sábado, 8 de octubre de 2022

Cualtaco en la Carretera Austral 2022 Dia 4: De Hornopiren a La Junta

 El tramo de hoy incluía 4 horas de navegación desde Hornopiren a Caleta Gonzalo. El destino final era La Junta.

El Ferry salía a las 10:30, pero había que estar una hora antes para embarcar. Ruizo había logrado modificar su ticket, pero igual no era seguro 100% que funcionara.

Nos levantamos a las 7. No fue tan difícil gestionar la logística de la levantada de 6 personas  compartiendo los alojamientos. En cada lugar teníamos que pensar la manera mas eficiente para organizarnos y estar tod@s list@s más o menos junt@s.

El día estaba despejado, pero las motos estaban mojadas por el rocío que empezaba a evaporarse en las primeras horas de la mañana. 



Bajamos al comedor a tomar desayuno, servido por el dueño de las cabañas. Un tipo muy afable y atento, que nos contó un poco la historia del alojamiento. El desayuno muy rico, pan amasado, queso, mermeladas, jugo, muy completo. La Antonia preparó sandwiches con lo que no comimos.


Partimos hacia el embarcadero donde habíamos estado la tarde anterior. Antes de las 9:30 ya estábamos ahí. Y seguía la cola de los que esperaban por algún cupo que se liberara. Popeye ya estaba adentro.

Fila de autos esperando por un cupo.


Las motos para el final



Luego de un rato empezamos a embarcar, de a poco, uno por uno había que mostrar los tickets para ser chequeados por los encargados. Luego de dejar el auto, me fui a la cubierta a mirar el resto del embarque y atenta a sacarle fotos a las motos cuando entraran, Popeye había salido del ferry y se paseaba por ahí, con los motoristas que esperaban su turno.. En eso estaba cuando de repente aparece un camión enorme, con acoplado, que se ubica muy mal en la rampa de acceso al ferry. Pensé que iba a tener que maniobrar mucho para lograr entrar.

Pero no, lo que pasaba es que el camión bloqueó la entrada al embarque al ferry. Tal cual.


 Nadie entendía nada, las motos todavía estaban abajo para entrar al final. La fila de la gente en sus autos con sus tickets y también un bus de turismo de los grandes, tampoco podían avanzar y embarcar. Y la hora pasaba... Se juntó un montón de gente, desde lejos se veía que conversaban y discutían. De a poco llegaba la información a l@s que ya estábamos arriba. El chofer del camión exigía que lo dejaran embarcar. Que si el no subía , nadie más lo haría. 

Llegaron los pacos, parece que hablaban con el chofer del camión, pero no pasaba nada. El camión no se movía. Llegaron los marinos que también deben tener jurisdicción en el muelle. Y seguía juntándose gente. Se escuchaban bocinazos de los autos que esperaban para embarcar, y también de los que llevaban horas/días esperando por si se desocupaba algo.

En eso estaban cuando mis compañeritos se avivaron y empezaron a mover las motos caminando, sin encender los motores, y de a uno, para pasar lo más piola posible.  Las motos pasaban por el hueco que había quedado entre el camión y el muelle.

Con los ánimos caldeándose progresivamente, la cosa se veía progresivamente más complicada. Alguien escuchó a un fulano en una furgoneta chica decir que si las motos intentaban pasar, las iban a quemar.

Siguieron avanzando de a uno, sigilosamente. En la maniobra el Ruizo (cuyo ticket a esta altura ya no era problema) se cayó, lo ayudaron a levantar la moto y siguió hacia la rampa.  Ya más cerca de la entrada al ferry iban encendiendo los motores para finalmente embarcar. 


Lo que pasaba era que el camión había estado el día antes con el ticket correspondiente para embarcar y por algún motivo no lo dejaron, pero le dijeron que volviera al otro día. Y ahí estaba, tal como le habían dicho, pero nuevamente no lo dejaban embarcar, y le decían que volviera en dos días más. Y más encima en ese punto, sin un ticket válido. 
Al final el ferry partió, con una hora de atraso, ante la mirada atónita de los perjudicados, dejándolos a todos en tierra, con sus tickets para ese día.
Todos arriba!!

 


A medida que navegábamos y nos alejábamos de la orilla el caos iba quedando en tierra. Por suerte todos habíamos podido embarcar. Fue cosa de suerte haber llegado antes que el camión y haber podido subir.

Después de un rato el incidente había quedado atrás y pudimos disfrutar de la travesía. El día  estaba despejado, muy agradable, y el paisaje, extraordinario. Nos fuimos en la cubierta en lugar del salón aprovechando el buen tiempo y también  para evitar un contagio con Omicron, la ultima variante del COVID, extremadamente contagiosa. Popeye disfrutó por partida doble porque andaba con su jockey de la marina, asi que debe haberse puesto a conversar con el capitán, una cosa llevó a la otra y terminó con el timón y nuestro viaje en sus manos...(en realidad un joystick, no como el de Santa Marta, en Colombia jajajajajaja)

Popeye el marino


La travesía estuvo muy agradable, y las 4 horas que dura ni se sintieron. El día estaba soleado y a ratos hacía calor. Nos fuimos más o menos juntos, conversando, criticando la pésima gestión de la operación del la empresa del ferry. Mal que mal el tramo que ellos cubren se considera parte de la ruta 7 y no puede fallar! menos por situaciones como la que habíamos presenciado antes de partir. Es una pequeña muestra de todo lo que falta por crecer y mejorar la industria del turismo en general en esas latitudes. Hubo tiempo para sacar miles de fotos a los acantilados cubiertos de vegetación exuberante, y a las primeras de montones de cascadas de agua cayendo al vacío, es un espectáculo que hipnotiza.










Desembarcamos en Leptepú, donde lo único que hay es la rampa de acceso para embarque y desembarque. Camarón me hizo notar con cierta alarma, que la salida era en curva y con harta pendiente. Al final se veía mucho peor de lo que era. Después de la salida venía un camino de tierra bastante malo y estrecho. El primero de varios caminos de esas características. Es casi imposible adelantar y si no ha llovido, hay que irse comiendo la tierra que deja el de adelante. 

Fue mi estreno en manejar en tierra en mi auto. Años que no andaba en un camino de tierra! Asi que iba muy atenta y no muy rápido para no meterme a los hoyos más grande ni comerme los peñascos que aparecían cada tanto. Detrás mío venían camionetas más aptas para ese terreno. En una parte un poquito más ancha, una de ellas con carro de arrastre bastante mas ancho que la camioneta misma, me adelantó a gran velocidad  tomando riesgos innecesarios desde mi punto de vista. Además, solo para quedar detrás de la camioneta que me antecedía.

Las copilotos se fueron en la camioneta con Popeye, y la Antonia conmigo. Las motos si pudieron adelantar más fácilmente. Paparazzi y Camarón también se estaban estrenando en caminos de tierra, 10 Km que fueron la avant première lo que serían los siguientes días.

Llegamos a Fiordo Largo, donde retomábamos la navegación otros 30 minutos para llegar a Caleta Gonzalo. La función principal de esta localidad es el servicio de transbordador hacia Caleta Gonzalo, como parte integral de la Carretera Austral. 

La cola para subir no era poca, pero la frecuencia era cada una hora, asi que no era tan grave no alcanzar a embarcar. Es como no alcanzar al semáforo en verde pero mas largo jajajaja.





Este ferry es gratis, subvencionado por el estado. 
Todos estos ferrys navegan en fiordos, es decir siempre hay tierra en el horizonte, con grandes acantilados casi todos cubiertos de vegetación frondosa que va creciendo en miles de años a partir de musgos microscópicos que pueden sobrevivir adheridos a las rocas, por la humedad ambiental. Esto le da un encanto muy particular, y, a riesgo de parecer snob, me recordaron mucho algunos paisajes en las Islas Lofoten en Noruega, que también son un sistema de fiordos con muchos ferrys proveyendo conectividad.

Desembarcamos en Caleta Gonzalo, que está a la altura de Castro, en la isla del frente, al oeste.

Después de esta corta navegación, venia otro tramo de tierra, 35 Km bastante malos. La mujeres siguieron en la camioneta y la Antonia se fue conmigo. Fue muy bueno, porque nos fuimos conversando de distintas cosas, ella sacaba fotos de cosas que me llamaban la atención, y me iba contando las cosas mas importantes del camino. Además puso la música que había descargado en su IPad, y, para mi sorpresa, su playlist podría haber sido la mía, jajajaja demasiadas coincidencias!

Lo más llamativo es el cambio de vegetación, muy verde, y el ambiente mas húmedo. A pocos Km de Caleta Gonzalo está una de las entradas al Parque Pumalin, reserva nacional ideada por Douglas Tompkins, ecologista y activista medioambiental, quien compró miles de hectáreas con el único fin de protegerlas de, entre otras cosas, las inmobiliarias y conservarlas en su estado natural. Y lo logró! Lastima que murió por hipotermia en un accidente en kayak en Coyhaique en 2015.

Ya cerca de Chaitén vuelve el pavimento, y se puede apreciar la zona por donde avanzó la lava en la gran erupción del volcán  Chaitén en 2008, arrasando con parte del pueblo. La lluvia de cenizas hizo lo suyo, obligando a la evacuación de casi 7000 personas de Chaiten Futaleufú y Palena que lo habían perdido todo. La fuerza destructiva de la naturaleza cambio el paisaje para siempre. Con el pasar de los días se generaron lahares que desbordaron los ríos. El desborde del Rio Blanco inundó lo que quedaba del pueblo.



Erupción del volcán y pueblo cubierto de cenizas

Vista aérea de la inundación de Chaitén

Varios años después, después de muchas deliberaciones y conflictos con la comunidad y sucesivas autoridades, se reconstruyó el pueblo donde mismo estaba.

Llegamos a la Copec de Chaitén, sitio de reunión por defecto para relajarnos un rato y llenar los estanques.





Estábamos en eso, en las islas con los surtidores de bencina, cuando la Vety que iba en la camioneta abre la puerta para bajarse, al lado de la camioneta con carro que me había adelantado en el camino a Fiordo Largo. La camioneta avanzó y con el carro, que era más ancho, enganchó la puerta abierta y la anduvo descuadrando. La Vety no podía mas de impotencia y rabia! Yo solidaricé con ella porque ya en el camino no me había parecido bien la manera prepotente y descuidada de manejar del conductor. Vampiro también se enfureció y quería  pegarle! 

Al final Popeye, con una serenidad y una templanza increíbles, habló con el pelotudo, que resultó ser un médico que el conocía de los operativos que hace la marina junto a médicos en localidades remotas, con escasez de esos servicios. La cuestión se resolvió, se activarían los seguros correspondientes, y por suerte la puerta cerraba. Pero a mi al menos me dejó un mal sabor porque podía haberse evitado, y porque yo ya le tenía sangre en el ojo al fulano.





Compraron unos cafés al frente de la bomba. Sacamos unas fotos y nos llamó profundamente la atención lo lejos que estaba la playa de la costanera y de la Ruta 7. Claro, después supimos que con la erupción y la inundación, el escurrimiento de grandes volúmenes de sedimentos arrastrados por los cauces fluviales hacia el mar, desplazaron la linea de la costa muchos metros mar adentro.


Las aguas contaminadas llegando al mar afectaron las plantas salmoneras locales, por lo que se reubicaron 3,5 millones de salmones en aguas limpias.

Seguimos camino hacia el sur, a La Junta, donde nos reuniríamos con el Balta, quien no había desperdiciado el día y había ido a recorrer, llegando a Futaleufú. Como buen cualtaquero mandó foto de la moto y la comida y la cerveza... no de los paisajes jajajajaja



Nos quedaban 140 Km. la mayoría de tierra. El camino es precioso. Las vistas al Rio y después  lago Yelcho, en el tramo que la ruta 7 lo bordea, son de otro planeta, más aun con el día más bien despejado, como nos tocó. Desde el camino también es posible mirar el glaciar homónimo. Se ve bastante bien, está relativamente cerca en un punto del camino.
Puente sobre el rio Yelcho y el glaciar al fondo



Pasamos por Villa Santa Lucía, tristemente recordada por haber sido afectada por un gran aluvión en 2017, en el que murieron 21 personas, y se destruyeron 28 casas y 5 instalaciones públicas. Este es una parte del informe más tecnico de la catástrofe.

La localidad perteneciente a la comuna de Chaitén, fue afectada por un evento de remoción en masa o aluvión, donde producto de las precipitaciones, se generó el deslizamiento existían rocas, grietas, hielo y fragmentos de roca, disponibles para ser movilizados.

A las 09:03  AM del 16 de diciembre de 2017, una pared de roca se deslizó sobre un glaciar cubierto en retroceso, formando un aluvión que fluyó a una velocidad promedio estimada de 72 kilómetros por hora. Este deslizamiento arrasó con la vegetación, cortó troncos, cubrió las rutas 7 y 235, destruyó casas e infraestructura cercana al río Burritos y depositó sobre Villa Santa Lucía
(VSL), el barro y restos de material. Los efectos se calculan en una superficie en forma de abanico de 90 hectáreas  entre 3 y 8 metros de altura.

Cerca de las 20 hr. llegamos a La Junta. Sin tener idea de la historia, ni siquiera de la existencia de estos pueblos, me imaginaba que el nombre aludía a la confluencia de dos caminos, o de dos ríos, o al anexamiento de dos localidades, o no sabía qué pensar... Los más entendidos contaron que se llamaba asi por la Junta Militar de Gobierno, cosa que a mi me pareció un exceso y un acto de soberbia máxima. 

Pero ahora, averiguando más para el blog, me encontré con que esa historia no es más que un mito urbano, o rural en este caso. 

La realidad, de acuerdo con los historiadores, es que la situación de los poblados de Alto Palena y Bajo Palena, a lo largo del rio Palena, era un motivo de preocupación de las autoridades desde la década de los 50, ya que no había nada regularizado de las tierras, ni respecto de las personas, del ganado, o del comercio. Además, estaba la cercanía con Argentina, por lo que los habitantes funcionaban en una especie de territorio común, compartiendo muchas de sus costumbres, como el mate amargo, el Truco, y la vestimenta gaucha. Así las cosas, cuando por fin se creó el organismo competente, se dictó la ley para la regularización del vasto territorio, y un mes después de promulgarse la ley, en el gobierno de Jorge Alessandri, se crea el poblado en el sector de Palena medio, denominándolo La Junta, el 13 de Agosto de 1963. Se cree que el nombre aludía a esta zona intermedia, entre Alto Palena y Bajo Palena, que se veía como más propicia para un poblado. También se habla de Pueblo del Encuentro. En 1984 hubo una propuesta para crear la Comuna de La Junta. El proyecto nunca prosperó ya que, aunque el nombre era previo al gobierno militar, se rechazaba la idea de que se lo asimilara con la junta de gobierno.

Rio Palena

Teníamos que llegar a la cabaña donde alojaríamos. El Balta ya había llegado, y nos esperaba recostado en su moto.





La dueña de la cabaña nos recibió, y nos acomodamos. La cabaña tenía un solo baño, en el primer piso, al lado de la cocina, asi que organizamos la levantada con la cocina como vestidor. Osea dejar la ropa en la cocina, ducharse, desocupar el baño y vestirse en la cocina, partiendo por la que se demoraba más (yo) al que se demorara menos.

Había que buscar donde comer después de todo el día sin una comida de verdad. Salimos a buscar un dato que nos habían dado, la Rosita, y la encontramos, justo cuando el resto del grupo se estaba casi sentando en otro lugar, ya que habían pasado por la Rosita y estaba cerrado.



En vista de eso partieron a Mi casita de Te que se veía de lo mas bien. Pero al final, por nuestra insistencia, se volvieron para donde la Rosita. Eran cerca de las 10 de la noche y todavía estaba claro.
Esta foto la saqué a las 21:45 y estaba claro

Nos armaron una mesa solo para nosotr@s. Hasta ahí, perfect. Trajeron unos pisco sours buenísimos y unas cervezas (artesanales obvio, no había de otra) pero como michelada estaban re buenas. Hasta ahí todo ✅

Después vino el desastre, se demoraron un año en traer los platos, el mío al final casi no llega, todo malo y carísimo! Un fiasco!!

Una de las pocas fotos en que no falta nadie!!

Nos devolvimos a la cabaña, y al tuto. Las camas muy buenas, y con mi scaldasonno... mejor!!

Sin considerar la comida en la Rosita, fue un gran día! , con el debut en tierra de Paparazzi y Camarón.





1 comentario:

  1. Como siempre, un gusto leer tu relato tiene poesía y grandes aportes históricos !

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