Nordkapp - Skibotn, 520 Km
Nos levantamos temprano, en el albergue de Nordkapp.
Estaba nublado, por precaución nos pusimos el traje de agua, porque
si llueve, bien, y si no, abriga harto.
Mientras arreglábamos los bolsos en las motos salió el italiano que
vive en Granada, pero que acá habla en inglés y que estaba esperando
que le llegara el repuesto del neumático que reventó antes de llegar a
Cabo Norte.
El tiene una página web y quería sacarnos unas fotos para eso, el y
nosotros eramos los únicos motoristas allí
Posamos para la foto y nos despedimos.Partimos el camino "de vuelta"
completamente satisfechos, sin sospechar que la aventura seguiría
igual de emocionante por muchos días.
Amaneció lloviznando, y llovió desde que partimos como a las 11 hasta
como las 5, a ratos muy fuerte, pero ya me acostumbré a ver poco con
la mica del casco chorreando agua.
Lo verdaderamente penca es tener que ir detrás de la nube de agua que
tiran los camiones, que esa si que no deja ver nada y como el camino
es costero, mas bien angosto, con muchas curvas, subidas y bajadas y
solo de una pista por lado, a veces no es fácil adelantar y hay que
comérselo no mas.
Pasamos por el lado de unas montañas con nieve y se sintió el frío ,
había 2,5 grados
Después volver a los 8 grados era como verano!!
El camino de vuelta lo hicimos mas atentos, a la ida solo queriamos llegar!
Paramos en un área de descanso con mesas y bancas, y baño. Pedro los
conoció, son baños de hoyo en la tierra, pero impecables, con tapa,
papel confort, lavatorio con jabón, y gratis, a disposición del que lo
necesite.
En una ladera un grupo de renos posó para nuestras cámaras.
Conversábamos después como son de diferentes los límites que el clima
impone, después de ver en el camino, a una mujer paseando a su guagua
en coche, bajo la lluvia por la calzada misma, en la berma enana que
tienen los caminos noruegos, que dicho sea de paso, son una porquería
comparados con los chilenos. Claro para ella probablemente el límite
serán varios cm de nieve para no salir.
Acá en Chile a nadie se le ocurriria salir a pasear con esa lluvia,
menos con una guagua.
El camino es precioso, recorre fiordos todo el rato, al lado de
tremendos murallones de roca por un lado y del mar por el otro.
La vegetación es exuberante, con calor podría ser Costa Rica o algo
así; en las zonas más altas es mas como tundra con pastos bajos y
amarillos parecido al Cabo de Hornos.
Llegamos a Skibotn, un pueblo costero del norte de Noruega como
decenas que vimos en el camino desde Nordkapp
Los pueblos costeros pintorescos, lindos con sus botes flotando en el mar
El camino de todo un poco, desde muy malo con tramos de tierra por
arreglos, túneles gigantes de mas de 4 km , y tramos excelentes, como
cerca de Skibotn, en que pudimos correr un poco más.
Es que había parado de llover, no había trafico y el camino estaba
excepcionalmente bueno
Pero sigo el consejo de mi hija Magdalena:" mamá no hagas nada que no
te sientas capaz de hacer"... Sabio
Llegamos a Skibotn a buscar hotel.
La anécdota fue que llegamos a las 20 mas o menos, en que ya no queda
nadie en la recepción de los campings. A la entrada vimos algo que nos
parecio hotel, pero también nos pareció que debía ser caro, asi que
seguimos de largo. Llegamos al camping, entramos, no había nadie... ya
po, al hotel caro no mas. Nos devolvimos, entramos, estacionamos las
motos buscando la recepción.
En las ventanas empezaron a aparecer varias personas que miraban con
curiosidad, y claro, no podía ser de otra manera, ya que era una casa
de acogida para refugiados de medio oriente!! y nosostros con las
motos muy instalados.
Qué plancha!!
Nos devolvimos por donde habíamos venido, y estacionamos en un café
para tomar algo y decidir qué hacíamos, tampoco se pudo porque en el
momento de sacarnos los cascos aparece el dueño diciendo que ya está
cerrado, pero por lo menos nos dijo dónde podíamos conseguir
alojamiento.
Llegamos con sus indicaciones a un hotel increíble que es como un
centro de terapias corporales, lleno de "adultos mayores" y nosotros.
Y además incluía desayuno y una free meal, asi que nos sacamos los
cascos, las chaquetas y nos fuimos a comer.
Después de comida Ojitos se fue a la piscina temperada, casi olímpica
y yo a escribir reportes porque no traje trajebaño!!! (quien lleva
trajebaño a Cabo Norte!!)
Fueron 520 km y hasta ahora no se han sentido
Al revés al subirme a la moto me llena de energía y me descansa
incluso con lluvia
Mañana tenemos que hacer como 500 mas
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