Este día empezábamos el retorno... el largo retorno, 2256 Km a casa.
Nos levantamos al alba, a las 5:30 para cargar el auto y salir a las 6:45 a buscar a los demás que estaban en las cabañas de Entre Patagones, el restorán donde habíamos almorzado el día anterior, y partir todos juntos.
A las 7 ya estábamos en camino, yo adelante, luego las motos y la camioneta. Al poco rato las motos nos adelantaron y seguimos en caravana con el Popeye . Habíamos salido temprano para pasar por el puente sobre el rio Mayer antes de que lo cortaran y para llegar de los primeros a la barcaza.
Nos encontramos con un tremendo camión en contra, que fuera de todo pronóstico, nos dejó pasar. Lo encontré raro porque en general, los ayseninos son imprudentes y desconsiderados para manejar. En todo lo demás son amables y acogedores.
El día estaba fresco y más bien despejado. Quizá porque era un día más luminoso, me pareció que el camino tenía tramos muy buenos, que no recordaba del día anterior. Junto con el hecho indesmentible que el camino de ida no es igual que el mismo camino pero de vuelta.
De hecho, tan bonito estaba que paramos a sacar fotos.
Al rato aparecieron varios autos atrás. Totalmente contrario a mi naturaleza, yo no iba a dejar pasar a nadie. Había mucho en juego! Nada menos que alcanzar a ir a Caleta Tortel o no!
Nos demoramos 2 horas en cubrir los 100 Km entre Villa O´Higgins y Rio Bravo para tomar la barcaza. Así y todo cuando llegamos había una fila gigante de autos esperando embarcar. Allá es más o menos normal que la gente duerma en el auto esperando el ferry y no perder el puesto.
No estaba para nada claro si alcanzaríamos a subir en el primer viaje.
No quedaba otra que esperar y cruzar los dedos. En el intertanto tomamos el desayuno que habíamos llevado. Café, sandwiches, pie de limón, frutas, jugo, frutos secos. De lujo! No sé quien lo preparó, asumo que el Vampi con la Antonieta y la Antonia. Aprovecho de darle las gracias a quien corresponda!
Finalmente empezó el embarque... suspenso y expectación máxima! Se veía que no alcanzábamos a subir.
Embarcaron los autos, luego las motos y sería... pero sorpresivamente veo que me hacen señas para que avance y vaya al ferry. Saltándome las camionetas que me precedían, avancé y logré colarme al final, entrando de punta y no marcha atrás, en un hueco enano que quedaba. (Las bondades de andar en auto chico)
Embarcaron los autos, luego las motos y sería... pero sorpresivamente veo que me hacen señas para que avance y vaya al ferry. Saltándome las camionetas que me precedían, avancé y logré colarme al final, entrando de punta y no marcha atrás, en un hueco enano que quedaba. (Las bondades de andar en auto chico)
Lo que había ocurrido fue que el Vampi y la Anto convencieron a los encargados de que mi auto cabía, y que andábamos todos juntos, y si no subía nos íbamos a separar, etc etc, los dos con un poder de convencimiento digno de elogio. Y así fue que pude embarcar en la quemada. La Vety, que iba en la camioneta, atinó, agarró el traje de moto que tenía en una bolsa de basura y corrió al ferry. Atrás quedó la camioneta con Popeye, Camarón con la Sonia y la Margarita que no imitó los pasos de la Vety, para irse con el Paparazzi. Una vez arriba del ferry, se puso el traje de moto y estaba lista para irse con su rey.
BALTA DURMIENDO EN LA MOTO Y ATRAS, LA VETY VISTIENDOSE |
Yo estaba feliz de haber podido embarcar, pero muy frustrada de que no estuviéramos todos juntos.
SE VAAAAN!!!!😩 |
El camino, decente dentro de lo malo, se disfrutaba igual por la belleza del entorno.
Nos demoramos como 1 hora en llegar al área de estacionamiento.
Tortel es una comuna de la zona austral de Chile ubicada en la provincia Capitán Prat, en el sur de la Región de Aysén del General Carlos Ibáñez del Campo.
Posee una superficie de 20.390 km² y cuenta con 523 habitantes al año 2017.
Su capital es el poblado de Caleta Tortel, conocido por sus pasarelas de madera que hacen de calles, por su entorno natural y por hallarse próximo a la desembocadura del Baker, el río más caudaloso de Chile.
La caleta se fundó en 1955 para facilitar la explotación, el transporte y el comercio de la madera de ciprés, muy abundante en las Islas Guaitecas. Hasta la fecha, esta es la principal actividad económica de la zona, junto con el turismo.
La comuna posee una superficie de 20 390 km² y se ubica estratégicamente entre los Campos de Hielo Norte y Sur (unos 4000 km² de glaciares comunales)
Las casas son como los palafitos chilotes, todas las pasarelas, la plaza techada, los edificios municipales y los embarcaderos son de madera. La conectividad es fundamentalmente fluvial, con ferrys y lanchones que navegan en los canales, asi como cruceros de turismo.
Como no recordar que el 13 de Marzo de 2020 se ordenó el cierre total de la comuna, por un turista contagiado de COVID que viajaba en un crucero procedente de Ushuaia, y que desembarcó en Caleta Tortel por síntomas respiratorios.
El pueblo es encantador. Todas las pasarelas y las casas rodean una especie de ensenada, que, en realidad es un fiordo en parte de la desembocadura del Rio Cochrane, y a lo largo de la cual corre una especie de costanera de madera.
El clima nos acompañó, de manera tal que cuando estacionamos y nos dirigimos a la escalera para bajar al nivel del pueblo mismo, había nubes y claros de sol, que entibiaba el ambiente y realzaba la belleza del paisaje.
Arriba, antes de bajar llama la atención una especie de totem con información turística que alude a la Isla de los Muertos.
Se trata una isla que forma parte del delta que el río Baker forma al desembocar en el canal homónimo. Está ubicada a tres kilómetros al noroeste de Caleta Tortel. Debe su nombre a que existe en ella un cementerio creado en 1906 por los trabajadores chilotes que fueron reclutados por la Compañía Explotadora del Baker, para sepultar a sus compañeros que morían producto del abandono y la consecuente hambruna y crisis sanitaria, probablemente víctimas del escorbuto, que afectó al campamento. El cementerio cuenta 34 sepulturas de un total de 59 trabajadores fallecidos, los otros 25 habrían sido sepultados en otro sitio más cercano al campamento de los obreros en Bajo Pisagua, pero hasta ahora es desconocido.
Mientras bajábamos la escalera de acceso a la caleta, yo no podía dejar de pensar que después habría que subirla!! OMG!!
Ruizo andaba re complicado con su tobillo, cojeaba harto, iba a paso más lento que lo normal para él, pero perfecto para mi ritmo.
Recorrimos la caleta entera, por la pasarela-costanera. Qué cosa más linda!! Los lanchones anclados recordaban la naturaleza náutica de la comunidad. Ahí estaban los de la Municipalidad, de Carabineros, de la Universidad de Concepción.
No se parece a nada que haya visto antes. Se me ocurre que debe ser bien único.
La Municipalidad y la Biblioteca Pública son notables! Casas de todos tipos, más pitucas y más modestas.
LA MUNICIPALIDAD |
LA BIBLIOTECA PUBLICA |
Recorrimos mucho rato y sacamos muchas fotos. Es tan bonito que todo es motivo de foto.
LA PLAZA TECHADA |
Vimos varios lugares donde almorzar y nos quedamos en uno que no había que esperar tanto y contaba con mesas en una terraza donde cabíamos tod@s. La entrada era con Pase de Movilidad y datos para trazabilidad.
La terraza en cuestión tenía una vista privilegiada!!
Me acuerdo y me cuesta creer que anduvimos por esos lugares como si fuera lo más natural del mundo! Y no lo es!! fue algo que pocas personas tienen la oportunidad de hacer como lo hicimos nosotr@s.
Me acuerdo y me cuesta creer que anduvimos por esos lugares como si fuera lo más natural del mundo! Y no lo es!! fue algo que pocas personas tienen la oportunidad de hacer como lo hicimos nosotr@s.
Almorzamos en mesas separadas, una comida buena, con el servicio amable y leeeento. Al ritmo de allá asumo.
L@s rezagad@s ya habían cruzado el fiordo/estero Mitchell y estaban en camino a Cochrane.
Emprendimos el regreso. La escalera de vuelta, como me lo imaginaba fue terrorífica. Tuvimos que parar en la mitad a tomar aire para poder seguir. En las fotos no se nota, pero fue terrible. Para Ruizo fue mucho más terrible... su tobillo iba de mal en peor.
Como a las 4 seguimos camino a Cochrane. Quedaban 125 Km., unas dos horas y media.
Poco más al norte, ya en la ruta 7, nos topamos con lugareños sacando turbera, o musgo sphagnum, que la Antonieta reconoció porque había visto un programa en el que hablaban de ella. Así que paramos, preguntamos y sacamos fotos.
Es un organismo muy particular, propio de algunos ecosistemas en pocas zonas del planeta. Se caracteriza por tener la propiedad de retener agua hasta 20 veces su peso, lo cual asegura la fertilidad del terreno donde se la encuentra.
Normalmente forma parte de humedales, y su crecimiento ha tomado 18.000 años, desde el término de la última glaciación. Se exporta para el cultivo de especies delicadas como las orquídeas. Es un recurso relevante en esa zona, pero su extracción indiscriminada puede afectar irreversiblemente el ecosistema del que forma parte. En Enero de este año se aprobó legislar para declararla especie protegida y promover el cultivo y cosecha sustentable. Ojalá resulte.
(Definitivamente la especie más peligrosa para el planeta somos los humanos).
(Definitivamente la especie más peligrosa para el planeta somos los humanos).
Seguimos viaje hacia Cochrane.
Poco más adelante estaba Vampiro con la moto estacionada al lado del camino. Los Vetus, Paparazzi, el Balta y el Ruizo también habían parado.
Resulta que el Vampi había perdido el pedal del cambio. No el pedal completo, sino, la pieza horizontal que es la que el pie engancha para pasar los cambios. Un cilindro metálico, de no más de 8 o 10 cm y 2 de diámetro, del mismo color que las piedras del suelo.
Resulta que el Vampi había perdido el pedal del cambio. No el pedal completo, sino, la pieza horizontal que es la que el pie engancha para pasar los cambios. Un cilindro metálico, de no más de 8 o 10 cm y 2 de diámetro, del mismo color que las piedras del suelo.
Ahí estábamos todos, caminando, mirando sin ninguna esperanza, a ver si alguien lo encontraba. Cada un@ buscaba por su cuenta, sin planificación ni método. Suponiendo que se había salido en ese tramo donde habíamos parado, pero sin ninguna certeza.
En eso la Vety recoge algo del suelo, y pregunta si será esa la pieza perdida...
Como pudo, el Vampi lo acomodó, para que por lo menos llegara a Cochrane. Eran las 17:30 y todavía quedaban unos 50 Km más o menos. L@s de la camioneta ya habían llegado y nos esperaban allá.
Se había despejado y el último tramo no se hizo tan pesado.
Por alguna dificultad técnica nos quedamos sin música... la única posibilidad era la que tenía descargada en ITunes del año de la goma, y terminamos el trayecto escuchando a Led Zeppelin mientras mirábamos la majestuosidad de lago color esmeralda. Rock del bueno
Alguna parada por arreglos en el camino puede habernos demorado un poco, pero llegamos a Cochrane sin novedad y con luz.
Llegamos al hostal, cansadas pero contentas! La gente del hostal super amables!
La Antonia se fue a ver al pololo, Ruizo se fue al hospital a que le revisaran el tobillo. Al menos le hicieron una radiografía y se descartó la fractura. Aunque nunca lo vio un doctor. Era mucha la espera y al final prefirió irse a la
cervecería Tehuelches donde, con los Vetus, rematé el dia.
Otro día memorable en este viaje extraordinario.
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