Después de desayunar muuuy bien seguimos hacia nuestro destino, al
cual si todo marchaba bien, llegaríamos al dia siguiente. Ese día
teníamos que llegar a Rovaniemi, famosa por ser "la ciudad de Santa
Claus" y muy próxima, unos 20 Km o menos del círculo polar ártico.
Cuando estábamos sacando la foto con la bandera, en una señalización
que dice Umeå, un auto se detiene al lado nuestro y nos preguntan si
somos de Chile, y resultan ser chilenos que viven en Umeå!
Compartimos el patriotismo de rigor, la admiración por el viaje en
moto, los deseos de un buen viaje, nos ofrecen ir a su casa a tomar
algo (eran las 10AM y recién habíamos tomado desayuno)y nos despedimos
de abrazos con los desconocidos, que no lo son tanto por encontrarnos
donde nos encontramos.
A todo esto lo de la bandera es una especie de rito, cada vez que llegamos a
algún lugar, sacamos la foto y anotamos en la bandera el lugar y la
fecha, como una bitácora
El trayecto sigue muy agradable, buen clima, sol radiante, cielo azul,
parajes de cuento, y es muy muy emocionante cuando cruzamos la
frontera con Finlandia, ¡Finlandia! Cuándo iba yo a imaginar que
estaría en ese país!
Y si el paisaje en Suecia era lindo, en Finlandia es bello, los
bosques son increíblemente tupidos, que se pierden en el horizonte,
miles de hectáreas de bosques impenetrables, verdes, infinitos.
Ya empezamos a ver desde antes de salir de Suecia la señalética de
"cuidado con los renos" que se atraviesan en el camino.
La frontera entre ambos países, al menos en ese punto es un chiste.
Hay un tubo metálico atravesado en la calle, a unos 6 metros de
altura, a la salida de una rotonda, con un letrero que por un lado
dice Sverige y por el otro, que es el que veíamos nosotrs, Suomi, que
es Finlandia en finladés supongo
Tenemos que llegar a Rovaniemi, la ciudad del Santa Claus, donde
tenemos un par de datos de hotel, pero es temprano, nunca dimos con el
hotel, por lo que decidimos decidimos seguir, sacar la foto en el
circulo polar artico (que de polar o de ártico ese día al menos no
tenía nada)y buscar alojamiento mas cerca de la meta del dia siguiente
que es Cabo Norte.
La pasada por el circulo polar artico tiene toda la emoción de tomar
conciencia del lugar en que estamos, pero también el desencanto, al
menos para mí de que sea un punto turístico al estilo americano,
demasiado falso y multicolor, pero prima lo emocionante de estar ahí.
Y dejamos un logo de Cualtaco en el poste.
Cuando ya empieza a oscurecer, nos topamos con unas cabañas, Orokoski
, a cargo de un finlandés grandote, bien tosco y nada sofisticado,
que para mi sorpresa habla muy buen inglés, y es muy amable y
hospitalario. Nos muestra la "cabaña" que en realidad es una linda
casita como de playa, con un baño espectacular, dos dormitorios,
living y comedor con cocina americana y una terraza. Calefacción
central por supuesto.
Le preguntamos si hay algo de comer y nos ofrece prepararnos una
comida, que resultó un banquete, una sopa de campiñones, ensaladas,
papas, huevos revueltos, carne de reno muy rica.
En el comedor, que también es la cocina y la recepción, hay un flaco
con cara amistosa,con el que rápidamente entablamos conversación. Se
llama Peter, es australiano y fotógrafo profesional de paisajes y
deportes, y está ahí porque unos amigos lo invitaron, con todo pagado,
para que viniera a sacarle fotos de su matrimonio. El aclara que el NO
es fotógrafo de matrimonios. Aprovehará de hacer fotos en este lugar
increíble. Hablamos del viaje a Nordkapp y de las auroras boreales,
que se ven en esta zona pero en otra época del año. Yo siempre había
querido ver una aurora boreal.
Después de comer nos despedimos, para ir a dormir, que al otro día
llegamos a Nordkapp. Como a la media hora llega Peter a golpearnos la
puerta muy entusiasmado porque ¡ hay una aurora boreal en el
horizonte! Salimos inmediatamente a verla y ahí está, no tan grande,
pero linda, impresionante. Yo saco micámara para la foto, obvio, el me
mira y se orece para sacarla el... qué mejor? La coinciencia de parar
ahí, que estuviera Peter, que habláramos, que se le ocurriera
avisarnos lo que estaba sucediendo y que me sacara la foto... una en
1000 millones!!
Al otro día el paisaje es aún más lindo, con un poco de niebla, y
podemos sacarle fotos a unos renos, antes de que escapen.
Tomamos desayuno preparado por el filandés, muy bueno y partimos para
llegar ese día a Nordkapp, a unos 600 km al norte.
O
cual si todo marchaba bien, llegaríamos al dia siguiente. Ese día
teníamos que llegar a Rovaniemi, famosa por ser "la ciudad de Santa
Claus" y muy próxima, unos 20 Km o menos del círculo polar ártico.
Cuando estábamos sacando la foto con la bandera, en una señalización
que dice Umeå, un auto se detiene al lado nuestro y nos preguntan si
somos de Chile, y resultan ser chilenos que viven en Umeå!
Compartimos el patriotismo de rigor, la admiración por el viaje en
moto, los deseos de un buen viaje, nos ofrecen ir a su casa a tomar
algo (eran las 10AM y recién habíamos tomado desayuno)y nos despedimos
de abrazos con los desconocidos, que no lo son tanto por encontrarnos
donde nos encontramos.
A todo esto lo de la bandera es una especie de rito, cada vez que llegamos a
algún lugar, sacamos la foto y anotamos en la bandera el lugar y la
fecha, como una bitácora
El trayecto sigue muy agradable, buen clima, sol radiante, cielo azul,
parajes de cuento, y es muy muy emocionante cuando cruzamos la
frontera con Finlandia, ¡Finlandia! Cuándo iba yo a imaginar que
estaría en ese país!
Y si el paisaje en Suecia era lindo, en Finlandia es bello, los
bosques son increíblemente tupidos, que se pierden en el horizonte,
miles de hectáreas de bosques impenetrables, verdes, infinitos.
Ya empezamos a ver desde antes de salir de Suecia la señalética de
"cuidado con los renos" que se atraviesan en el camino.
La frontera entre ambos países, al menos en ese punto es un chiste.
Hay un tubo metálico atravesado en la calle, a unos 6 metros de
altura, a la salida de una rotonda, con un letrero que por un lado
dice Sverige y por el otro, que es el que veíamos nosotrs, Suomi, que
es Finlandia en finladés supongo
Tenemos que llegar a Rovaniemi, la ciudad del Santa Claus, donde
tenemos un par de datos de hotel, pero es temprano, nunca dimos con el
hotel, por lo que decidimos decidimos seguir, sacar la foto en el
circulo polar artico (que de polar o de ártico ese día al menos no
tenía nada)y buscar alojamiento mas cerca de la meta del dia siguiente
que es Cabo Norte.
La pasada por el circulo polar artico tiene toda la emoción de tomar
conciencia del lugar en que estamos, pero también el desencanto, al
menos para mí de que sea un punto turístico al estilo americano,
demasiado falso y multicolor, pero prima lo emocionante de estar ahí.
Y dejamos un logo de Cualtaco en el poste.
Cuando ya empieza a oscurecer, nos topamos con unas cabañas, Orokoski
, a cargo de un finlandés grandote, bien tosco y nada sofisticado,
que para mi sorpresa habla muy buen inglés, y es muy amable y
hospitalario. Nos muestra la "cabaña" que en realidad es una linda
casita como de playa, con un baño espectacular, dos dormitorios,
living y comedor con cocina americana y una terraza. Calefacción
central por supuesto.
Le preguntamos si hay algo de comer y nos ofrece prepararnos una
comida, que resultó un banquete, una sopa de campiñones, ensaladas,
papas, huevos revueltos, carne de reno muy rica.
En el comedor, que también es la cocina y la recepción, hay un flaco
con cara amistosa,con el que rápidamente entablamos conversación. Se
llama Peter, es australiano y fotógrafo profesional de paisajes y
deportes, y está ahí porque unos amigos lo invitaron, con todo pagado,
para que viniera a sacarle fotos de su matrimonio. El aclara que el NO
es fotógrafo de matrimonios. Aprovehará de hacer fotos en este lugar
increíble. Hablamos del viaje a Nordkapp y de las auroras boreales,
que se ven en esta zona pero en otra época del año. Yo siempre había
querido ver una aurora boreal.
Después de comer nos despedimos, para ir a dormir, que al otro día
llegamos a Nordkapp. Como a la media hora llega Peter a golpearnos la
puerta muy entusiasmado porque ¡ hay una aurora boreal en el
horizonte! Salimos inmediatamente a verla y ahí está, no tan grande,
pero linda, impresionante. Yo saco micámara para la foto, obvio, el me
mira y se orece para sacarla el... qué mejor? La coinciencia de parar
ahí, que estuviera Peter, que habláramos, que se le ocurriera
avisarnos lo que estaba sucediendo y que me sacara la foto... una en
1000 millones!!
Al otro día el paisaje es aún más lindo, con un poco de niebla, y
podemos sacarle fotos a unos renos, antes de que escapen.
Tomamos desayuno preparado por el filandés, muy bueno y partimos para
llegar ese día a Nordkapp, a unos 600 km al norte.
O
gracias.
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