sábado, 29 de septiembre de 2012

De Skibotn a Svolvær en las Lofoten



Partimos de Skibotn sin lluvia y con buen pronóstico del tiempo asi
que no habia que usar traje de agua. Ya nos acostumbramos a las
temperaturas de acá y nos abrigamos adecuadamente por lo que los 6
grados de la mañana ni se sienten. Y los 13 de la tarde es primaveral.

El camino quita el aliento, los puentes, los túneles de varios km, hoy
pasamos uno de 7,2 km y 6 o 7 más de distintas longitudes y formas
incluso uno circular que parecía rotonda. Y los acantilados con las
caidas de agua, el camino con la vegetación que mas parece tropical.
Manejar moto en estos lugares es una experiencia memorable. La
naturaleza es casi agresiva, se te viene encima,  las montañas enormes
escarpadas y afiladas que encajonan el mar. Es un paisaje sorprendente
y sobrecogedor. Grandioso
Los caminos de montaña parecidos a los de Chile, también con pedazos
medios malos, tramos en reparación pero en vez de bandereros hay
semáforos.

Vimos una caravana de vehículos militares, tanquetas incluídas, no
supimos a qué se debe.Pasamos por un sitio que recuerda a la atalla de
Narvik y a su general correspondiente, de la segunda guerra mundial.
Tarea para la casa estudiarlo un poco.
Muchos autos con casas rodantes y motorhome, terminando a temporada de verano.

Los noruegos, al menos los de por acá son super ordenados y
diciplinados para manejar. No se pasan ni un km de la máxima permitida
y no se adelantan. Ibamos detrás de una cola de 4 autos que iban a 80
km/hr.
Los empezamos a adelantar de a uno, los caminos son muy sinuosos y no
es fácil adelantar, imposible sin cometer infracciones, y nos
encontramos con que el segundo auto era de la policía militar.
Yo me di cuenta después que los había sobrepasado a harto más que 80...
Pedro se quedó atrás de ellos.
Al llegar a una bomba me salgo del camino, Pedro me sigue, yo pensaba
que tocaba parar para recargar bencina,  pero no. Yo pensé que al
menos nos habíamos sacado a la policía de encima... error. Volvimos a
entrar al camino, y antes de 10 minutos, los pillamos y nos
encontramos con la cola igualita, los autos en el mismo orden y a la
misma velocidad. Pueden andar cientos de km así, en orden, sin
problemas... Asi que no nos quedó otra que agregarnos a la cola a 80 y
ponernos a meditar, ohmmmm...
Ya a esta altura del camino empezaron a aparecer los trolls, que se
harán emblemáticos el resto del trayecto por las Lofoten.
Llegamos a Svolvær en la tarde, m{as o menos temprano. Buscamos hotel,
nos registramos, y sin desempacar nos fuimos a conocer el pueblo y
Kabelvag, distante unos 10 Km.
Lo que yo pensaba que eran caletas,precarias, perdidas en los fiordos,
en que a lo mejor sólo hablaban dialecto, resultaron ser todos lindos
pueblos costeros, bien pirulos para nuestros estándares, y en que todo
el mundo habla inglés.
Continuará

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