En moto a Uyuni en Fiestas Patrias. Día 8 Día en Iquique

Nos habíamos  ganado el derecho a levantarnos un poco más tarde, ese día que sería de relajo.
Así que, programamos desayunar a las 9:30 para salir a las 10 a visitar la Esmeralda.
Salimos del hotel antes de las 10,en un día precioso, despejado y con una agradable temperatura, por la ciudad que empezaba a despertar. De hecho, casi no se veían autos en las calles.

Con la luz de día, me sorprendió lo lindo que está Iquique!! La peatonal, Paseo Baquedano, con muchos bares y restoranes en casas patrimoniales
refaccionadas, harta bandera chilena y muchas banderitas de colores en hileras atravesadas de lado a lado como en las festividades de los pueblos en España.

El sector de la plaza, remodelado y en total sintonía con el concepto moderno de espacio público, habiendo preservado las construcciones patrimoniales que dan cuenta del estilo arquitectónico de la ciudad en el auge del salitre.

Pasamos por el mercado que ya estaba en pleno funcionamiento, con su oferta de pescados y mariscos fresquísimos.

En la esquina, el comercio ambulante empezaba a instalarse y Camarón estuvo a punto de comprarse algo, "por lo barato que es"

Llegamos a la entrada de la visita guiada por la réplica de la Esmeralda, la de Arturo Prat y el combate naval de Iquique.
Y hasta ahí no más llegamos. Los cupos para la visita de las 11 ya estaban agotados. Y para conseguir cupos para las 14 había que estar en la cola a las 13, sin ninguna certeza de porque se entregan por orden de llegada y no son muchos. 

Así que quedamos un poco varados, sin un plan B. Decidimos irnos al sector del Casino a pasear. Nos fuimos en dos taxis. Nos bajamos en el Casino, y Camarón ya nos tenía panorama para la tarde. 

Se había venido conversando con el taxista, quien pertenecía a una especie de asociación de taxistas  y le comentó que podíamos ir a Humberstone en la tarde. Que nos podían llevar, esperar y traer de vuelta por 25 lucas cada taxi. Eso era demasiado barato. Los tours a a la salitrera eran por todo el día y costaban algo parecido pero por persona.
Quedaron de comunicarse por teléfono para confirmarlo. Nosotros pensábamos  que aunque nos cobrara 50 lucas por auto seguía siendo  barato.
Nos fuimos a pasear por la playa, para placer especialmente de la Margarita que podía meter las patitas al agua.

Caminamos un buen rato, estuvo muy agradable. Vimos los parapentes surcar el cielo azul. La playa es muy linda y la costanera también.
Sacamos fotos como para publicar con el hashtag #vacaciones en miami.

Hacial final hacia el norte, donde ya no hay playa, hay una pasarela de madera muy moderna, con quitasoles, y un sector de escalones como minianfiteatro, mirando al mar.

En el camino nos topamos con una Escuela de Surf y un grupo de niñas, con una profesora, parece, con sus tablas listas para ir a deslizarse en las olas.

Se dan cuenta lo que será salir de la pega e irse a la playa a surfear? Esa es vida!
Pasamos por una instalación municipal donde se impartían clases de baile, tipo zumba, con participantes muy entusiastas.

También había un par de llamas en un corral enano. Pobres llamas! a 0 msnm y al lado del mar!!

Al otro lado de la avenida Arturo Prat Chacón, la Costanera, se veían edificaciones de más de un siglo de antigüedad seguramente, que parecían destinadas a la Municipalidad, la Intendencia Regional, o reparticiones como esas. También pasamos por lo que parecía ser la algún edificio de la Armada o algo así , con sus cañones en el antejardín.

El descubridor Cristoforo Colombo cuenta con un busto erigido en su honor, en 1910, con motivo de la celebración de centenario de la República

Hay una plaza muy sui generis, con un homenaje a las familias croatas de Tarapacá (por ejemplo, Luksic) y una especie de pileta pero con pasto, donde hay montones de gansos de yeso que parecen reales jajajajaja, es muy freak!

 

Camarón, que contrario a su nombre, no es nada playero, siempre anda buscando una sombra donde guarecerse.

Está muy lindo Iquique! 
Dan ganas de irse unos días a disfrutar de la playa y del rico clima en una ciudad tan bonita. Yo creo que el encantamiento con la ciudad puede haber tenido que ver con que veníamos de Bolivia que es todo lo contrario. Era imposible no comparar.

El taxista en cuestión llamó después de mucho rato, y por supuesto que nos cambió la tarifa. Evidentemente se había equivocado. 
Acordamos que nos recogiera a las 15 en el Casino para ir a visitar Humberstone.
Seguimos caminando de vuelta caminando por la vereda, y nos fuimos a un barrio que recordábamos que tenía varios restoranes, de cuando fuimos al matrimonio de la Paula, la hija de los Patos.
Justo al frente del Casino esta el estadio Cavancha, antiguo estadio del club de fútbol Deportes Iquique. Ahora tienen un estadio nuevo, muy moderno, llamado Tierra de Campeones, localizado más hacia el centro. 
Yo pensaba... ya que tienen dos, porqué no le pasan uno a la U? aunque les quede un poco retirado 

Llegamos los primeros, antes de la 1 a un restorán muy tropical, con muchas plantas, en una terraza. Nos atendió un mozo igualmente caribeño, venezolano o colombiano, con uno de esos nombres característicos de por allá, que no recuerdo. El restorán se llamaba Cantaba la  Rana (nos acordamos de nuestro Rana).
El almuerzo estuvo muy bueno, y por fin estábamos en un lugar que tuvieran postre.

Debo decir que Camarón superó la ludopatía que lo aquejó por muchos años... Pasamos tres veces por la puerta del Casino y no entró. No lo sugirió siquiera, y no tuvo síntomas privación. Eso sí, no sé qué hubiera pasado si Wirito hubiera andado con nosotros.  
A la hora convenida estábamos listos esperando los taxis en el lugar donde nos recogerían para ir a Humberstone.

Después de un rato llegaron y nos repartimos en los vehículos.

Subimos por el camino serpenteante el enorme acantilado admirando la belleza del paisaje costero y de la ciudad, con una luz diferente a cuando llegamos el día anterior.

El chofer entretanto nos comentaba datos históricos y de interés turístico.

Humberstone no queda tan cerca pero el trayecto no se hizo largo con las historias que íbamos escuchando.

Llegamos al estacionamiento del sitio histórico. La oficina salitrera de Humberstone, nombre que honra a su dueño, un joven ingeniero químico inglés que, después de 5 años de estar cerrada, reanudó las faenas e  introdujo una nueva manera de explotar el oro blanco en la década de los 30. Además se caracterizó por la cercanía y la humanidad en el trato con los trabajadores, que lo llamaban "don Santiago"

Cabe recordar que antes, en 1907, los obreros del salitre marcharon a Iquique, para pedir mejores condiciones de trabajo. Los masacraron, a hombres, mujeres y niños,  en la Escuela Santa María, en uno de los episodios mas oscuros y tristes de la historia del norte chileno.

 Al llegar una calle de tierra, antiguos postes de luz, carretas inmóviles y casas que en su interior exhiben antiguos juguetes, telegramas y utensilios, entre otras cosas, dan una silenciosa bienvenida a quienes llegan a conocer uno de los pueblos salitreros abandonados mejor conservados del mundo.
Resulta que este es un pueblo museo, que recrea cómo eran las cosas hace 1 siglo... y había un carro para transportar mineral idéntico al los que vimos en Cerro Rico en Potosí.
La diferencia  es que en la salitrera el carro lo tiraba una locomotora, no un obrero.

Brocas de perforación 

Humberstone no es solo adentrarse en una soledad que inunda todos los rincones, sino que también revivir lo que fue una de las mayores hazañas del hombre: el haber habitado el desierto más árido del planeta y extraer de él este mineral que alguna vez fue tan apreciado alrededor del mundo.

Después de esto vendrían los tiempos de gloria para las ventas del llamado “oro blanco”, pero no pasó mucho tiempo hasta que el salitre sintético fue inventado. Así, casi de la noche a la mañana y sin remedio, el salitre chileno dejaba de ser competitivo en el mundo. 

Su época había terminado y con ella, el particular modo de vida y cultura que por casi 90 años poblaron la pampa.

Recorrimos admirados los rincones polvorientos del pueblo fantasma. Las casas, de mayor y menor rango, con objetos de la vida doméstica. Exhibición de colecciones de herramientas, instrumental médico, maquinaria, objetos de escritorio y oficinas, cartas y circulares con una gran variedad de temas, anuncios, noticias y reclamos.

Dormitorio de niños

El teatro es una joya! muy bien conservado.
Por sus tablas pasaron operetas, funciones de cine sonoro, y estrellas de la escena nacional como Lucho Córdova y Olvido Leguía, y Anita González 

Lo mismo que la iglesia, adyacente a la cual se encuentra el Colegio San Mauricio.

En 1949 la Orden de Padres Oblatos de la Congregación María Inmaculada -los mismos que levantaron la Iglesia, abrió el Colegio San Mauricio, con parvulario, particular y gratuito para hijos de empleados y obreros, ubicado detrás del Mercado.

Estos sacerdotes de origen canadiense se ganaron el corazón de los pampinos, pues no solo construyeron la escuela, también enseñaron a jugar béisbol, instalaron emisoras de radio y asesoraron a los trabajadores en sus demandas laborales”. 

En el hospital  se leen en las murallas mensajes como "yo nací aquí" con la fecha del acontecimiento, o "mi mamá era enfermera y trabajaba en esta pieza" y otros por el estilo. 
Resultaba impactante y un poco sobrecogedor. 
La pulpería es tan impactante como el hospital, por lo bien recreada que está y porque permite hacerse a la idea de como eran las cosas, en el aislamiento en la mitad del desierto.

En 1961 se realizó en la gran piscina pública de la salitrera (que era de acero) la reunión de despedida. Al final de la ceremonia se puso de forma simbólica un candado en la entrada del pueblo, cerrando oficialmente la actividad de Humberstone. 

La piscina

Tiempo después fue subastada, pasando a ser propiedad de un particular. Sin embargo, en 1970 la Oficina Salitrera Santiago Humberstone fue declarada Monumento Nacional. 

En 2002, pasó a ser propiedad de la Corporación Museo del Salitre, luego de adquirirla en un remate. Dicha organización es la que hasta hoy se hace cargo de lo que quedó de la salitrera. Finalmente, en el año 2005, la UNESCO nombró a Humberstone  Patrimonio de la Humanidad.

A la hora acordada nos encontramos a la entrada, para volver a Iquique, felices de la gran experiencia que habíamos tenido.
Bajamos al puerto grande, y en el camino vimos la cárcel donde se supone que está el "psicópata de Alto Hospicio", asesino en serie condenado a cadena perpetua por la violación y asesinato de 14 mujeres.

En el norte es frecuente ver lugares como animitas grandes llenas de banderas amarillas y rojas. Son los colores de San Lorenzo, patrono del pueblo de Tarapacá, y santo ligado a la minería. 
Cada 10 de Agosto, día de San Lorenzo, se celebra el día de la minería y tiene lugar una peregrinación a Tarapacá y una fiesta a multitudinaria como La Tirana.

La periferia en los cerros de Iquique es bien pobre, se ve harto abandono desde el punto de vista urbanístico, comparado con la zona donde habíamos andado en la mañana.

Llegamos de vuelta a la costanera, ahí al lado del Casino, para buscar algún lugar donde tomar té. 

Y en el recorrido y la búsqueda terminamos en la terraza del Terrado Suites, extremadamente agradable, tan agradable, con la vista a la bahía, que cambiamos el tecito por mojitos y pisco sours, en hora de happy hour. 

que vino después es inenarrable, y quedará en la confusa memoria de los comensales en evidente estado de intemperancia jajajajaja. 
Después de esa noche ya no éramos amigos... éramos hermanos!

Como cualquier curao que se precie de tal, dimos harto jugo, nos hicimos amigos con el mozo y subimos los decibeles, especialmente de las risas. 
Tengo la sensación que cuando nos fuimos los huéspedes del hotel nos miraban con cierto desprecio.

Yo creo, pero no me consta porque no me acuerdo, que volvimos caminando con una trayectoria medio zigzagueante. 

Llegamos al hotel, y nos despedimos pensando en salir al otro día a una hora decente al otro día, ya que íbamos "solo" hasta Antofagasta.
Gran día en Iquique!! Panorama inesperado que se debió a que no fuimos a Oruro. Fue una muy buena decisión.