con el pasaporte.

Yo me cambié ropa, me refresqué, y busqué donde almorzar. Me recomendaron un sitio para comer milanesa con ensalada mixta, que era el antojo que tenía. Para allá partí y disfruté de la comida y de la cerveza Quilmes heladita.



Estuve un rato en la habitación, avancé en el blog, después fui a tomarme un capuccino y a esperar que llegaran Camaron con la Sonia. A las 17:20 llegaron al Hotel, habían corrido todo lo que se podía y en la aduana había muy pocos vehículos. Asi que al final, salió todo bien.


Se arreglaron un poco, la Sonia se cambió ropa y fuimos al San Cayetano para que almorzaran. El bife chorizo estaba insuperable, grande, la carne blandita y jugosa.




Nos volvimos al hotel a que ell@s descansaran del ajetreado e intenso día.

Mañana a San Juan.


Noroeste argentino en Halloween. Día 2 Uspallata a San Juan

 No sé  porqué  pasé pésima noche. Me desvelé a las 4 y dormí poco, así que no amanecí en mi mejor versión. Nos juntamos en el comedor a tomar desayuno, ninguna maravilla,  pero el café muy rico.

Sin ningún apuro cargamos las motos, y como yo andaba aweoná, amarré mal el bolso. Salimos como a las 10 de Uspallata hacia Mendoza, yo adelante para no ir muy rápido. Mi estado no me lo hubiera permitido jajajajaja. A esa hora el resto del grupo, que venían De Santiago, estaban en el camino a Portillo.



El día estaba precioso, soleado pero fresco. Volvimos recorrer esa ruta que me la conozco de memoria. Muy poco tráfico, lo cual fue muy agradable. Ese camino es muy muy lindo. 


El río Mendoza que corre a la izquierda está casi seco, una pena, ya no hay rafting. Pero los cerros ahí están imperturbables, eternos y seguirán estando. El camino estaba bueno pero a ratos disparejo y áspero. Hay una parte con el pavimento roto y deformado, convenientemente anunciado. En las afueras de Mendoza, por el acceso del dique Cipoletti estaba nublado pero caluroso. 26º marcaba el termómetro.

El plan era entrar a Mendoza por la autopista, echar bencina y cambiar dólares. No dimos con la bencinera cercana a la Casa de cambio, así que con la Sonia esperamos en unas mesitas en la vereda afuera de un mini market, kiosko creo que les dicen por allá. Nos desabrigamos, hacia mucho calor. Camarón volvió con efectivo argentino y con la Sonia se tomaron una cerveza Andes de litro. Yo tomé agua. Todavía estaba malita. Tuvimos que salir rápido porque estábamos en una zona de carga y descarga y llegó una furgoneta a descargar.





Como a las 12:30 seguimos San Juan. A esa hora los Vampis y los Paparazzi llevaban 2,5 horas de cola en la aduana





Nos fuimos hacia la Avenida que después se transforma en el camino al Aeropuerto y a San Juan, es decir la RN 40.  



Se nos pasó una YPF pero seguimos con la idea de parar en la próxima que encontráramos. Íbamos con la bencina justa para llegar. Y si hay algo que odio es andar con la bencina justa, y no poder subir de 80 Km/hr para no quedarte botada.

Esa primera parte del camino está re mala, con muchos desvíos de tierra por las obras de repavimentación. 

En Mendoza me había dado cuenta que el bolso iba muy adelante y era molesto sentirlo en la espalda todo el rato. Choqué con una deformidad del pavimento, como un lomo de toro chico, y el bolso se fue aún más adelante y  fue francamente insoportable porque iba aplastada contra el estanque de bencina y sin poder cambiar de posición. 

Necesitaba urgente una bomba donde parar y arreglar el bolso. Pensando porqué estaba pasando eso me acorde que lo había amarrado de una manera distinta a la usual, estirando las correas elásticas de adelante hacia atrás, y como andaba aweoná, las estiré de atrás hacia adelante, y claro, con los saltos y las frenadas, el bolso se fue acomodando hacia adelante y no al revés. Entré e una estación de servicio de gas, pero me servía para arreglar el bolso. Camarón me dijo que más adelante tenía que haber otra así que le hice caso y seguimos. Me acordé de una bomba a la que pasamos camino de Mendoza a San Juan cuando veníamos de vuelta de Foz de Iguazú. Era nuevita, recién inaugurada. La vi a la distancia, señalicé para entrar feliz de haberla encontrado pero Camaron me tocó la bocina para que siguiéramos, que no era esa. En mala hora le hice caso y seguimos. Más desvíos, más tierra, más calor, y ninguna bomba. Y yo con el bolso incrustándome contra el estanque de bencina. Más encima me di cuenta que tenía la bencina menos que justa para llegar a San Juan. Tenía un margen de 9 Km. A cada momento hacía más calor y llegó a subir hasta 38º y ya había perdido la esperanza de encontrar otra bomba porque la que yo recordaba está muuuuuchos Km atrás.

El camino es recto y se pierde en el horizonte, salvo cuando hay un desvío de tierra por obras.

A la izquierda aparecieron los paneles fotovoltaicos de alguno de los muchos proyectos  que hay en la zona, que es de las más avanzadas de Argentina en cuanto a energía solar se refiere.

En cuanto vi una berma pavimentada señalicé y paré. A acomodar el bolso. El sol era abrasador y el calor asfixiante. La Sonia se acordó del calor en Venezuela y corroboró que no quiere volver. 



CALOOOOOOR!!!!!

Desamarré el bolso, lo puse bien atrás y lo volví a amarrar, esta vez correctamente. Qué agrado volver a estar en el asiento despejado, no ir aplastada contra el estanque y poder moverme de vez en cuando. Seguimos a 80 Km/hr, cuidando la bencina, los dos con la reserva encendida y aún a 90 Km de San Juan.

Cerca de las 14 hrs., en un cruce, había un paradero, Camarón paró pensando entrar al pueblo a preguntar si había bencina por ahí. Le preguntó a una gente que estaba en el paradero y resultó que estábamos al frente de una estación de servicio, que quedaba oculta detrás de un cerro de tierra, acumulada al lado del camino, en el contexto de las obras de la carretera.

Dimos la vuelta, entramos a la bencinera, llenamos los estanques y decidimos quedarnos en el restoran adosado. Típico restoran de carretera argentino. Buenísimo!!

Villa Media Agua se llama el lugar.

Tenía aire acondicionado así que pudimos refrescarnos, mojar las bandanas y recuperarnos. Camarón y la Sonia se tomaron otro litro de cerveza Andes helada. Exquisita!





Comimos muy bien, nos refrescamos, nos reímos, Camarón y la Sonia alimentaron a un cachorrito callejero que se coló al restoran. Me volvió el alma al cuerpo, con bencina, sin calor, con el bolso bien atado y a 50 Km del destino. Alas 15:30 ya estábamos en ruta.


Retomamos camino con Maps.me, pero mi teléfono se apagaba y con ese sol, no se veía el trayecto. Paramos varias veces a reprogramarlo. Al final era mejor que la Sonia lo llevara en la mano, lo fuera viendo y fuera dándonos las indicaciones. Asi llegamos al hotel America que era donde estaban las reservas. Yo no tenía reserva porque no la tomé esperando decidir si el primer día nos quedábamos en Mendoza o seguíamos a San Juan. Iba rogando para que hubiera disponibilidad en el hotel y poder quedarme con ellos, y no tener que empezar a buscar otro sitio.

Pero el sistema había reservado dos habitaciones singles para Camarón así que yo me quede con una y a ellos les dieron una matrimonial, que a veces sirve como single.


Debajo del aire acondicionado jajajaja


Estacionamos las motos en la cochera y nos fuimos a las habitaciones, a ducharnos, cambiar de ropa y descansar. Y esperar al resto de los viajeros que habían salido de Santiago a las 8 AM. A esa hora, después de casi 5 horas de cola ya estaban en las casetas haciendo el tramite.


Supimos que a las 11:50 estaban en el puente en la fila para la Aduana, a varios Km de ese punto. 4 1/2 horas más tarde estaban en la caseta haciendo el tramite. Cerca de las 19 iban saliendo de Uspallata.el atardecer los pilló llegando a Mendoza. Ósea podían llegar a las 22 en el mejor de los casos. Finalmente llegaron cerca de las 23. 
Saliendo de Uspallata

Llegando a Mendoza

Mendoza

Llegando a San Juan


Camarón la Sonia y yo estábamos exhaust@s. Especialmente la Sonia que el calor la arrebató.

Asi que a las 21:30 acordamos el desayuno a las 8:30 y nos fuimos a descansar.

Noroeste argentino en Halloween. Día 3 San Juan a Chilecito

 La noche anterior no alcanzamos a ver a los Vampis y los Paparazzis, que estuvieron  5 horas en la Aduana. Llegaron pasadas las 23:00 a San Juan. Nosotr@s ya dormíamos a esa hora. Durante el día nos habían mandado mensajes y fotos actualizando su situación. Nuestra estimación era que llegarían como a las 22. Claramente erramos el cálculo.

Acordamos tomar desayuno a las 8:30 como para partir a las 9 rumbo a Chilecito. Eran 400 Km con dos tramos de cuesta. 

Nos fuimos a la YPF cercana al hotel a juntarnos con los Paparazzi que estaban en otro hotel.

Partimos poco después de las 9. La salida de San Juan excelente, carreteras amplias, el día despejado y agradable temperatura, 26º.












Claro que la felicidad no duró mucho porque luego el camino era de una sola pista. Al rato empezaron a aparecer los cerros de colores, característicos de esta zona. Muy poco tráfico por suerte. Luego el camino se puso bastante malo, irregular, con tramos bastante deteriorados. Había un letrero que decía Banquina Erosionada, se refería a la berma intransitable, totalmente deformada. Pero lo peor era la calzada que también estaba destrozado.











A eso se le sumaba un largo trecho de badenes. Yo prefería parar en casi todos porque no siempre se alcanzaba a ver con tiempo si el badén estaba muy malo, o si había mucho desnivel entre la calzada y la entrada y la salida del badén.


El tramo hasta Jáchal fue más bien monótono, bien seco, y caluroso. En el mapa se ve como una linea recta hasta San José de Jáchal

Paramos en la bomba del pueblo, donde mismo paramos el 2017 cuando recorrimos otros caminos del Noroeste argentino, pero desde Jama al sur. (Ver blog). 



Estábamos esperando al bencinero cuando de repente veo que la moto de Camarón con él y la Sonia se estaban yendo al suelo. Parece que hubo una descoordinación al intentar la Sonia bajarse, Camarón estaba apoyado con el otro pie y en un segundo estaba la moto tirada aplastándole el tobillo a la Sonia. La Margarita y después el Paparazzi atinaron a levantar la moto y liberar a la Sonia, cuyo tobillo quedó bien resentido pero nada tan grave. Por suerte, porque podría haber sido muy complicado.

Echamos bencina, y compramos agua y bebidas. Yo me compré un agua de 1,5 lt. y me lo tomé entero! Casi sin darme cuenta. En eso estábamos cuando vimos un motorista echando bencina, parado al lado de la moto, una BMW 1200 GS, y parecía que estaba subido arriba de una tarima. Era gigante!






Se acercó hasta donde estábamos nosotr@s, él en su moto y su novia en otra, una F750 PARECE. Eran belgas, Zoe y Tamguy, y y estaban viajando en en moto por América desde Estados Unidos. Muchos meses viajando, más de lo que era el plan original. Hablaban y entendían muy bien el español. Nos contaron que venían con la moto de él pana, y pidieron consejo. No tenía motor de partida, por lo tanto había que empujarla cada vez. Así que estaban tratando de ubicar algún lugar donde reparar el desperfecto. Estuvimos conversando un rato, Camarón y Vampiro le dieron datos, direcciones, compartieron los teléfonos. Ojalá les haya ido bien. Pensaban llegar a Santiago cruzando Los Libertadores.


 

Como a las 12, con mucho calor seguimos a Chilecito. El termómetro llegó a marcar 40º. Quedaban 250 Km para llegar.

El camino mejoró, aunque siempre siendo un camino secundario, no muy bien demarcado, pero al menos no deformado y sin hoyos. Con mucha más vegetación que el tramo anterior, probablemente por la cercanía del Rio Huaco y el embalse Los Cauquenes.




A los 20 minutos más o menos empezó la cuesta La Ciénaga. La calzada angosta, a ratos una pista o menos, y muchas curvas cerradas. Pero el camino muy lindo! Desde la altura se ve el embalse.







De improviso apareció un túnel angosto, parecido al de Cabildo. Me pilló totalmente de sorpresa y bien encandilada. Solo atiné a seguir la luz de la moto del Vampi que iba adelante, y que era lo único que veía.


Después de esa cuesta vino un tramo excelente, con badenes en los que no había que parar. Era como una montaña rusa, sube y baja, con muy buen pavimento, parejito. En dos badenes había agua… ahí si había que parar porque no era poca. De donde sale agua en esa zona que es tan seca?


Después venía la cuesta Miranda. Mucho más grande, el camino perfecto, casi nada de tráfico, y curvas bien hechas. Las vistas espectaculares. El paisaje hermoso! Formaciones rocosas, algunas de ese color terracota tan característico de la zona.


Cuesta Miranda


Paramos en una recta corta, con buena visibilidad, para esperar a Paparazzi, que no se veía venir. Después de un buen rato, Camarón  y yo avanzamos lento y Vampiro se quedó esperando. Paramos en un mirador donde está el letrero de bienvenida a Chilecito, donde era más apropiado para esperar a Paparazzi.


Camarón pegó el sticker de Cualtaco en el letrero tapizado de recuerdos de viajeros. Al rato llegaron los Vampis y de Paparazzi no se sabía nada. Pensamos que habría parado al baño o a almorzar. El a veces hace esas cosas, se separa del grupo y llega después. Esperamos un rato y decidimos seguir hasta tener señal de celular para intentar comunicarnos con ellos.





Llegamos a las 15:30 a Chilecito, que es bastante más grande que lo que me imaginaba. Yo compartí un apartamento con los Vampis.




A esa hora hacía mucho calor y había muy poca gente en las calles. Pudimos por fin comunicarnos con los Paparazzis y estaban en pana. La moto perdía fuerza, y después no partió más. Se quedaron en Los Tambillos, un poblado justo antes de la cuesta Miranda, con 36º y poca señal, la justa para comunicarnos y ver qué hacíamos.

LOS TAMBILLOS

Había que conseguir la manera de llevar la moto a Chilecito y ahí decidir cómo seguir. En el hotel bajamos el equipaje, nos cambiamos de ropa, y nos fuimos a almorzar a un lugar en la plaza, más o menos cerca del hotel.

Camarón se fue a la piscina. La Margarita tenía un poco de señal como para comunicarnos. Íbamos camino al restoran, pasando por una YPF enana donde penaban las ánimas. A la Anto se le ocurrió acercarse a una especie de oficina por si había alguien y preguntar si conocían a alguien que tuviera una camioneta y fuera a buscar a Paparazzi. Se metió a la oficina de ventas, habló con el dependiente, le explicó la situación y consiguió lo imposible!


Era un cabro joven que, sin titubear, llamó a su suegro que tenía camioneta y podía ser que fuera a buscarlos. Sábado en la tarde!! El suegro dijo que si podía ir, y quedaron de ubicarnos en la plaza, en el restorán Robert"A". Las claves eran una camioneta Toyota blanca,  y la chica con la gorra rosa, osea la Anto.

Nos ubicamos en una mesa al lado de la ventana.



Estábamos almorzando cuando apareció la camioneta. El hombre también se llamaba Roberto, y después que los Vampis le explicaron la situación y como ubicar a los Paparazzis, partió a Los Tambillos a buscarlos. Ya eran las 16:30.


Le mandamos una foto a Camaron del bife del cual estada dando debida cuenta la Anto, con lo que se entusiasmó, era que no, y llegaron al restorán Robert"A"


Ese nombre es lo más curioso y exótico. Más aún con la pronunciación local que es algo asi como yovera, imagínense a Menem diciendo La Rioja, es esa erre tan rara que parece ye. Al principio yo entendí Rovera, clarito pero era Robert A. Estábamos llenos de Robert ese dia, el Robert de la Margarita, en pana, Roberto al rescate, y el Robert A como centro de operaciones.

Al llamado del bife llegaron Camarón y la Sonia y se nos unieron en la mesa.Lo bueno era que la mitad del problema ya estaba resuelto. 

Los Paparazzi ya no se quedarían a vivir en Los Tambillos.!!


Terminamos de almorzar y nos fuimos a la heladeria del frente, la Grido, que parece gozar de fama internacional, al menos la Sonia la ubicaba, asi que fuimos a compra helados en teoría artesanales. Como fuera, estaban re buenos como dirían por allá.

 Nos sentamos en una mesa en la plaza. Se nota que la municipalidad financia infraestructura para las actividades sociales. Todas esas mesas con sillas en la plaza evidentemente están para que los vecinos pasen un buen rato en la plaza, comiéndose un helado o algun picnic  que ellos mismos lleven, y haya algun lugar donde ir fuera de la casa.


Helados GRIDO

Nos quedamos harto rato ahi, caminamos por la plaza, recorrimos la típica feria artesanal,  compramos magnetos, y volvimos al hotel. Cambiamos dólares en una tienda de souvenirs, donde compramos algunos recuerdos. Dólar Blue, mejor que el oficial y que el negro, asi como para turistas. La mina nos compró todo lo que pudo con el efectivo que tenia!!






Chilecito en el pasado surgió como un pueblo minero, especialmente de oro, llegando a ser la actividad económica mas importante de la época. Por ese motivo todavía se conserva, en honor a ese pasado, el funicular, actualmente llamado Cablecarril de la mina La Mejicana, emplazada en el Cerro Belgrano.

 La agricultura es la principal industria de la zona, que ocurre en la afueras de la ciudad, gracias a aguas subterráneas, más que nada viñas y olivos, también  nogales. 

En 2004 la sede de Chilecito de la Universidad Nacional de La Rioja se transformó en la Universidad Nacional de Chilecito... que tal?? Con Casino y Universidad, y tan a huevo que la habíamos mirado... debe ser por el nombre jajajajaja que a todo esto, no está claro de donde proviene.

El Casino y Hotel, es una mole descomunal a una escala que no guarda relación con el resto de las construcciones.


Entretanto, Roberto en la camioneta ya había llegado a Los Tambillos y se había encontrado con los Paparazzis. Subieron la moto y volvieron a Chilecito.


Cuando llegaron Paparazzi hizo andar la moto y anduvo perfecto, un par de vueltas a la manzana WTF!! Pero no era para confiarse. Ellos fueron a la plaza y se juntaron allá con los Vampis. Yo me quedé en el depto. No  me dio para seguir callejeando.

Fue un dia bien cansador. Con paisajes lindos, caminos alucinantes, especialmente las cuestas, y por suerte con un final feliz del rescate de los Paparazzis.