Durante la noche llovió muy fuerte. Yo me desperté con el ruido sin saber lo que era y por unos momentos pensé que era el caudal de algún río cercano a la cabaña. Pero después recordé que no había ningún rio en las cercanías y caí en la cuenta que era la lluvia. Me costó darme cuenta que era eso... será la poca costumbre de sentir esas lluvias.
Nos levantamos un poco más tarde, ya que era día libre en Rio Tranquilo. Pero despertamos antes, cuando todavía no amanecía, con un gallo afónico y desorientado en el tiempo. Más tarde cantó el gallo correcto a la hora correcta.
Vampiro dejó este dia libre para descansar un poco de la tierra y la moto, y porque era justo en la mitad del viaje. Estuvo muy bien pensado. Hace bien bajar las revoluciones alguna vez en este tipo de viajes. Ya dormir en la misma parte dos noches y no tener que cargar y descargar cada día es bueno.
Los Vetus sí habían madrugado para ir a su paseo a la Laguna San Rafael.
Las camas y los baños estupendos, y con el scaldasono mejor todavía!
En la cabaña había tele así que pusimos las noticias, y nos enteramos de la ceremonia de nombramiento de ministros de Boric en el nuevo gobierno.
Nos levantamos y tomamos desayuno por turnos en la cabaña, ya que mesa como de comedor propiamente tal, no había. Café y pan con queso.
Hicimos las camas, el Vampi lavó las tazas y nos alistamos para ir al Glaciar Exploradores, a unos 50 Km. de Rio Tranquilo.
Después del desayuno nos juntamos en el estacionamiento de las cabañas y nos organizamos para salir al glaciar. Vampiro y Balta se fueron en moto. En mi auto me fui con la Antonia, la Anto y el Ruizo que quería descansar de la moto un rato.
En la camioneta, con Popeye se fueron la Sonia, y los Paparazzi. Las motos se fueron antes y las perdimos rápido.
El camino era más malo que lo que nos habían dicho. A ratos bastante malo, estrecho, con hartas rocas asomadas. Nos demoramos una hora y media en cubrir los 50 Km. A poco andar Ruizo se había dormido como una guagua. El día estaba nublado y fresco pero no frío, bueno para efectos de una caminata. Así y todo era tan bonito que paramos a sacar fotos. Balta y Vampi también pararon a sacar fotos. Fue un lindo momento, Father & Son.Fuimos hasta lo que parecía ser la entrada. Con baños públicos y una tienda de souvenirs ad hoc. Ahí pagamos nuestra entrada, y estábamos listos para elegir el sendero para llegar a los respectivos miradores.
Los lolos, los Vampis y la Sonia eligieron el más largo y más exigente. Popeye, los Paparazzis y yo nos fuimos por el más corto y en teoría más fácil... ni tan así.
Resultó ser bien empinado, y difícil, casi extenuante. Todo el sendero discurre en medio de un bosque muy verde y tupido. Las rocas están cubiertas de musgos y plantitas en distintos estados evolutivos.
Después de un buen rato caminando en medio de una vegetación exuberante, logramos cubrir los miserables 500 metros que parecieron kilómetros. La última parte, una especie de escalera entre rocas y tablones, con escalones muy altos.
Llegamos al mirador a recuperar el aliento y admirar el paisaje. Mientras subía, me imaginaba lo que habrá sido construir el sendero, poner los pasamanos en el último tramo y acarrear los materiales para construir el mirador mismo.
La gran masa de hielo milenario que desciende del monte San Valentín, el más alto de la Patagonia (4.058 msnm), es la corriente noreste del Campo de Hielo Norte, un glaciar de valle que va desde los 180 msnm a los 2.000 msnm. Un glaciar que aún no retrocede, sin embargo, está perdiendo espesor rápidamente. El glaciar tiene una longitud total de 18 kilómetros y un ancho de 3 kilómetros, aproximadamente. Se puede observar una vista única al glaciar y al monte San Valentín, teniendo como telón de fondo el Campo de Hielo Norte.
El grupo más atlético llegó al otro mirador, y sacaron sus fotos. Realmente espectacular el lugar. Valía la pena la tierra y el esfuerzo!
Luego de un rato, bajamos, yo al menos, mirando más el bosque y el entorno, no tan preocupada de llegar, sino que de ver donde estaba!
Estuvimos en la recepción del parque esperando que llegaran l@s del trekking largo, donde pudimos tomar agua, ir al baño, y pegar un logo de Cualtaco en la ventana de la oficina de acceso.
Otro turista que miraba la escena se ofreció para sacar la foto.
Paso 1: grupo esperando que ponga la cámara. Me demoraba porque no me resultaba el disparo con tiempo.El gesto del Vampi lo dice todo
Al fin la foto con todosVolvimos a los autos y las motos y emprendimos el regreso. Qué camino más bonito y poco transitado. Nos detuvimos a sacar fotos en la cascada La Nutria, y en un bosque inundado, convertido en laguna. Hacía mucho frío y mucho viento.
Seguimos camino, y Ruizo volvió a dormirse jajajajaja. En la entrada al pueblo, está el cementerio de Rio Tranquilo. Es muy llamativo, porque son un conjunto de casitas de madera multicolores, algunas con cruces en sus techos. Muy grandes para ser tumbas, y muy chicas para ser casas, es muy pintoresco.
Llegamos mucho después que las motos, como a las 15:45, y nos fuimos a almorzar donde ya estaban los demás, un restorán buenísimo, Casa Bruja.
La comida muy buena, gourmet se podría decir... recuerdo el salmón, y una crème brûllée con cedrón deliciosa!!
Después de almorzar nos fuimos al hotel del Camarón (que esta vez sí se quedó viendo tele y se saltó lo que el odia... el trekking), al Café Calafate Nativo a tomarnos el café. Saqué fotos del pueblo en el trayecto.
LA PLAZA |
LA BIBLIOTECA MUNICIPAL |
RESTORAN DE LO MAS ACTUAL |
LOS PACOS Estuvimos casi todos ahí, con el alboroto acostumbrado de la manada de gatos |
EL HOTEL DEL CAMARON |
Aprovechamos de revisar las reservas de los días siguientes y reorganizamos el viaje considerando que Camarón dejaría la moto en el hotel, y seguiría en la camioneta.
Y terminamos un día más de este viaje increíble, y sin haber salido de Chile!
Qué lindo y que bacán es Chile!
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